Edulcorantes artificiales y el cáncer
NOTA: En estos momentos, se evalúa la revisión de esta página. Esto es debido a que el 14 de julio 2023 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) incluyó el aspartamo en la categoría de “posiblemente carcinógeno para los seres humanos” (grupo 2B) y esta fue la respuesta de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
¿Qué son los edulcorantes artificiales?
Los edulcorantes artificiales, también llamados sustitutos del azúcar, edulcorantes no nutritivos o edulcorantes de alta intensidad, son sustancias químicas sintetizadas que se usan en vez de la sacarosa (azúcar común o de mesa) para endulzar los alimentos y las bebidas.
Debido a que los edulcorantes artificiales son mucho más dulces que el azúcar común, se necesitan cantidades mucho más pequeñas (200 a 20 000 veces menos) para obtener el mismo nivel de dulzura. El contenido en calorías de los edulcorantes en cantidades tan pequeñas es insignificante, por eso a veces se los describe como no nutritivos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó seis edulcorantes artificiales como aditivos alimentarios: sacarina, aspartamo, acesulfamo de potasio (acesulfamo-K o Ace-K), sucralosa, neotamo y advantamo. Antes de aprobar estos edulcorantes, la FDA revisó numerosos estudios de seguridad que se realizaron con cada edulcorante para identificar posibles daños a la salud. En los resultados de estos estudios no se comprobó que estos edulcorantes causan cáncer ni otros daños a las personas.
Además, la FDA considera que en los Estados Unidos hay tres edulcorantes de alta intensidad a base de plantas o frutas que en general se consideran de consumo seguro: estevia, luo han guo (conocido como fruta Swingle o extracto de fruta de monje) y taumatina.
¿Se observó una asociación entre los edulcorantes artificiales y el cáncer en los estudios en animales?
Las preocupaciones sobre los edulcorantes artificiales y el cáncer surgieron al comienzo cuando los primeros estudios vincularon la combinación de ciclamato con sacarina (y, en menor medida, el ciclamato solo) con el cáncer de vejiga en animales de laboratorio, en particular, en las ratas macho.
Debido a estos hallazgos, el ciclamato se prohibió en los Estados Unidos en 1969. Aunque las revisiones posteriores de esos datos experimentales y la evaluación de datos adicionales llevaron a los científicos a la conclusión de que el ciclamato no causa cáncer, no se ha vuelto a aprobar en los Estados Unidos (aunque está aprobado en muchos otros países).
En los estudios de laboratorio también se vinculó la sacarina en dosis altas con el cáncer de vejiga en las ratas. Por este motivo, el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos (NTP), que publica un informe sobre carcinógenos, en 1981 añadió la sacarina a la lista de sustancias que se prevé de forma razonable que causan cáncer en los seres humanos. Sin embargo, en los estudios que se examina cómo funciona una sustancia en el cuerpo se demostró que las formas en que la sacarina causa cáncer en ratas no son las mismas que en los seres humanos. Por eso, en 2000 se eliminó la sacarina de la lista. Para obtener más información sobre este cambio, consulte el informe del NTP Report on Carcinogens, Fifteenth Edition.
En la mayoría de los estudios de los otros cinco edulcorantes artificiales aprobados no hubo pruebas de que causaran cáncer u otros efectos adversos para la salud en los animales de laboratorio. En 2019, un grupo asesor de 29 científicos de 18 países dio prioridad alta a la revisión sobre el aspartamo en el programa de Monografías de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) para el período entre 2020 y 2024 (1).
¿Qué demostraron los estudios sobre las posibles asociaciones entre algunos edulcorantes artificiales y el cáncer en las personas?
Los estudios epidemiológicos (estudios de características, causas y control de enfermedades en grupos de personas) examinaron las posibles asociaciones entre el consumo de edulcorantes artificiales y los riesgos de varios tipos de cáncer en las personas. Cabe destacar que los estudios de este tipo no establecen una relación de causa y efecto porque es posible que haya otros factores además del uso de edulcorantes artificiales que expliquen las asociaciones observadas. Pero en estos estudios se obtiene información importante que luego se investiga en estudios adicionales que podrían ofrecer respuestas más definitivas.
En la mayoría de los estudios epidemiológicos, los investigadores calcularon el consumo de edulcorantes artificiales midiendo el consumo de bebidas endulzadas de forma artificial. En estos estudios no se encontraron pruebas que relacionen el consumo de las bebidas endulzadas artificialmente con el cáncer en las personas (2, 3).
