El carcinoma de nasofaringe surge en el revestimiento de la cavidad nasal y la faringe; representa alrededor de la tercera parte de todos los cánceres de las vías respiratorias superiores en los niños.[1,2]
El carcinoma de nasofaringe es infrecuente en niños menores de 10 años, pero su incidencia aumenta a 0,5 casos por millón por año en niños de 10 a 14 años, y a 1,3 casos por millón por año en adolescentes de 15 a 19 años.[3-6]
La incidencia del carcinoma de nasofaringe se caracteriza por variaciones raciales y geográficas, con una distribución endémica en grupos étnicos bien definidos, como los habitantes de algunas áreas de África del Norte y la región del Mediterráneo; en particular, de Asia Sudoriental. En los Estados Unidos, la incidencia del carcinoma de nasofaringe es más alta en los niños y adolescentes negros en comparación con los niños y adolescentes blancos.[4,5]
El carcinoma de nasofaringe tiene una relación estrecha con la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB). Además de que se hallan pruebas serológicas de infección en más de 98 % de los pacientes, también se encuentra ADN del VEB como un episoma monoclonal en las células del carcinoma de nasofaringe; por otra parte, las células tumorales pueden expresar antígenos del VEB en su superficie.[1] Las concentraciones de ADN del VEB en la circulación y la documentación serológica de la infección por este virus quizás ayuden a establecer el diagnóstico.[2] Hay subtipos específicos del HLA, como el haplotipo HLA A2Bsin2, que se relacionan con un riesgo más alto de carcinoma de nasofaringe.[3]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce 3 subtipos histológicos de carcinoma de nasofaringe:
Es más probable que los niños con carcinoma de nasofaringe presenten enfermedad de tipo II o III según la clasificación de la OMS.[1,2]
Los signos y síntomas del carcinoma de nasofaringe son los siguientes:[1,2]
Debido al abundante drenaje linfático de la nasofaringe, la linfadenopatía cervical bilateral con frecuencia es el primer signo de enfermedad. El tumor se disemina localmente a las áreas adyacentes de la orofaringe y es posible que invada la base del cráneo, dando lugar a parálisis de nervios craneales o dificultad para mover la mandíbula (trismo).
Los sitios de metástasis a distancia incluyen los huesos, los pulmones y el hígado.
Las pruebas diagnósticas determinarán el grado de extensión del tumor primario y la presencia de metástasis. Para determinar el grado de extensión del tumor primario, un otorrinolaringólogo puede observar la nasofaringe mediante una endoscopia nasal y también se usan imágenes por resonancia magnética de la cabeza y el cuello.
Es posible establecer el diagnóstico con una biopsia del tumor primario o de las adenopatías del cuello. Los carcinomas de nasofaringe se deben diferenciar de todos los tipos de cáncer que se manifiestan con adenopatías y de otros tipos de cáncer del área de la cabeza y el cuello. En consecuencia, se deben considerar enfermedades como el cáncer de tiroides, el rabdomiosarcoma, el linfoma no Hodgkin, incluso el linfoma de Burkitt, así como el linfoma de Hodgkin; y afecciones benignas como el angiofibroma nasal (que suele producir epistaxis en varones adolescentes), la linfadenitis infecciosa y la enfermedad de Rosai-Dorfman.
