Antioxidantes y prevención del cáncer

¿Qué son los radicales libres y tienen ellos alguna función en la formación del cáncer?

Los radicales libres son compuestos químicos altamente reactivos que pueden dañar las células. Se crean cuando un átomo o una molécula (un compuesto químico que tiene dos o más átomos) ganan o pierden un electrón (una partícula pequeña con carga negativa que se encuentra en los átomos).  Los radicales libres se forman naturalmente en el cuerpo y tienen una función importante en muchos procesos normales de las células (1,2). Sin embargo, en concentraciones altas, los radicales libres pueden ser peligrosos para el cuerpo y pueden dañar todos los componentes principales de las células, incluso el ADN, las proteínas y las membranas celulares. El daño a las células causado por los radicales libres, especialmente el daño al ADN, puede tener un papel en la formación del cáncer y en otros padecimientos de la salud (1,2).

Las concentraciones anormalmente altas de radicales libres en el cuerpo pueden ser causadas por la exposición a la radiación ionizante y a otras toxinas del ambiente. Cuando la radiación ionizante golpea un átomo o una molécula en una célula, se puede perder un electrón, lo que resulta en la formación de un radical libre. La producción de concentraciones anormalmente altas de radicales libres es el mecanismo por el que la radiación ionizante destruye células. Además, algunas toxinas del ambiente, como el humo de cigarrillos, algunos metales y atmósferas con alta concentración de oxígeno, pueden contener grandes cantidades de radicales libres o pueden estimular a las células del cuerpo para que produzcan más radicales libres.

Los radicales libres que contienen el elemento oxígeno son el tipo más común de radicales libres producidos en los tejidos vivos. También se llaman "especies reactivas al oxígeno", o "ROS" (1,2).

¿Qué son los antioxidantes?

Los antioxidantes son compuestos químicos que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, lo que les impide causar daño. Los antioxidantes se conocen también como "carroñeros de radicales libres".

El cuerpo produce algunos de los antioxidantes que usa para neutralizar los radicales libres. Estos antioxidantes se llaman antioxidantes endógenos. No obstante, el cuerpo depende de fuentes externas (exógenas), la dieta principalmente, para obtener el resto de los antioxidantes que necesita. Estos antioxidantes exógenos se llaman comúnmente antioxidantes alimenticios. Las frutas, las verduras y los cereales son fuentes ricas de antioxidantes alimenticios. Algunos antioxidantes alimenticios se encuentran disponibles también como complemento dietético (1,3).

Ejemplos de antioxidantes alimenticios son el betacaroteno, el licopeno y las vitaminas A, C y E (alfatocoferol).  Se piensa con frecuencia que el elemento mineral selenio es un antioxidante alimenticio, pero los efectos antioxidantes del selenio se deben con más probabilidad a la actividad antioxidante de las proteínas en las que el selenio es un compuesto esencial (es decir, proteínas que contienen selenio) y no del selenio mismo (4).

¿Pueden los complementos de antioxidantes ayudar a prevenir el cáncer?

En estudios de laboratorio y en estudio con animales estudios de animales, se ha indicado que la presencia de mayores concentraciones de antioxidantes exógenos impide el tipo de daño de radicales libres que ha estado asociado con la presencia de cáncer. Por esta razón, los investigadores han estudiado si el uso de complementos de antioxidantes alimenticios puede ayudar a bajar el riesgo de padecer o de morir por cáncer en los humanos.

Muchos estudios de observación, incluso estudios de casos y controles y estudios de cohortes se han llevado a cabo para investigar si el uso de complementos antioxidantes alimenticios está asociado con riesgos menores de cáncer en los humanos. En general, estos estudios han ofrecido resultados mixtos (5). Ya que los estudios de observación no pueden controlar adecuadamente los sesgos que pudieran influenciar los resultados de los estudios, es necesario ver con precaución los resultados de cualquier estudio individual de observación.

Los estudios clínicos controlados aleatorizados, sin embargo, no tienen la mayoría de los sesgos que limitan la confiabilidad de los estudios de observación. Por esto, se considera que los estudios aleatorizados proveen la comprobación más fuerte y más confiable del beneficio y de los daños de una intervención relacionada con la salud. Hasta la fecha, se han llevado a cabo en el mundo nueve estudios aleatorizados controlados de complementos de antioxidantes alimenticios para la prevención del cáncer. Muchos de los estudios fueron patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer. Los resultados de estos nueve estudios se resumen abajo.

Nombre del estudio, país (referencia) Intervención Sujetos del estudio Resultados
Estudio Demográfico General de Linxian sobre Intervención en la Nutrición, China (6, 7) 15 miligramos (mg) de betacaroteno, 30 mg de alfatocoferol y 50 microgramos (µg) de selenio durante 5 años Hombres y mujeres sanos con un riesgo mayor de padecer cánceres de esófago y de estómago

Iniciales: ningún efecto en el riesgo de padecer alguno de los dos cánceres; menor riesgo de morir solo por cáncer de estómago

Posteriores: ningún efecto en el riesgo de morir por cáncer de estómago

Estudio del Alfatocoferol y del Betacaroteno para Prevención del Cáncer (ATBC), Finlandia (812) Complementos de 50 mg de alfatocoferol al día y/o 20 mg de betacaroteno al día de 5 a 8 años Fumadores hombres de edad madura

Iniciales: mayor incidencia de cáncer de pulmón para quienes tomaron complementos de betacaroteno

