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Exámenes de detección del cáncer de piel (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Aspectos generales

Nota: En esta sección, se resume la evidencia científica publicada sobre la detección de este tipo de cáncer. En el resto del resumen, se describe la evidencia con más detalle.

También están disponibles otros resúmenes del PDQ relacionados:

Intervenciones

Para el cáncer de piel, el único procedimiento de detección que se ha propuesto de manera generalizada es el examen visual de la piel, que abarca el autoexamen por el propio paciente y el examen clínico por un profesional de la salud. Se han lanzado aplicaciones móviles que permiten evaluar lesiones cutáneas y detectar el cáncer de piel y el melanoma maligno.[1] No obstante, el uso de estas aplicaciones para el cáncer de piel se ha tornado problemático por la falta de evidencia de su exactitud diagnóstica y porque no se han estudiado en el contexto de programas de exámenes de detección a gran escala.[2-4] El uso de redes neuronales convolucionales para clasificar las imágenes de las lesiones del melanoma y el cáncer de piel es un área de investigación en crecimiento.[5-7]

Beneficios

No hay suficiente evidencia de que realizar exámenes de detección de cáncer de piel en la población reduzca la mortalidad por este cáncer. La evidencia es inadecuada para determinar si el examen visual de la piel en personas asintomáticas conduce a reducción de la mortalidad por cáncer de piel no melanomatoso. Además, se desconoce la repercusión del examen visual en la mortalidad por cáncer de piel no melanomatoso en poblaciones asintomáticas.

Magnitud del efecto: desconocida.

  • Diseño del estudio: evidencia directa de un solo estudio ecológico.
  • Validez interna: deficiente.
  • Congruencia: no aplica.
  • Validez externa: deficiente.

Perjuicios

A partir de evidencia razonable, aunque no cuantificada, el examen visual de la piel en personas asintomáticas quizás produzca consecuencias adversas. Estas incluyen complicaciones de las intervenciones diagnósticas o terapéuticas (como desenlaces cosméticos o funcionales deficientes), y los efectos psicológicos de recibir el diagnóstico de una enfermedad potencialmente mortal. Otras consecuencias perjudiciales son el sobrediagnóstico cuando se detecta una enfermedad biológicamente benigna, que de otra forma permanecería indetectable, o la posibilidad de un diagnóstico errado de una lesión maligna que en realidad es benigna.

Magnitud del efecto: desconocida.

  • Diseño del estudio: series de casos y estudios ecológicos.
  • Validez interna: razonable.
  • Congruencia: razonable.
  • Validez externa: razonable.
Bibliografía
  1. Buechi R, Faes L, Bachmann LM, et al.: Evidence assessing the diagnostic performance of medical smartphone apps: a systematic review and exploratory meta-analysis. BMJ Open 7 (12): e018280, 2017. [PUBMED Abstract]
  2. Kassianos AP, Emery JD, Murchie P, et al.: Smartphone applications for melanoma detection by community, patient and generalist clinician users: a review. Br J Dermatol 172 (6): 1507-1518, 2015. [PUBMED Abstract]
  3. Wolf JA, Moreau JF, Akilov O, et al.: Diagnostic inaccuracy of smartphone applications for melanoma detection. JAMA Dermatol 149 (4): 422-6, 2013. [PUBMED Abstract]
  4. Udrea A, Mitra GD, Costea D, et al.: Accuracy of a smartphone application for triage of skin lesions based on machine learning algorithms. J Eur Acad Dermatol Venereol 34 (3): 648-655, 2020. [PUBMED Abstract]
  5. Hekler A, Utikal JS, Enk AH, et al.: Superior skin cancer classification by the combination of human and artificial intelligence. Eur J Cancer 120: 114-121, 2019. [PUBMED Abstract]
  6. Esteva A, Kuprel B, Novoa RA, et al.: Dermatologist-level classification of skin cancer with deep neural networks. Nature 542 (7639): 115-118, 2017. [PUBMED Abstract]
  7. Phillips M, Marsden H, Jaffe W, et al.: Assessment of Accuracy of an Artificial Intelligence Algorithm to Detect Melanoma in Images of Skin Lesions. JAMA Netw Open 2 (10): e1913436, 2019. [PUBMED Abstract]

Incidencia y mortalidad del cáncer de piel

Hay dos tipos principales de cáncer de piel:

  • Carcinoma de queratinocitos.
    • Carcinoma de células basales.
    • Carcinoma de células escamosas.
  • Melanoma.

