Humo de tabaco en el ambiente y el cáncer

¿Qué es el humo de tabaco en el ambiente? 

El humo de tabaco en el ambiente (llamado algunas veces humo pasivo, humo de segunda mano, tabaquismo de segunda mano y tabaquismo involuntario o pasivo) es la combinación del humo de la corriente lateral o secundaria (el humo que resulta de la combustión de la punta de un cigarrillo o de otro producto de tabaco) y el humo de la corriente principal (el humo que exhala el fumador y que se esparce por el aire circundante)  (13).

Las principales situaciones de exposición al humo de tabaco en el ambiente son los lugares de trabajo, lugares públicos como bares, restaurantes y sitios recreativos, y casas (4). Los sitios de trabajo y las casas son especialmente fuentes importantes de exposición debido al tiempo que pasa la gente en estos lugares.  La casa es una fuente particularmente importante de exposición para lactantes y niños pequeños. Los niños y los adultos que no fuman pueden estar expuestos al humo de tabaco en el ambiente en los vehículos, en donde los grados de exposición pueden ser altos. Los grados de exposición pueden ser altos también en lugares públicos encerrados en donde se permite fumar, como restaurantes, bares y casinos, en donde la exposición puede ser substancial tanto para los trabajadores como para los clientes (3).

En Estados Unidos, el humo de tabaco en el ambiente proviene principalmente de los cigarrillos, seguidos de las pipas, los puros y otros productos de tabaco que se fuman.

¿Cómo se mide la exposición al humo de tabaco en el ambiente?

La exposición al humo de tabaco en el ambiente puede medirse al evaluar el aire del interior para partículas suspendidas (respirables); partículas que son suficientemente pequeñas para llegar a las vías respiratorias inferiores del pulmón humano) o de determinados productos químicos como la nicotina u otros elementos nocivos o posiblemente nocivos del humo de tabaco (3,5).

La exposición al humo de tabaco en el ambiente puede también ser evaluada al medir la concentración de marcadores biológicos como la cotinina (un subproducto del metabolismo) en la sangre, saliva u orina de una persona que no fuma (1). La nicotina, la cotinina, y otros productos químicos presentes en el humo del ambiente se han encontrado en los fluidos corporales de personas que no fuman expuestas al humo de tabaco en el ambiente.
 

¿Contiene el humo de tabaco en el ambiente sustancias químicas dañinas?

Sí. Muchas de las sustancias químicas que se encuentran en el humo inhalado por quienes fuman se encuentran también en el humo del ambiente (1, 3, 6, 7), incluyendo algunas que causan cáncer (1, 3, 7, 8).

Estos son:

Muchos factores afectan cuáles sustancias químicas se encuentran en el humo de tabaco en el ambiente y la cantidad de ellas.  Estos factores son el tipo de tabaco usado en la fabricación de un producto determinado, los productos químicos (incluyendo los sabores como el mentol) añadidos al tabaco, la forma como se fuma el producto de tabaco, y—para cigarrillos, puros, puritos— el material usado para envolver el tabaco (13,7).

¿Causa cáncer el humo de tabaco en el ambiente?

Sí. El Organismo de Protección Ambiental de EE. UU., el Programa Nacional de Toxicología de EE. UU., el Director General de Sanidad de EE. UU., y la Oficina Internacional para la Investigación de Cáncer han todos ellos clasificado al humo de tabaco en el ambiente como cancerígeno humano conocido (sustancia que causa cáncer) (1, 3, 7, 9). Además, el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH) ha concluido que el humo de tabaco en el ambiente es un carcinógeno ocupacional (3).

El Director General de Sanidad calcula que, durante el período de 2005 a 2009, la exposición al humo de tabaco en el ambiente causó más de 7300 muertes por cáncer de pulmón en adultos no fumadores cada año (10). 

Algunas investigaciones sugieren también que el humo de tabaco en el ambiente puede incrementar el riesgo de cáncer de seno, el cáncer de cavidad del seno nasal y el cáncer de nasofaringe en adultos (10) y el riesgo de leucemia, de linfoma y de tumores cerebrales en niños (3). Es necesario investigar aún más para determinar si hay una conexión entre la exposición al humo de segunda mano y estos cánceres.

¿Cuáles son los otros efectos de la exposición al humo de tabaco en el ambiente?

El humo de tabaco en el ambiente está asociado con enfermedades y con muerte prematura en adultos que no fuman y en niños (3, 7). La exposición al humo de tabaco en el ambiente irrita las vías respiratorias y tiene efectos nocivos inmediatos en el corazón y en los vasos sanguíneos de una persona. Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en 25 a 30 % (3). En los Estados Unidos, el humo de tabaco en el ambiente se calcula que causa casi 34 000 muertes por enfermedades cardíacas cada año (10). La exposición al humo de tabaco  en el ambiente puede aumentar también el riesgo de ataque cerebral en 20 a 30 % (10).

Se ha descubierto que la exposición al humo de tabaco en el ambiente durante el embarazo causa una reducción de la fecundidad, complicaciones del embarazo y resultados precarios en el nacimiento, incluyendo un deficiente desarrollo de los pulmones, peso inferior al nacer y parto prematuro (11).

Los niños expuestos al humo de tabaco en el ambiente tienen un riesgo mayor del síndrome de muerte súbita del lactante, infecciones de oído, resfríos, neumonía, bronquitis, y asma más grave. La exposición al humo de tabaco en el ambiente hace más lento el crecimiento de los pulmones de los niños y puede causarles tos, sibilancias y que sientan que les falta aire (3, 7, 10).

