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Estudio identifica nuevas oportunidades de inmunoterapia dirigida

, por Equipo del NCI

Una paciente con cáncer metastático de vías biliares, tratada con inmunoterapia usando sus propias células T específicas a la mutación, ha experimentado regresión de sus tumores metastáticos de pulmón y de hígado que ha durado más de 2 años.

Fuente: Dr. Steve Rosenberg, Instituto Nacional del Cáncer

Un equipo de investigadores del NCI ha informado que varios tipos de cánceres gastrointestinales tienen mutaciones específicas al tumor que pueden ser reconocidas por el sistema inmunitario, lo que ofrece una posible oportunidad terapéutica para pacientes con estos tumores.

En el estudio, publicado el 29 de octubre en Science, los investigadores mostraron que los linfocitos T (glóbulos blancos que destruyen células) al dirigirse a mutaciones genéticas específicas al tumor se pueden identificar en tumores metastáticos gastrointestinales, según el autor principal del estudio, doctor Steve Rosenberg, jefe de la Unidad de Cirugía en el Centro de Investigación del Cáncer del NCI.

El descubrimiento es importante, dijo el doctor Rosenberg, porque la forma más común de inmunoterapia, la inhibición del punto de control, no ha mostrado eficacia contra la mayoría de los cánceres gastrointestinales.

Pero este nuevo estudio, continúa él, “abre la puerta” a la concepción de un tipo diferente de inmunoterapia, llamada transferencia adoptiva celular, para estos y posiblemente para muchos otros cánceres.

Estudio impulsado por un solo paciente

Algunos cánceres, como el melanoma y el cáncer de pulmón inducido por fumar, tienen muchas mutaciones genéticas, lo que los hace especialmente inmunogénicos, es decir, tienden a generar muy fuertes respuestas inmunitarias.

Los inhibidores de puntos de control, como el  nivolumab (Opdivo®) y el pembrolizumab (Keytruda®) han mostrado la mayor eficacia contra estos tipos de cáncer.

Pero, dijo el doctor Rosenberg, no ha estado claro si los cánceres epiteliales comunes, incluidos los cánceres gastrointestinales, que tienden a tener menos mutaciones que el melanoma y el cáncer de pulmón, inducen una respuesta inmunitaria específica al tumor.

El año pasado, su equipo de investigación informó que las células T dirigidas contra una sola mutación en el tumor de una mujer con colangiocarcinoma (cáncer de vías biliares) avanzado se identificaron en metástasis pulmonares. La paciente se sometió luego a transferencia adoptiva celular, usando un grupo extendido de sus propias células T específicas a la mutación, y ha experimentado regresión de sus tumores metastáticos de pulmón y de hígado que ha durado más de 2 años.

El nuevo estudio, que está basado en ese descubrimiento, incluyó nueve pacientes adicionales que estaban siendo tratados en el NCI como participantes de un estudio clínico en curso. Todos los pacientes tenían cáncer metastático, incluso cáncer colorrectal, cáncer pancreático, cáncer de vías biliares y cáncer de esófago.  El análisis incluyó también datos de la paciente con colangiocarcinoma.

Más pacientes y más posibilidades

En general, los tumores de los pacientes tenían un número modesto de mutaciones genéticas. Aún así, los investigadores pudieron identificar células T que reconocieron al menos una mutación específica al tumor en tumores metastáticos en 9 de los 10 pacientes evaluados. El equipo del NCI ha extendido este programa desde entonces, y ha identificado células inmunitarias específicas a mutaciones en 15 de los 16 pacientes estudiados, dijo el doctor Rosenberg.

En varios pacientes, el equipo de investigación aisló células inmunitarias que reconocieron una mutación en el gen KRAS que se ve de ordinario en pacientes con cánceres pancreático y colorrectal y muchos otros cánceres. La mutación KRAS fue la única mutación reconocida por el sistema inmunitario que se ve en más de una metástasis de pacientes.

Dada la frecuencia general de la mutación KRAS en algunos cánceres, el descubrimiento pone la base de un posible tratamiento de inmunoterapia con células T ya preparadas, manipuladas para que expresen un receptor que reconozca tumores con esta mutación, indicó el doctor Rosenberg.

Dos pacientes del grupo original de 10 fueron tratados adicionalmente con sus propias células T específicas a la mutación pero no respondieron al tratamiento. En estos pacientes, los investigadores encontraron pocas células T infusas, si es que las había, que habían quedado en la circulación de los pacientes por un período prolongado.  Sin embargo, en la paciente con colangiocarcinoma, al mes después del tratamiento, casi una cuarta parte de sus células T circulantes eran las células específicas a la mutación transferidas adoptivamente.

Una copia azul para muchos cánceres

Todavía queda mucho por hacer, dijo el doctor Rosenberg, incluso cómo mejorar la persistencia de las células T transferidas. Pero él está optimista de lo que este descubrimiento podría representar.

“La idea completa de identificar las mutaciones en el cáncer de un paciente y de identificar y manipular las células T que reconozcan específicamente esas mutaciones es una copia azul para tratar muchos tipos diferentes de cáncer, dijo él.

El equipo del NCI ya se está adelantando con planes para un estudio clínico en fase inicial como secuela de estos descubrimientos, dijo el doctor Rosenberg.

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