El carcinoma de células basales (CCB) y el carcinoma de células escamosas (CCE) son las formas más comunes de cáncer de piel. Tienen un pronóstico mucho más favorable que el melanoma, que aunque es menos frecuente, suele ser más maligno.

El carcinoma de queratinocitos es el cáncer más común en los Estados Unidos. Su incidencia está en aumento en algunas áreas de los Estados Unidos,[1] pero no en todas.[2] Es probable que las tasas de incidencia general en los Estados Unidos hayan estado en aumento desde hace varios años.[3,4] Al menos una parte de este aumento se explica por el creciente conocimiento sobre el cáncer de piel, que llevó a más investigación y a un aumento de las biopsias de lesiones cutáneas. No es posible calcular con exactitud el número total de casos y la tasa de incidencia del carcinoma de queratinocitos porque su notificación a los registros de cáncer no es obligatoria. Sin embargo, el número estimado de diagnósticos por año es de alrededor de 3 millones.[3,5] Este número supera a todos los otros tipos de cáncer según el cálculo de la American Cancer Society para 2023, que es de alrededor de 1,9 millones.[5]

El melanoma es un cáncer que se debe notificar a los registros de cáncer en los Estados Unidos, de manera que el cálculo de incidencia es más confiable que para el carcinoma de queratinocitos. Se estima que en 2023 se diagnosticarán 97 610 casos de melanoma invasivo y 89 070 casos de melanoma in situ. También se calcula que alrededor de 7990 personas morirán por melanoma en los Estados Unidos en 2023. Desde principios de la década de 2000, la tasa de incidencia del melanoma entre las personas menores de 50 años se ha estabilizado en las mujeres, pero disminuyó alrededor de un 1 % por año en los hombres. De 2015 a 2019, la tasa de incidencia entre las personas de 50 años o más se estabilizó en los hombres, pero aumentó alrededor de un 1 % por año en las mujeres.[5] De 2011 a 2020, las tasas de mortalidad disminuyeron cerca de un 5 % por año en adultos menores de 50 años y en un 3 % por año en personas de 50 años o más.[5] El aumento a largo plazo en las tasas de incidencia es producto, por lo menos en parte, de los exámenes de detección en entornos asistenciales y del autoexamen a raíz de las campañas para aumentar el conocimiento sobre el cáncer de piel.

En un estudio sobre las tasas de biopsias cutáneas y su relación con las tasas de incidencia de melanoma basado en el Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program del Instituto Nacional del Cáncer, se indicó que gran parte del aumento de la incidencia observado entre 1986 y 2001 fue por enfermedad local, y que lo más probable es que la causa fuera sobrediagnóstico por el aumento de las tasas de biopsias cutáneas durante ese período.[6] En un segundo estudio con datos de SEER entre 2002 y 2009, se notificaron hallazgos similares.[7]

La incidencia de melanoma también aumentó en los niños y adolescentes hasta el año 2002. Sin embargo, entre 2002 y 2019, hubo una reducción del 4,3 % en la tasa de incidencia anual de melanoma en niños y adolescentes en las bases de datos del National Childhood Cancer Registry.[8] Durante este periodo, la incidencia anual promedio en este grupo fue muy baja (4,7 por millón) lo que quizás llevó a tendencias falsas.[8] No obstante, también se observaron tendencias similares en Suecia.[9] En un estudio de los Estados Unidos sobre melanoma infantil, casi la mitad de los pacientes tenían enfermedad localizada (22 %, enfermedad in situ y 25 %, diseminación superficial); casi la mitad de los pacientes presentaban una enfermedad con un espesor de menos de un milímetro. Debido a que la mortalidad por melanoma infantil ha permanecido relativamente estable durante los mismos años,[10] es probable que el sobrediagnóstico explique, por lo menos en parte, el aumento en la incidencia.