No existe un grado seguro de exposición al humo de tabaco en el ambiente. Aun niveles bajos de exposición pueden ser nocivos.

¿Cómo pueden usted y su familia protegerse del humo de tabaco en el ambiente?

La única forma de proteger por completo a quienes no fuman del humo de tabaco en el ambiente es eliminar que se fume en lugares privados y públicos de trabajo y crear políticas que prohíben fumar en espacios personales, incluyendo viviendas residenciales de unidades múltiples.  Abrir las ventanas, usar sistemas de ventilación y limitar el fumar a algunas de las habitaciones de la casa o durante algunas horas del día no elimina la exposición al humo de tabaco en el ambiente (3,4).

Las medidas que puede tomar para que se proteja usted y su familia son:

  • No permitir que se fume en su casa
  • No permitir a nadie fumar en su auto, aun cuando las ventanas estén abiertas
  • Asegurar que los lugares en donde se atiende a sus niños está prohibido fumar
  • Enseñar a los niños a evitar el humo de tabaco en el ambiente
  • Buscar restaurantes, bares y otros lugares en donde no se fuma (si su estado todavía permite fumar en zonas públicas)
  • Proteger a su familia del humo de tabaco en el ambiente y poner un buen ejemplo al no fumar o usar cualquier otro tipo de producto de tabaco. Para ayuda para dejar de fumar vea espanol.smokefree.gov/ o llame al 1-877-448-7848.

¿Emiten los cigarros electrónicos humo de tabaco en el ambiente?

Los cigarrillos electrónicos (con cartuchos para vaporizador) son dispositivos con baterías diseñados para calentar un líquido que contiene ordinariamente nicotina, para convertirlo en aerosol para ser inhalado por el usuario. Después de la inhalación, el usuario exhala el aerosol (12).

El uso de los cigarrillos electrónicos causa exposición a los aerosoles de segunda mano (más bien que al humo de segunda mano). Los aerosoles de segunda mano contienen sustancias dañinas y posiblemente dañinas, incluyendo nicotina, metales pesados como el plomo, compuestos orgánicos volátiles y sustancias que causan cáncer. Más información acerca de estos dispositivos está disponible en la página de los CDC sobre Cigarrillos electrónicos.

 

¿Qué se está haciendo con el fin de reducir la exposición de no fumadores al humo de tabaco en el ambiente?

A nivel nacional, se han aprobado varias leyes que no permiten fumar en lugares públicos. La ley federal prohíbe fumar en los vuelos de las líneas aéreas, en autobuses interestatales, y en la mayoría de los trenes. Fumar está prohibido también en la mayoría de los edificios federales por la Orden del Ejecutivo 13058 de 1997. La Ley de 1994 en favor de los niños prohíbe fumar en establecimientos que de ordinario proveen a niños servicios financiados con fondos federales.  El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano publicó una disposición final en diciembre de 2016, la cual fue puesta en práctica en julio de 2018, y prohíbe el uso de cigarrillos, puros, pipas y narguiles (pipas de agua) en autoridades de vivienda pública, incluyendo todas las habitaciones, áreas comunes internas y oficinas administrativas, así como en áreas del exterior en un perímetro de 25 pies de los edificios.

Muchos gobiernos estatales y locales han promulgado leyes que prohíben fumar en lugares de trabajo y lugares públicos, incluyendo restaurantes, bares, escuelas, hospitales, aeropuertos, terminales de autobuses, parques y playas.  Estas políticas que prohíben fumar han hecho disminuir sustancialmente la exposición al humo de tabaco en el ambiente en muchos lugares de trabajo en Estados Unidos (13). Más de la mitad de todos los estados han establecido leyes completas de prohibición de fumar que prohíben fumar en áreas interiores de los lugares de trabajo, restaurantes y bares, y algunos estados y comunidades han promulgado leyes que regulan fumar en edificios de viviendas múltiples y autos  (14). La Fundación de Derechos de no Fumadores Estadounidenses provee una lista de políticas estatales y locales de aire sin humo.

Para subrayar los riesgos para la salud del humo de tabaco en el ambiente, el Instituto Nacional del Cáncer requiere que las reuniones y conferencias organizadas por el NCI que se celebren en un estado, condado, o ciudad que haya adoptado una política completa de prohibición de fumar, al menos que circunstancias específicas justifiquen una excepción a esta política. 

Gente Sana 2020, una promoción total nacional de salud y marco de prevención de enfermedades establecido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS), incluye varios objetivos que responden a la meta de reducir enfermedades, discapacidad y muerte causadas por el uso de tabaco y la exposición al humo de tabaco en el ambiente. Para 2020, la meta de Gente Sana es reducir en 10 % la proporción de quienes no fuman expuestos al humo de tabaco en el ambiente.   Para ayudar a lograr esta meta, Gente Sana 2020 incluye ideas para intervenciones de la comunidad, como alentar la introducción de políticas de prohibición de fumar en todos los lugares de trabajo y otros lugares públicos de reunión, como los parques públicos, arenas deportivas y playas.

Debido a estas políticas y otras acciones, el porcentaje de quienes no  fuman que están expuestos al humo de tabaco en el ambiente descendió de 52,5 % durante 1999-2000 a 25,3 % durante 2011-2014 (15). La exposición al humo de tabaco en el ambiente descendió entre todos los subgrupos de la población, pero todavía existen desigualdades. De 2011 a 2014, 38 % de niños de 3 a 11 años, 50 % de negros no hispanos, 48 % de gente que vivía bajo el nivel de pobreza  y 39 % de gente que vivía en casas de renta estuvieron expuestos al humo de tabaco en el ambiente (15).