También se deben evaluar el tórax y el abdomen mediante tomografía computarizada (TC) y gammagrafía ósea para determinar si hay enfermedad metastásica. Es posible que la tomografía con emisión de positrones (TEP) con flúor F 18-fludesoxiglucosa combinada con TC sea útil para evaluar la probabilidad de lesiones metastásicas.[1]
En 4 centros médicos académicos terciarios de China se estudiaron 30 pacientes (25 varones y 5 mujeres), menores de 20 años, con carcinoma nasofaríngeo confirmado patológicamente.[1] Se recopilaron tumores nasofaríngeos primarios con muestras de sangre emparejadas y se analizaron mediante secuenciación del exoma completo. Varios genes como SHOC1 (conocido antes como C9orf84) (20 %), ZFHX4 (16,7 %), ZC3H6 (16,7 %) y RBM38 (16,7 %) se encontraron mutados con frecuencia en el carcinoma nasofaríngeo. El análisis del número de copias reveló una ganancia/amplificación muy recurrente de los genes HLA de clase II en 6p21.32 (63,3 %) y pérdidas de TOLLIP en 11p15.5 (20 %). Se encontraron por primera vez variantes de fusión NUTM1 recurrentes (16,7 %) en el carcinoma nasofaríngeo. Las fusiones génicas encontradas fueron NUTM1::PAIP2B, NUTM1::TFDP2 y NUTM1::CUL2. En el estudio también se observó que 8 de 30 pacientes (26,7 %) con carcinoma nasofaríngeo eran portadores de variantes patogénicas o probablemente patogénicas en la línea germinal de genes conocidos de predisposición al cáncer.
En otro análisis, se confirmó la deleción homocigótica del locus de CDKN2A en 9p21.3 en 7 de 15 muestras de carcinoma de nasofaringe (46,7 %) y en 3 de 5 xenoinjertos derivados de pacientes o líneas celulares (60 %). La amplificación de CCND1 se encontró en 3 de 20 tumores de nasofaringe (15 %).[2] La secuenciación del genoma completo del carcinoma de nasofaringe reveló que el gen TP53 es el que se encuentra mutado con mayor frecuencia (n = 10), seguido por los genes TRAF3, NFKBIA, AEBP1 y NLRC5. Se ha notificado que todos estos genes regulan el factor nuclear kappa B.[3] Además, las anormalidades somáticas significativas detectadas en HLA-A y NLRC5 indican una alteración en la presentación de antígenos, mientras que las mutaciones en PTEN quizás activen la vía PI3K. En este estudio se encontró que 4 genes estaban mutados con una frecuencia significativa: PLIN4, MUC21, SLC35G5 y ERVW-1.
La estadificación del tumor se realiza con el sistema de clasificación TNM (tumor, ganglio linfático y metástasis) del American Joint Committee on Cancer (AJCC).[1,2]
El AJCC ha designado la estadificación mediante la clasificación TNM para definir el carcinoma nasofaríngeo.[3]
Estadio | TNM | Descripción |
---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | ||
aReproducción autorizada de AJCC: Nasopharynx. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª edición Nueva York, NY: Springer, 2017, págs. 103–11. | ||
0 | Tis, N0, M0 | Tis = Carcinoma in situ. |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción |
---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia. | ||
aReproducción autorizada de AJCC: Nasopharynx. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª edición Nueva York, NY: Springer, 2017, págs. 103–11. | ||
I | T1, N0, M0 | T1 = tumor limitado a la nasofaringe, o diseminación a la orofaringe o la cavidad nasal sin compromiso parafaríngeo. |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción |
---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; VEB = virus de Epstein-Barr. | ||
aReproducción autorizada de AJCC: Nasopharynx. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª edición Nueva York, NY: Springer, 2017, págs. 103–11. | ||
II | T0, Tis, T1, N1, M0 | T0 = no se identifica un tumor, pero hay compromiso de uno o más ganglios cervicales positivos para VEB. |
Tis = carcinoma in situ. | ||
T1 = tumor limitado a la nasofaringe o con diseminación a la orofaringe o la cavidad nasal sin compromiso parafaríngeo. | ||
N1 = metástasis unilateral en uno o más ganglios linfáticos cervicales, o metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos retrofaríngeos que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T2, N0, M0 | T2 = tumor con diseminación al espacio parafaríngeo o compromiso de tejidos blandos adyacentes (músculos pterigoideo medial, pterigoideo lateral y prevertebrales). | |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T2, N1, M0 | T2 = tumor con diseminación al espacio parafaríngeo o compromiso de tejidos blandos adyacentes (músculos pterigoideo medial, pterigoideo lateral y prevertebrales). | |