Bibliografía
  1. Athas WF, Hunt WC, Key CR: Changes in nonmelanoma skin cancer incidence between 1977-1978 and 1998-1999 in Northcentral New Mexico. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 12 (10): 1105-8, 2003. [PUBMED Abstract]
  2. Harris RB, Griffith K, Moon TE: Trends in the incidence of nonmelanoma skin cancers in southeastern Arizona, 1985-1996. J Am Acad Dermatol 45 (4): 528-36, 2001. [PUBMED Abstract]
  3. Rogers HW, Weinstock MA, Harris AR, et al.: Incidence estimate of nonmelanoma skin cancer in the United States, 2006. Arch Dermatol 146 (3): 283-7, 2010. [PUBMED Abstract]
  4. Leiter U, Eigentler T, Garbe C: Epidemiology of skin cancer. Adv Exp Med Biol 810: 120-40, 2014. [PUBMED Abstract]
  5. American Cancer Society: Cancer Facts and Figures 2023. American Cancer Society, 2023. Available online. Last accessed Dec. 15, 2023.
  6. Welch HG, Woloshin S, Schwartz LM: Skin biopsy rates and incidence of melanoma: population based ecological study. BMJ 331 (7515): 481, 2005. [PUBMED Abstract]
  7. Weinstock MA, Lott JP, Wang Q, et al.: Skin biopsy utilization and melanoma incidence among Medicare beneficiaries. Br J Dermatol 176 (4): 949-954, 2017. [PUBMED Abstract]
  8. National Cancer Institute: NCCR*Explorer: An interactive website for NCCR cancer statistics. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Available online. Last accessed December 15, 2023.
  9. Austin MT, Xing Y, Hayes-Jordan AA, et al.: Melanoma incidence rises for children and adolescents: an epidemiologic review of pediatric melanoma in the United States. J Pediatr Surg 48 (11): 2207-13, 2013. [PUBMED Abstract]
  10. Lewis KG: Trends in pediatric melanoma mortality in the United States, 1968 through 2004. Dermatol Surg 34 (2): 152-9, 2008. [PUBMED Abstract]

Factores de riesgo del cáncer de piel

La evidencia epidemiológica indica que la exposición a la radiación UV y la sensibilidad individual de la piel a la radiación UV son factores de riesgo de cáncer de piel, aunque el tipo de exposición (intensidad alta y de corta duración vs. exposición crónica) y el patrón de exposición (continua vs. intermitente) quizás difieran entre los tres tipos principales de cáncer de piel.[1-3] Además, la predisposición genética y el sistema inmunitario tal vez cumplen funciones en la etiopatogenia del cáncer de piel.[4] Las personas que reciben trasplantes de órganos y medicamentos inmunodepresores tienen un riesgo elevado de cáncer de la piel, en especial, el carcinoma de células escamosas (CCE). La exposición al arsénico también aumenta el riesgo de CCE cutáneo.[5,6]

La incidencia de melanoma aumenta rápidamente entre las personas blancas luego de los 20 años. Las personas de tez clara que se exponen al sol tienen el riesgo más alto. Las personas que tienen ciertos tipos de lesiones pigmentadas (nevos displásicos o atípicos), que presentan varios nevos no displásicos grandes, muchos nevos pequeños o un número moderado de pecas tienen un riesgo doble o triple de melanoma.[7] Las personas con síndrome del nevo displásico familiar o con varios nevos displásicos o atípicos tienen un riesgo alto (>5 veces) de melanoma.[4,7]

Es importante aclarar que en la población general la mayoría de los melanomas no surgen en nevos preexistentes. En un metanálisis de estudios publicados entre 1948 y 2016, se encontró que la prevalencia de melanomas asociados a nevos fue de solo un 29 % en comparación con un 71 % de prevalencia de melanomas nuevos.[8]

