La investigación del cáncer es la clave para avanzar contra el cáncer. Hay cuatro tipos principales de investigación: básica, clínica, epidemiológica y aplicable. Investigación básica: En estos estudios, los científicos aprenden cómo las células del cáncer se forman y se multiplican. Sirven de base para otros descubrimientos. Investigación clínica: Hay dos tipos principales de estudios de investigación clínica: estudios de observación y estudios clínicos. En los estudios de observación, se recopilan y analizan datos de personas durante un tiempo largo. En los estudios clínicos, se usan tratamientos o métodos de atención que podrían cambiar el desenlace para una persona con cáncer. Investigación epidemiológica: Se estudian los patrones, las causas y los efectos del cáncer en un grupo de personas con características determinadas. Investigación aplicable: La investigación aplicable (llamada también traslacional), pasa por varias disciplinas, desde la investigación básica en el laboratorio hasta la atención en la clínica, y desde la clínica a la atención diaria. Con su ayuda, la investigación del cáncer genera avances. Los estudios de investigación permiten que los científicos aprendan más sobre el cáncer. Con los nuevos conocimientos, los científicos trabajan con profesionales de la salud para mejorar la atención y el apoyo relacionados con el cáncer. En general, estos estudios son gratuitos y los participantes tienen la oportunidad de considerar los posibles riesgos y beneficios mediante el proceso de consentimiento.