Posteriores:  ningún efecto de los dos complementos en la incidencia de cánceres uroteliales, pancreáticos, colorrectales, de células renales o del tubo aero-digestivo superior

Estudio de la Eficacia del Caroteno y del Retinol (CARET), Estados Unidos (1315) Complementos diarios de 15 mg de betacaroteno y 25 000 unidades internacionales (UI) de retinol Personas con un alto riesgo de cáncer de pulmón debido a antecedentes de tabaquismo o a exposición al asbesto

Iniciales: riesgo mayor de cáncer de pulmón y más muertes por todas las causas—el estudio terminó antes de lo fijado

Posteriores: riesgos mayores de cáncer de pulmón y las muertes por todas las causas persistieron; ningún efecto en el riesgo de cáncer de próstata

Estudio I de la Salud de Médicos (PHS I), Estados Unidos (16) Complemento de betacaroteno (50 mg cada tercer día durante 12 años) Médicos hombres Ningún efecto en la incidencia del cáncer, ni en la mortalidad o en mortalidad por cualquier causa en fumadores ni en no fumadores
Estudio de la Salud de la Mujer (WHS), Estados Unidos (17, 18) Complementos de betacaroteno (50 mg cada tercer día), complementos de vitamina E (600 UI cada tercer día), y aspirina (100 mg cada tercer día) Mujeres de 45 años y mayores

Iniciales: ningún beneficio o perjuicio asociado con 2 años de complementos de betacaroteno

Posteriores: ningún beneficio o daño asociado con 2 años de complementos de vitamina E

Estudio de Complementación de Vitaminas y Minerales Antioxidantes (SU.VI.MAX), Francia (1922) Complementación diaria con vitamina C (120 mg), vitamina E (30 mg), betacaroteno (6 mg), y los minerales selenio (100 μg) y zinc (20 mg) durante una media de 7,5 años Hombres y mujeres

Iniciales: incidencia menor total de cáncer y de incidencia de cáncer de próstata y de mortalidad por todas las causas solo en hombres; 

Mayor incidencia de cáncer de piel solo en mujeres

Posteriores: ninguna evidencia de efectos protectores en hombres o de efectos perjudiciales en mujeres a los 5 años de haber terminado la complementación.

Estudio de Evaluación de Prevención de Resultados para el Corazón –Los Resultados Presentes (HOPE–TOO) Estudio internacional (23) Complementación diaria con alfatocoferol (400 UI) durante una media de 7 años Personas diagnosticadas con enfermedad cardiovascular o diabetes Ningún efecto en la incidencia de cáncer, muerte por cáncer, o incidencia de eventos importantes cardiovasculares
Estudio del Selenio y de la Vitamina E para Prevenir el Cáncer (SELECT), Estados Unidos (24, 25) Complementación diaria con selenio (200 μg), vitamina E (400 UI), o ambos Hombres de 50 años o mayores

Iniciales: ninguna reducción de la incidencia de cáncer de próstata o de otros cánceres—el estudio terminó antes de lo fijado

Posteriores: más casos de cáncer de próstata en quienes tomaron solo vitamina E

Estudio II de la Salud de Médicos (PHS II), Estados Unidos (26) 400 UI de vitamina E cada tercer día, 500 mg de vitamina C cada día, o una combinación de los dos Médicos hombres de 50 años y mayores Ninguna reducción en la incidencia de cáncer de próstata o de otros cánceres

En general, estos nueve estudios clínicos controlados aleatorizados no proporcionaron pruebas de que los complementos de antioxidantes alimenticios son beneficiosos para la prevención de cánceres primarios. Además, una revisión sistemática de las pruebas disponibles con respecto al uso de complementos de vitaminas y minerales para la prevención de enfermedades crónicas, incluso de cáncer, que llevó a cabo la Brigada de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) no encontró pruebas claras de beneficio para la prevención del cáncer (27).


Es posible que la falta de beneficios en los estudios clínicos se pueda explicar por la diferencia en los efectos de los antioxidantes probados cuando se consumen como compuestos químicos purificados en oposición a cuando se consumen en los alimentos, los cuales contienen mezclas complejas de antioxidantes, de vitaminas y minerales (3). Por lo tanto, la adquisición de conocimientos más completos acerca del contenido de antioxidantes en alimentos específicos, de cómo los diversos antioxidantes y otras sustancias interactúan entre sí en los alimentos, y de los factores que influyen en la absorción y en la distribución de antioxidantes derivados de los alimentos en el cuerpo son todos ellos campos activos de investigación en curso para la prevención del cáncer.

¿Deberá la gente que ya ha sido diagnosticada con cáncer tomar complementos de antioxidantes?

Varios estudios controlados aleatorizados, algunos que incluyeron solo a números pequeños de pacientes, han investigado si el tomar complementos de antioxidantes durante el tratamiento del cáncer altera la efectividad o reduce la toxicidad de terapias específicas (28).   Aunque estos estudios tuvieron resultados mixtos, algunos encontraron que la gente que tomó complementos de antioxidantes durante la terapia de cáncer tuvo peores resultados, especialmente si fumaba.

En algunos estudios preclínicos, se ha encontrado que los antioxidantes fomentan el crecimiento de tumores y metástasis en ratones que tienen tumores y que aumentan la capacidad de las células tumorales de circular para metastatizarse (29-31). Hasta que se sepa más acerca de los efectos de los complementos de antioxidantes en los pacientes con cáncer, estos complementos se deberán usar con precaución. Los pacientes con cáncer deberán informar a sus doctores si usan cualquier complemento dietético.