Bibliografía
  1. Koh HK: Cutaneous melanoma. N Engl J Med 325 (3): 171-82, 1991. [PUBMED Abstract]
  2. Preston DS, Stern RS: Nonmelanoma cancers of the skin. N Engl J Med 327 (23): 1649-62, 1992. [PUBMED Abstract]
  3. English DR, Armstrong BK, Kricker A, et al.: Case-control study of sun exposure and squamous cell carcinoma of the skin. Int J Cancer 77 (3): 347-53, 1998. [PUBMED Abstract]
  4. Hawkes JE, Truong A, Meyer LJ: Genetic predisposition to melanoma. Semin Oncol 43 (5): 591-597, 2016. [PUBMED Abstract]
  5. Thomas VD, Aasi SZ, Wilson LD, et al.: Cancer of the skin. In: DeVita VT Jr, Hellman S, Rosenberg SA, eds.: Cancer: Principles and Practice of Oncology. Vols. 1 & 2. 8th ed. Lippincott Williams & Wilkins, 2008, pp 1863-87.
  6. Le Mire L, Hollowood K, Gray D, et al.: Melanomas in renal transplant recipients. Br J Dermatol 154 (3): 472-7, 2006. [PUBMED Abstract]
  7. Gandini S, Sera F, Cattaruzza MS, et al.: Meta-analysis of risk factors for cutaneous melanoma: I. Common and atypical naevi. Eur J Cancer 41 (1): 28-44, 2005. [PUBMED Abstract]
  8. Pampena R, Kyrgidis A, Lallas A, et al.: A meta-analysis of nevus-associated melanoma: Prevalence and practical implications. J Am Acad Dermatol 77 (5): 938-945.e4, 2017. [PUBMED Abstract]

Exactitud del diagnóstico clínico de melanoma

Se ha señalado una variabilidad entre médicos durante la evaluación de lesiones cutáneas y sus respectivas muestras de biopsias. En una revisión sistemática de 32 estudios se comparó la exactitud diagnóstica de dermatólogos y médicos de atención primaria al establecer el diagnóstico clínico de melanoma y se concluyó que no hubo una diferencia estadísticamente significativa en la exactitud. Sin embargo, los resultados no fueron concluyentes debido al tamaño pequeño de la muestra y la debilidad en el diseño del estudio.[1] En estudios posteriores se observó aumento de la exactitud diagnóstica de lesiones melanocíticas por parte de los dermatólogos,[2,3] pero no hay suficientes especialistas para cubrir las demandas de exámenes de detección a nivel de población.

En un estudio de 187 patólogos que ejercían en los Estados Unidos, se encontró una concordancia inferior al 50 % en el diagnóstico de casos que abarcaron desde nevos moderadamente displásicos a melanoma invasor en estadio temprano, al compararlos con un diagnóstico de referencia definido por un consenso entre patólogos expertos.[4] En la población de los Estados Unidos, se estima que el 82,8 % (intervalo de confianza 95 %, 81,0–84,5 %) de los diagnósticos de lesiones melanocíticas en biopsias de piel podrían verificarse mediante la revisión y consenso de un grupo de referencia de patólogos expertos.[4] Además, la diferenciación entre los tumores melanocíticos benignos y malignos durante un examen histológico de muestras de biopsia es variable, incluso cuando está a cargo de dermatopatólogos con experiencia.[5,6] Esta variabilidad en el diagnóstico de lesiones melanocíticas debilita los resultados de los estudios sobre la eficacia de los exámenes de detección y también desvirtúa la eficacia de cualquier intervención de detección. Asimismo, este hallazgo indica la importancia de solicitar una segunda opinión del análisis patológico de las muestras de biopsia.[5-7] Un abordaje estandarizado de patología para clasificar la interpretación de las lesiones de piel melanocíticas quizás también reduzca la confusión y mejore la comunicación entre profesionales.[4,6,8,9]

