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Para algunas mujeres con cáncer de seno, el costo influye en las decisiones sobre la cirugía

, por Equipo del NCI

Mujer joven sentada en la mesa de la cocina, mirando varios estados de cuenta, una calculadora y una computadora portátil.

Las mujeres indicaron que toman varios factores en cuenta al decidir qué tipo de cirugía tener, incluido el costo.

Fuente: iStock

Algunas mujeres con diagnóstico de cáncer de seno pueden elegir entre distintos tipos de cirugía para la extirpación de los tumores. Debido a que estas opciones quirúrgicas tienen la misma eficacia, la decisión, a menudo, depende de la preferencia de la mujer respecto a factores como el tiempo de recuperación, las posibles complicaciones y el efecto en el aspecto físico.

Sin embargo, un nuevo estudio muestra que algunas mujeres también toman otro factor en consideración: el costo. En el estudio se determinó que el costo de la atención médica es especialmente importante para las mujeres de bajos ingresos. No obstante, los investigadores descubrieron que muy pocas mujeres indicaron haber hablado sobre los costos con su equipo médico, a pesar de su deseo de hacerlo.

“Los médicos hablan sobre muchas variables con las mujeres que enfrentan decisiones sobre tratamientos contra el cáncer de seno en los que se pueden tomar en cuenta ciertas preferencias, sin embargo, no se suele conversar sobre la posibilidad del daño económico”, dijo la investigadora principal, la doctora Rachel Greenup, una cirujana en el Duke Cancer Institute.  

En muchos estudios se ha determinado que los efectos adversos económicos, es decir, las dificultades provocadas por la carga de los costos médicos, son un verdadero problema para las personas con cáncer. “Ahora es el momento de identificar oportunidades para intervenciones que protejan a las pacientes que reciben atención costosa”, añadió la doctora Greenup.

Para algunas mujeres en el estudio, el costo de la atención fue más alto de lo que esperaban, y unas pocas de ellas indicaron que la carga económica imprevista interfirió con la atención médica posterior. Los resultados del estudio financiado por los NIH se publicaron en línea el 29 de julio en el Journal of Oncology Practice.

“Brindar a las pacientes información sobre el costo de la atención les permite tomar decisiones informadas sobre el tratamiento y también buscar, de antemano, estrategias que puedan disminuir su grado de dificultad económica”, dijo la doctora Janet de Moor, subdirectora adjunta del Programa de Investigación sobre la Administración de Atención Médica del NCI.

Consideración de los costos de la atención

Para incorporar a participantes en el estudio, los investigadores establecieron una colaboración con la Dr. Susan Love Research Foundation’s Army of Women, una coalición de voluntarios que promueve la participación en investigaciones sobre el cáncer de seno, y la Sisters Network of North Carolina, una organización de defensoría que se enfoca en el cáncer de seno en la comunidad afroamericana.

A los miembros de estas organizaciones se les envió información sobre el estudio por correo electrónico, y quienes aceptaron participar recibieron una encuesta en línea sobre cómo tomaron en cuenta el factor del costo en sus decisiones de tratamiento y cómo estas decisiones influyeron posteriormente en su atención.

Un poco más de 600 participantes que se habían sometido a cirugía para cáncer de seno en estadio de 0 a 3 se incluyeron en el análisis final. Su mediana de edad fue de 50 años, y la mayoría tenía cáncer de seno en estadio inicial. La mayoría de las mujeres eran de raza blanca (90 %), tenían cobertura de seguro médico privado (70 %) o Medicare (25 %) y contaban con estudios universitarios (78 %). Aproximadamente la mitad de ellas indicaron que los ingresos de su hogar eran de más de $74,000.

En general, el 43 % de las participantes se sometió a una cirugía para conservar el seno (también llamada lumpectomía), el 25 % se sometió a una mastectomía y el 32 % se sometió a una mastectomía doble o bilateral. El 36 % de las participantes también se sometió a una reconstrucción del seno.  

Si bien las participantes indicaron que el temor de que el cáncer regresara y el asesoramiento de su equipo médico fueron los factores más influyentes en las decisiones sobre qué tipo de cirugía tener, el 28 % dijo que también consideraron los costos. El costo fue un factor más importante para las mujeres con ingresos anuales del hogar menores que las que tenían ingresos mayores.