N1 = metástasis unilateral en uno o más ganglios linfáticos cervicales, o metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos retrofaríngeos que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción |
---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; VEB = virus de Epstein-Barr. | ||
aReproducción autorizada de AJCC: Nasopharynx. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª edición Nueva York, NY: Springer, 2017, págs. 103–11. | ||
III | T0, Tis, T1, N2, M0 | T0 = no se identifica un tumor, pero hay compromiso de uno o más ganglios cervicales positivos para VEB. |
Tis = carcinoma in situ. | ||
T1 = tumor limitado a la nasofaringe o con diseminación a la orofaringe o la cavidad nasal sin compromiso parafaríngeo. | ||
N2 = metástasis bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T2, N2, M0 | T2 = tumor con diseminación al espacio parafaríngeo o compromiso de tejidos blandos adyacentes (músculos pterigoideo medial, pterigoideo lateral y prevertebrales). | |
N2 = metástasis bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T3, N0, M0 | T3 = tumor con infiltración de estructuras óseas en la base del cráneo, vértebras cervicales, estructuras pterigoideas o senos paranasales. | |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T3, N1, M0 | T3 = tumor con infiltración de estructuras óseas en la base del cráneo, vértebras cervicales, estructuras pterigoideas o senos paranasales. | |
N1 = metástasis unilateral en uno o más ganglios linfáticos cervicales, o metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos retrofaríngeos que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T3, N2, M0 | T3 = tumor con infiltración de estructuras óseas en la base del cráneo, vértebras cervicales, estructuras pterigoideas o senos paranasales. | |
N2 = metástasis bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. |
Estadio | TNM | Descripción |
---|---|---|
T = tumor primario; N = ganglio linfático regional; M = metástasis a distancia; VEB = virus de Epstein-Barr. | ||
aReproducción autorizada de AJCC: Nasopharynx. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª edición Nueva York, NY: Springer, 2017, págs. 103–11. | ||
IVA | T4, N0, M0 | T4 = tumor con diseminación intracraneal, compromiso de nervios craneales, hipofaringe, órbita, glándula paratiroidea o infiltración generalizada de tejidos blandos más allá de la superficie lateral del músculo pterigoideo lateral. |
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T4, N1, M0 | T4 = tumor con diseminación intracraneal, compromiso de nervios craneales, hipofaringe, órbita, glándula paratiroidea o infiltración generalizada de tejidos blandos más allá de la superficie lateral del músculo pterigoideo lateral. | |
N1 = metástasis unilateral en uno o más ganglios linfáticos cervicales, o metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos retrofaríngeos que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
T4, N2, M0 | T4 = tumor con diseminación intracraneal, compromiso de nervios craneales, hipofaringe, órbita, glándula paratiroidea o infiltración generalizada de tejidos blandos más allá de la superficie lateral del músculo pterigoideo lateral. | |
N2 = metástasis bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
Cualquier T, N3, M0 | TX = tumor primario no evaluable. | |
T0 = no se identifica un tumor, pero hay compromiso de uno o más ganglios cervicales positivos para VEB. | ||
Tis = carcinoma in situ. | ||
T1 = tumor limitado a la nasofaringe o con diseminación a la orofaringe o la cavidad nasal sin compromiso parafaríngeo. | ||
T2 = tumor con diseminación al espacio parafaríngeo o compromiso de tejidos blandos adyacentes (músculos pterigoideo medial, pterigoideo lateral y prevertebrales). | ||
T3 = tumor con infiltración de estructuras óseas en la base del cráneo, vértebras cervicales, estructuras pterigoideas o senos paranasales. | ||
T4 = tumor con diseminación intracraneal, compromiso de nervios craneales, hipofaringe, órbita, glándula paratiroidea o infiltración generalizada de tejidos blandos más allá de la superficie lateral del músculo pterigoideo lateral. | ||