Bibliografía
  1. Chen SC, Bravata DM, Weil E, et al.: A comparison of dermatologists' and primary care physicians' accuracy in diagnosing melanoma: a systematic review. Arch Dermatol 137 (12): 1627-34, 2001. [PUBMED Abstract]
  2. Chen SC, Pennie ML, Kolm P, et al.: Diagnosing and managing cutaneous pigmented lesions: primary care physicians versus dermatologists. J Gen Intern Med 21 (7): 678-82, 2006. [PUBMED Abstract]
  3. Corbo MD, Wismer J: Agreement between dermatologists and primary care practitioners in the diagnosis of malignant melanoma: review of the literature. J Cutan Med Surg 16 (5): 306-10, 2012 Sep-Oct. [PUBMED Abstract]
  4. Elmore JG, Barnhill RL, Elder DE, et al.: Pathologists' diagnosis of invasive melanoma and melanocytic proliferations: observer accuracy and reproducibility study. BMJ 357: j2813, 2017. [PUBMED Abstract]
  5. Farmer ER, Gonin R, Hanna MP: Discordance in the histopathologic diagnosis of melanoma and melanocytic nevi between expert pathologists. Hum Pathol 27 (6): 528-31, 1996. [PUBMED Abstract]
  6. Lott JP, Elmore JG, Zhao GA, et al.: Evaluation of the Melanocytic Pathology Assessment Tool and Hierarchy for Diagnosis (MPATH-Dx) classification scheme for diagnosis of cutaneous melanocytic neoplasms: Results from the International Melanoma Pathology Study Group. J Am Acad Dermatol 75 (2): 356-63, 2016. [PUBMED Abstract]
  7. Piepkorn MW, Longton GM, Reisch LM, et al.: Assessment of Second-Opinion Strategies for Diagnoses of Cutaneous Melanocytic Lesions. JAMA Netw Open 2 (10): e1912597, 2019. [PUBMED Abstract]
  8. Piepkorn MW, Barnhill RL, Elder DE, et al.: The MPATH-Dx reporting schema for melanocytic proliferations and melanoma. J Am Acad Dermatol 70 (1): 131-41, 2014. [PUBMED Abstract]
  9. Radick AC, Reisch LM, Shucard HL, et al.: Terminology for melanocytic skin lesions and the MPATH-Dx classification schema: A survey of dermatopathologists. J Cutan Pathol 48 (6): 733-738, 2021. [PUBMED Abstract]

Evidencia de los beneficios de los exámenes de detección

Más del 90 % de los melanomas que surgen en la piel se pueden reconocer a simple vista. Muy a menudo la fase de crecimiento horizontal es prolongada y se produce una expansión tumoral centrífuga debajo de la epidermis, pero no hay invasión de la dermis subyacente. Es posible que la fase de crecimiento horizontal de tiempo para la detección temprana. El melanoma se cura más fácil cuando se trata antes de que empiece la fase de crecimiento vertical que acarrea potencial metastásico.[1]

La probabilidad de que el tumor recidive durante los 10 años que siguen a una resección curativa es inferior a un 10 % en tumores con un grosor de menos de 1,4 mm. Los pacientes con tumores de grosor inferior a 0,76 mm presentan una probabilidad de recidiva a los 10 años de menos de un 1 %.[2]

En una revisión sistemática se examinó la evidencia de los exámenes de detección para el cáncer de piel hasta mediados de 2005 y se concluyó que no hay suficiente evidencia directa de una mejora en los desenlaces debido a los exámenes de detección del cáncer de piel.[3] En una revisión actualizada publicada en 2016 se encontró poca evidencia de que los exámenes de detección del cáncer de piel reduzcan la mortalidad por melanoma.[4,5]

No hay ensayos aleatorizados en los que se evalúe la eficacia de los exámenes de detección del cáncer de piel para el control de la mortalidad. En Queensland (Australia) se comenzó un ensayo poblacional (con aleatorización por conglomerados) para determinar el efecto de los exámenes de detección del cáncer de piel en la mortalidad por melanoma; sin embargo, perdió la financiación después de la fase piloto inicial, y no se informaron los desenlaces de salud.[6]

