sepsis

Respuesta inmunitaria extrema a una infección que causa daños en los tejidos, insuficiencia orgánica o la muerte si no se trata de inmediato. La sepsis se produce cuando las sustancias químicas liberadas por el organismo en el torrente sanguíneo con el fin de combatir una infección provocan inflamación, coágulos y fugas en los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Esto reduce el flujo de sangre y la cantidad de oxígeno y nutrientes que llegan a los tejidos y órganos del cuerpo. Las infecciones bacterianas son la causa más frecuente de sepsis, pero también se produce por otros tipos de infecciones. Los signos y síntomas incluyen fiebre o temperatura corporal muy baja, escalofríos, frecuencia cardiaca acelerada, respiración rápida o dificultosa, piel caliente o sudorosa, confusión y dolor intenso. La sepsis puede afectar a cualquier persona que presente una infección, pero es más frecuente en adultos mayores, lactantes, mujeres embarazadas, o personas hospitalizadas o con un sistema inmunitario debilitado, una enfermedad crónica o una lesión o enfermedad grave.