N3 = metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden >6 cm en su mayor dimensión o diseminación por debajo del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M0 = sin metástasis a distancia. | ||
IVB | Cualquier T, cualquier N, M1 | Cualquier T = consultar la descripción del estadio IVA en este cuadro. |
NX = ganglios linfáticos regionales no evaluables. | ||
N0 = sin metástasis en ganglios linfáticos regionales. | ||
N1 = metástasis unilateral en uno o más ganglios linfáticos cervicales, o metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos retrofaríngeos que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
N2 = metástasis bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden ≤6 cm en su mayor dimensión y se ubican por encima del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
N3 = metástasis unilaterales o bilaterales en uno o más ganglios linfáticos cervicales que miden >6 cm en su mayor dimensión o diseminación por debajo del borde inferior del cartílago cricoides. | ||
M1 = metástasis a distancia. |
Más de 90 % de los niños y adolescentes con carcinoma de nasofaringe presentan al inicio una enfermedad avanzada (estadios III/IV o T3/T4).[4,5] En estudios poblacionales, se encontró que los pacientes menores de 20 años tuvieron una incidencia más alta de la enfermedad en estadio avanzado que los pacientes adultos.[6,7] Sin embargo, menos del 10 % de los niños y adolescentes con carcinoma de nasofaringe presentaron metástasis a distancia en el momento del diagnóstico.[4,5,8]
La supervivencia general de los niños y adolescentes con carcinoma de nasofaringe mejoró durante los últimos 40 años; las tasas de supervivencia a 5 años son superiores a 80 % con el tratamiento multimodal de vanguardia.[1-8] Luego de controlar por estadio, los niños con carcinoma de nasofaringe tienen desenlaces clínicos significativamente mejores que los adultos.[1,7] Sin embargo, el uso intensivo de quimioterapia y radioterapia produce importantes morbilidades agudas y a largo plazo, incluso neoplasias subsiguientes.[1-3,6]
El cáncer en niños y adolescentes es infrecuente, aunque desde 1975 se ha observado un aumento gradual de la incidencia general.[1] Se debe considerar la derivación a centros médicos que cuenten con un equipo multidisciplinario de especialistas en oncología con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este equipo multidisciplinario incorpora la pericia de los siguientes profesionales de atención de la salud y otros para asegurar que los niños reciban el tratamiento, los cuidados médicos de apoyo y la rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas:
Para obtener información sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los resúmenes sobre Cuidados médicos de apoyo y cuidados paliativos.
La American Academy of Pediatrics estableció pautas para los centros de oncología pediátrica y su función en el tratamiento de los pacientes de cáncer infantil.[2] En estos centros de oncología pediátrica, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar a la mayoría de los pacientes y familiares. Por lo general, los ensayos clínicos para los niños y adolescentes con cáncer se diseñan a fin de comparar un tratamiento que parece mejor con el tratamiento estándar actual. La mayoría de los avances en la identificación de tratamientos curativos para los cánceres infantiles se lograron mediante ensayos clínicos. Para obtener información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
Se han logrado mejoras notables en la supervivencia de niños y adolescentes con cáncer. Entre 1975 y 2020, la mortalidad por cáncer infantil disminuyó en más del 50 %.[3-5] Los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer necesitan un seguimiento minucioso, ya que es posible que los efectos secundarios del tratamiento del cáncer persistan o se presenten meses o años después de este. Para obtener información sobre la incidencia, el tipo y la vigilancia de los efectos tardíos en los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer, consultar Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez.
El cáncer infantil es una enfermedad rara con cerca de 15 000 casos anuales diagnosticados antes de los 20 años de edad en los Estados Unidos.[6] En la Rare Diseases Act of 2002 de los Estados Unidos, se define una enfermedad rara como la que afecta a poblaciones de menos de 200 000 personas. Por lo tanto, todos los cánceres infantiles se consideran enfermedades raras.