Se llevaron a cabo dos estudios ecológicos con datos recolectados en Alemania. El primero fue un proyecto piloto entre 2003 y 2004, periodo durante el que se implementó un programa de detección del cáncer de piel en un estado federal. La posible reducción en la mortalidad por melanoma gracias al uso de exámenes de detección llevó a la implementación de programas de detección del cáncer de piel en todo el país en 2008.[7,8] Estos programas ofrecieron exámenes cutáneos de todo el cuerpo cada 2 años a las personas mayores de 35 años. En el segundo estudio ecológico, se comparó la mortalidad por melanoma en Alemania con la mortalidad por melanoma en regiones de 22 países europeos durante los años 2000 a 2013; ninguno de los países contaba con programas de exámenes de detección. Después del ajuste por posibles factores de confusión, se observaron tasas de mortalidad por melanoma maligno similares en las 22 regiones europeas y en Alemania, lo que indica ausencia de beneficio de los exámenes de detección.[9]

Bibliografía
  1. Friedman RJ, Rigel DS, Kopf AW: Early detection of malignant melanoma: the role of physician examination and self-examination of the skin. CA Cancer J Clin 35 (3): 130-51, 1985 May-Jun. [PUBMED Abstract]
  2. Blois MS, Sagebiel RW, Abarbanel RM, et al.: Malignant melanoma of the skin. I. The association of tumor depth and type, and patient sex, age, and site with survival. Cancer 52 (7): 1330-41, 1983. [PUBMED Abstract]
  3. Wolff T, Tai E, Miller T: Screening for skin cancer: an update of the evidence for the U.S. Preventive Services Task Force. Ann Intern Med 150 (3): 194-8, 2009. [PUBMED Abstract]
  4. Wernli KJ, Henrikson NB, Morrison CC, et al.: Screening for Skin Cancer in Adults: Updated Evidence Report and Systematic Review for the US Preventive Services Task Force. JAMA 316 (4): 436-47, 2016. [PUBMED Abstract]
  5. Bibbins-Domingo K, Grossman DC, Curry SJ, et al.: Screening for Skin Cancer: US Preventive Services Task Force Recommendation Statement. JAMA 316 (4): 429-35, 2016. [PUBMED Abstract]
  6. Aitken JF, Elwood JM, Lowe JB, et al.: A randomised trial of population screening for melanoma. J Med Screen 9 (1): 33-7, 2002. [PUBMED Abstract]
  7. Katalinic A, Waldmann A, Weinstock MA, et al.: Does skin cancer screening save lives? An observational study comparing trends in melanoma mortality in regions with and without screening. Cancer 118 (21): 5395-402, 2012. [PUBMED Abstract]
  8. Eisemann N, Waldmann A, Holleczek B, et al.: Observed and expected mortality in the German skin cancer screening pilot project SCREEN. J Med Screen 25 (3): 166-168, 2018. [PUBMED Abstract]
  9. Kaiser M, Schiller J, Schreckenberger C: The effectiveness of a population-based skin cancer screening program: evidence from Germany. Eur J Health Econ 19 (3): 355-367, 2018. [PUBMED Abstract]

Evidencia de los perjuicios de los exámenes de detección

Los perjuicios no se han estudiado a fondo ni hay informes en términos cuantitativos, pero es posible que los exámenes de detección del cáncer de piel conlleven consecuencias adversas. En el estudio piloto SCREEN en Alemania, al 4,4 % de todos los participantes sometidos a exámenes de detección se les extirpó una lesión cutánea sospechosa, pero la mayoría de las biopsias no produjeron un diagnóstico de cáncer. La edad, en especial, afectó la tasa de detección. Se detectó un caso de melanoma por cada 28 lesiones extirpadas (ambos sexos), mientras que se necesitaron 52 lesiones extirpadas para detectar un caso de melanoma en hombres de 20 a 34 años.[1]

El examen visual de la piel en personas asintomáticas a veces conlleva complicaciones cosméticas o funcionales debido a intervenciones diagnósticas o terapéuticas, y hay efectos psicológicos de recibir el diagnóstico de una enfermedad potencialmente mortal, aunque se carece de datos sólidos sobre la frecuencia de estos efectos. Otras consecuencias perjudiciales son el sobrediagnóstico por detección de una enfermedad biológicamente benigna, que permanecería indetectable,[2-4] o la posibilidad de un diagnóstico errado de una lesión maligna que en realidad es benigna. Para obtener más información, consultar la sección Exactitud del diagnóstico clínico de melanoma.

