Hacer ejercicio con regularidad le ayudará a aliviar los síntomas relacionados con el cáncer y a sentirse mejor. El ejercicio mejora el sueño para que el cuerpo descanse y se recupere. Fortalece el sistema inmunitario y protege contra las infecciones. Aumenta la movilidad y la fuerza. Estimula la salud mental al aliviar la ansiedad y la depresión. Disminuye el cansancio y aumenta la energía. Ayuda a adelgazar. El ejercicio alivia el dolor al relajar los músculos principales.