La designación de un tumor raro es diferente entre los grupos pediátricos y de adultos. En el caso de los adultos, se considera que un cáncer es raro cuando su incidencia anual es inferior a 6 casos por 100 000 personas. Representan hasta el 24 % de los cánceres diagnosticados en la Unión Europea y alrededor del 20 % de los cánceres diagnosticados en los Estados Unidos.[7,8] Además, tal como se indica a continuación, la designación de un tumor raro en la niñez no es uniforme entre los grupos internacionales:
La mayoría de los cánceres del subgrupo XI son melanomas o cánceres de tiroides, mientras que otros tipos de cáncer solo representan el 2 % de los cánceres en niños de 0 a 14 años y el 9,3 % de los cánceres en adolescentes de 15 a 19 años.
Estudiar estos cánceres raros es un reto por el número bajo de pacientes con cualquier diagnóstico individual, el predominio de estos cánceres raros en adolescentes y la carencia de ensayos clínicos con adolescentes que tienen estos cánceres.
También es posible obtener información sobre estos tumores en fuentes relacionadas con el cáncer en adultos, por ejemplo, Tratamiento del carcinoma de nasofaringe.
En el contexto del proyecto PARTNER (Paediatric Rare Tumours Network–European Registry), el European Cooperative Study Group for Pediatric Rare Tumors publicó recomendaciones integrales para el diagnóstico y el tratamiento del carcinoma de nasofaringe en niños y adolescentes.[1]
El tratamiento del carcinoma de nasofaringe es multimodal e incluye los siguientes procedimientos:
Se investigaron las dos siguientes modificaciones a este planteamiento:
El desenlace de los pacientes con carcinoma nasofaríngeo recidivante es precario y la mayoría de los pacientes presentan metástasis a distancia. Sin embargo, se pueden conseguir remisiones a largo plazo con la quimioterapia convencional. En una revisión retrospectiva de 14 pacientes pediátricos con carcinoma nasofaríngeo recidivante que se trataron con diferentes regímenes de quimioterapia, la tasa de supervivencia sin complicaciones a 3 años fue del 34 % y la tasa de supervivencia general fue del 44 %.[1]
Dado que la patogénesis del carcinoma de nasofaringe es muy particular, se han explorado las siguientes inmunoterapias para pacientes cuya enfermedad es resistente al tratamiento:
La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consultar el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Tratamiento del carcinoma de nasofaringe infantil de diagnóstico reciente
Se añadió texto para indicar que la adición de quimioterapia adyuvante o neoadyuvante a la quimiorradioterapia simultánea tiene aún mejores resultados. También se añadió texto para indicar que el grupo colaborativo Meta-Analysis of Chemotherapy in Nasopharyngeal Carcinoma (MAC-NPC) presentó un análisis de 26 ensayos con 7080 pacientes en total. En los resultados se observó que la adición de quimioterapia a la radioterapia reduce el riesgo de muerte, y que el cociente de riesgos instantáneos (CRI) de riesgo de muerte fue más bajo cuando se combinó la quimioterapia adyuvante o neoadyuvante con quimiorradioterapia simultánea en comparación con la quimiorradioterapia sola (se citó a Blanchard et al. como referencia 5).
Se añadió texto para indicar que en un estudio de fase III se comparó la quimiorradioterapia simultánea con o sin terapia de inducción con gemcitabina y cisplatino para pacientes con carcinoma de nasofaringe avanzado. En el estudio se encontró una mejora significativa de la supervivencia general (SG) en los pacientes que recibieron la quimioterapia de inducción con gemcitabina y cisplatino en comparación con quienes no recibieron quimioterapia de inducción.
Se añadió Inmunoterapia con inhibidores de puntos de control inmunitario como una opción de tratamiento para los pacientes con carcinoma de nasofaringe de diagnóstico reciente.
Se añadió texto para incluir las tasas actualizadas de supervivencia sin progresión y supervivencia general de los pacientes que recibieron toripalimab y aquellos que recibieron placebo en un ensayo clínico de fase III (se citó Mai et al. como referencia 22 y un nivel de evidencia B1).
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