Bibliografía
  1. Waldmann A, Nolte S, Geller AC, et al.: Frequency of excisions and yields of malignant skin tumors in a population-based screening intervention of 360,288 whole-body examinations. Arch Dermatol 148 (8): 903-10, 2012. [PUBMED Abstract]
  2. Welch HG, Woloshin S, Schwartz LM: Skin biopsy rates and incidence of melanoma: population based ecological study. BMJ 331 (7515): 481, 2005. [PUBMED Abstract]
  3. Weinstock MA, Lott JP, Wang Q, et al.: Skin biopsy utilization and melanoma incidence among Medicare beneficiaries. Br J Dermatol 176 (4): 949-954, 2017. [PUBMED Abstract]
  4. Schoffer O, Schülein S, Arand G, et al.: Tumour stage distribution and survival of malignant melanoma in Germany 2002-2011. BMC Cancer 16 (1): 936, 2016. [PUBMED Abstract]

Actualizaciones más recientes a este resumen (06/08/2023)

Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.

Aspectos generales

Se añadió texto para indicar que, en esta sección, se resume la evidencia científica publicada sobre la detección del cáncer de piel. En el resto del resumen, se describe la evidencia con más detalle.

Incidencia y mortalidad del cáncer de piel

Se añadió a la American Cancer Society como referencia 5.

Se actualizaron las estadísticas con el número estimado de casos nuevos de melanoma y melanoma in situ y defunciones por melanoma para 2023. También se revisó el texto para indicar que desde principios de la década de 2000, la tasa de incidencia del melanoma entre las personas menores de 50 años se ha estabilizado en las mujeres, pero disminuyó alrededor de un 1 % por año en los hombres. De 2015 a 2019, la tasa de incidencia entre las personas de 50 años o más se estabilizó en los hombres, pero aumentó alrededor de un 1 % por año en las mujeres. De 2011 a 2020, las tasas de mortalidad disminuyeron cerca de un 5 % por año en adultos menores de 50 años y en un 3 % por año en personas de 50 años o más.

Se revisó texto para indicar que la incidencia del melanoma también aumentó en los niños y adolescentes hasta el año 2002. Sin embargo, entre 2002 y 2019 hubo una reducción del 4,3 % en la tasa de incidencia anual de melanoma en niños y adolescentes en las bases de datos del National Childhood Cancer Registry (se citó al Instituto Nacional del Cáncer como referencia 8).

El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención es responsable de la redacción y actualización de este resumen y mantiene independencia editorial respecto del NCI. El resumen refleja una revisión independiente de la bibliografía médica y no representa las políticas del NCI ni de los NIH. Para obtener más información sobre las políticas relativas a los resúmenes y la función de los consejos editoriales del PDQ responsables de su actualización, consultar Información sobre este resumen del PDQ e Información del PDQ® sobre el cáncer dirigida a profesionales de la salud.

Información sobre este resumen del PDQ

Propósito de este resumen

Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre los exámenes de detección del cáncer de piel. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención, que mantiene independencia editorial respecto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa este resumen de manera periódica y, en caso necesario, lo actualiza. Este resumen es el resultado de una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de política del NCI ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:

  • Si el artículo se debe analizar en una reunión del consejo.
  • Si conviene añadir texto acerca del artículo.
  • Si se debe reemplazar o actualizar un artículo que ya se citó.

Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.

Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.

Niveles de evidencia

Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.

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Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:

PDQ® sobre los exámenes de detección y la prevención. PDQ Exámenes de detección del cáncer de piel. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/piel/pro/deteccion-piel-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

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