Solo en pocos estudios se evaluó el consumo de edulcorantes artificiales de todas las fuentes de alimentación en lugar de usar una sola fuente de alimentación como indicador del consumo total. En 2022, en uno de estos estudios, el estudio de cohortes de NutriNet-Santé que se realizó en Internet, se informó sobre la incidencia de cáncer en más de 102 000 adultos franceses. Los participantes registraron en numerosas ocasiones durante el estudio todo lo que consumían las 24 horas, incluso los nombres y las marcas de los productos alimenticios comerciales (4). Esos registros alimenticios detallados permitieron a los investigadores calcular el consumo completo de todos los edulcorantes artificiales combinados.
Después de una mediana de seguimiento de alrededor de 8 años, la probabilidad general de cáncer fue un poco más alta en las personas que consumieron edulcorantes artificiales que en quienes no los consumieron (4). En particular, la probabilidad general de cáncer fue 1,13 veces mayor en las personas que consumieron cantidades más altas de todos los edulcorantes artificiales combinados que en quienes no consumieron ninguno.
Debido a que en algunos estudios se indicó que los edulcorantes artificiales se asocian con la obesidad y la obesidad a su vez se asocia con al menos 13 tipos de cáncer, los investigadores de NutriNet-Santé también buscaron asociaciones entre el consumo de edulcorantes artificiales y los cánceres relacionados con la obesidad en conjunto. El riesgo de cánceres relacionados con la obesidad aumentó de forma similar (1,13 veces) al riesgo de todos los cánceres en las personas que consumieron cantidades más altas de todos los edulcorantes artificiales en comparación con las que no los consumieron.
Sacarina
En muchos estudios epidemiológicos, se investigó si la sacarina se vincula con la incidencia del cáncer de vejiga, como se observó en los hallazgos en las ratas, pero no surgieron pruebas claras de esta asociación en los seres humanos. Los resultados de estos estudios en seres humanos contribuyeron a que se eliminara la sacarina del informe del NTP.
Aspartamo
En 2006, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) publicaron un análisis de los datos del Estudio sobre Alimentación y Salud de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP), en el que se pidió a más de medio millón de jubilados del país que respondieran a un cuestionario sobre el consumo de cuatro bebidas con aspartamo durante el último año. El mayor consumo de bebidas con aspartamo no se relacionó con la presentación de linfoma, leucemia o cáncer de encéfalo en más de 5 años de seguimiento (5).
En 2013, en una revisión de las pruebas epidemiológicas publicadas entre enero de 1990 y noviembre de 2012 tampoco se encontró una relación constante entre el uso de aspartamo y el riesgo de cáncer (6).
En 2022, en el estudio de cohorte de NutriNet-Santé, se informó que los adultos que consumían mayores cantidades de aspartamo tenían una probabilidad un poco mayor de presentar cáncer en general (1,15 veces más riesgo), cáncer de mama (1,22 veces más riesgo) y cánceres relacionados con la obesidad (1,15 veces más riesgo) que quienes no consumieron aspartamo (4).
Sucralosa
En distintos estudios no se comprobó que la sucralosa causara cáncer en los seres humanos (7). En el estudio de cohorte de NutriNet-Santé, el consumo de sucralosa no se relacionó con el riesgo de cáncer (4).
Acesulfamo de potasio
En el estudio de cohorte de NutriNet-Santé se informó que los adultos que consumían acesulfamo-K tenían 1,13 veces más riesgo de cáncer en general que quienes no consumían acesulfamo-K (4). En ningún otro estudio se examinó si el acesulfamo-K se relaciona con el cáncer en las personas.
Neotamo y advantamo
El neotamo y el advantamo son derivados del aspartamo. No hay estudios en los que se informe sobre riesgos de cáncer en los seres humanos vinculados con estos edulcorantes artificiales.
¿Contribuyen los edulcorantes artificiales a la obesidad?
Las personas quizás usen edulcorantes artificiales para reducir las calorías totales que consumen en su intento de evitar el sobrepeso y la obesidad, que se relacionaron con por lo menos 13 tipos de cáncer. Hay preocupación de que algunos edulcorantes artificiales podrían aumentar la obesidad, lo que tendría un efecto indirecto en el riesgo de cáncer, aunque los hallazgos son contradictorios (8). Por ejemplo, en un estudio clínico aleatorizado pequeño de adultos con sobrepeso u obesidad, los participantes que consumieron bebidas con sacarosa o sacarina tuvieron un aumento importante de peso corporal en comparación con quienes consumieron bebidas con aspartamo, rebaudiósido A (rebA, un tipo de estevia de alta pureza) o sucralosa (9). Sin embargo, en una revisión sistemática y un metanálisis de 17 estudios controlados aleatorizados en adultos, se observó que la sustitución de bebidas azucaradas por bebidas endulzadas de bajas calorías y sin calorías se relacionó con pequeñas mejoras en el peso corporal (10).