De hecho, las mujeres con los ingresos del hogar más bajos ($45,000 por año o menos) indicaron que el costo influyó más en su elección quirúrgica que los efectos físicos de los distintos tipos de cirugía, como la pérdida de sensibilidad del seno y un cambio en el aspecto físico del seno. Eso es significativo, dijo la doctora Greenup, porque los cirujanos “pasamos mucho tiempo hablando con las mujeres sobre la conservación y el aspecto físico de los senos, pero con muy poca frecuencia hablamos sobre el dinero”.

De hecho, menos de un cuarto de las participantes (el 22 %) indicaron haber hablado sobre los costos de la atención con su equipo médico.

“Estas conversaciones no están sucediendo habitualmente y, sin embargo, las pacientes desean información sobre los costos del tratamiento”, dijo la doctora de Moor, quien no participó en el estudio.

Efectos adversos económicos de la atención del cáncer

La doctora Greenup y sus colegas también investigaron cómo los costos de la atención del cáncer de seno afectaban la vida de las participantes.

Un tercio de las participantes indicó que los costos de su atención del cáncer de seno fueron mayores de lo que esperaban. Aunque la mayoría dijo que pagar por su tratamiento contra el cáncer no interfirió con su otra atención médica, un cuarto de las mujeres con los ingresos más bajos indicó que evitan a los médicos y a las pruebas médicas.

Algunas mujeres indicaron que agotaron sus ahorros o que pidieron un préstamo a familiares y amigos para pagar su tratamiento contra el cáncer de seno, y un tercio de las mujeres con los ingresos más bajos dijeron que, como consecuencia, tuvieron dificultad para pagar las necesidades básicas.

Tales efectos adversos económicos fueron mayores entre las mujeres que tuvieron una mastectomía doble, la elección quirúrgica más intensiva. “Puede haber algunas implicaciones económicas de elegir el tratamiento más intensivo, sin ningún beneficio en el desenlace clínico del cáncer”, explicó la doctora Greenup.
Eso es importante porque los índices de la mastectomía doble han aumentado durante los últimos decenios a pesar de que esta “no es médicamente necesaria para la gran mayoría de pacientes con cáncer de seno”, añadió.

Los investigadores señalaron unas pocas limitaciones de su estudio. Por ejemplo, los ingresos anuales, el nivel de educación y el nivel de cobertura de seguro médico del grupo del estudio eran más altos que los promedios nacionales.

Debido a esto, “es probable que este estudio esté subestimando la magnitud del problema”, dijo la doctora de Moor.

Fomento de conversaciones sobre el costo

La conclusión es que las mujeres con cáncer de seno desean saber sobre la información del costo de antemano, dijo la doctora Greenup, incluso las mujeres con ingresos más altos y cobertura adecuada de seguro médico.

Por consiguiente, el mensaje para los médicos es que “no deberían dudar en abordar las implicaciones económicas del tratamiento contra el cáncer, y las pacientes posiblemente reciban de buena manera las conversaciones sobre el costo”, dijo.

Sin embargo, hay varios obstáculos prácticos, señaló la doctora de Moor, como el hecho de que los médicos no están capacitados para tener tales conversaciones y la dificultad de calcular los costos de desembolso personal para las pacientes individuales.

“Eso no quiere decir que los costos se deban ignorar simplemente o que no haya otros miembros del equipo que puedan asegurarse de proporcionar esa información”, dijo.

Por ejemplo, algunos centros oncológicos tienen “asesores financieros” que ayudan a los pacientes con los aspectos económicos de la atención del cáncer. Sin embargo, queda mucho por hacer para “identificar y abordar las preocupaciones de las pacientes respecto al costo de una manera sistemática y bien coordinada”, agregó la doctora de Moor.

En última instancia, se necesitan más investigaciones para comprender las mejores maneras de comunicar la información sobre el costo y cómo la transparencia de los costos influye en los comportamientos de la paciente. Por el momento, dijo la doctora de Moor, muchas de las organizaciones oncológicas más destacadas están de acuerdo en que se debería proporcionar la información sobre los costos del tratamiento a las pacientes.

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