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Exámenes para detectar el cáncer colorrectal y los pólipos

¿Qué es el cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal es cáncer que aparece en el colon o el recto, o en ambos sitios. Es una enfermedad en la que las células anormales en el colon o el recto se multiplican sin control hasta que forman un tumor maligno (canceroso).

Partes del colon. Imagen de la parte anterior del abdomen en la que se observan cuatro secciones del colon: colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoide. También se muestran el intestino delgado, el ciego y el recto. El ciego, el colon, el recto y el conducto anal forman el intestino grueso. El ciego, el colon ascendente y el colon transverso forman el colon superior o proximal. El colon descendente y el colon sigmoide forman el colon inferior o distal.

La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen como un bulto o una lesión en el tejido que reviste el interior del colon o el recto. Las lesiones sobresalen (en forma de pólipo) o, con menos frecuencia, son planas o un poco hundidas. Los pólipos que sobresalen a veces tienen un tallo llamado pedúnculo (pólipos pediculados) que se une a la parte interior del colon o del recto. Otras veces, crecen en la superficie sin un pedúnculo (pólipos sésiles). 

Los pólipos colorrectales son comunes en las personas mayores de 50 años y, en la mayoría de los casos, no se vuelven cancerosos. Pero hay un tipo de pólipo llamado adenoma que es más probable que se convierta en cáncer.

El cáncer colorrectal es el tercer tipo más común de cáncer que no es de piel. En los hombres, sigue al cáncer de próstata y al cáncer de pulmón. En las mujeres, sigue al cáncer de seno (mama) y al cáncer de pulmón.  Después del cáncer de pulmón, es la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos. En 2021, se calcula que a 149 500 personas en los Estados Unidos se les diagnosticará cáncer colorrectal y que 52 980 personas morirán por la enfermedad (1). 

¿Quién corre riesgo de tener cáncer colorrectal?

En los Estados Unidos, el cáncer colorrectal es más común en los adultos entre 65 y 74 años. Las tasas de nuevos casos de cáncer colorrectal disminuyen en los adultos de 50 o más años porque hubo un aumento en los exámenes de detección sistemática y cambios en algunos de los factores de riesgo (por ejemplo, menos tabaquismo) (2). Pero la incidencia está en aumento en los adultos más jóvenes (24), por motivos desconocidos. 

En un análisis de los datos del registro de cáncer de la población de los Estados Unidos del programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del NCI de 2000 a 2014 se indica que, durante cada año de este período la incidencia del cáncer colorrectal aumentó el 2,7 % en las personas de 20 a 39 años y el 1,7 % en las de 40 a 49 años. Sin embargo, se observó una disminución del 0,5 % en las personas de 50 a 59 años, del 3,3 % en las de 60 a 69 años y del 3,8 % en las de 70 a 79 años (5). 

Aunque el porcentaje aumentó más en los grupos más jóvenes que en los grupos de más edad, se diagnosticaron menos cáncer colorrectal en las personas más jóvenes que en las personas mayores. Por ejemplo, de 2000 a 2014, se diagnosticaron 22,5 cánceres colorrectales por cada 100 000 personas de 40 a 49 años, en comparación con 128,6 cánceres colorrectales diagnosticados por cada 100 000 personas de 60 a 69 años.

Los factores de riesgo principales del cáncer colorrectal son la edad avanzada y ciertas afecciones médicas hereditarias (como el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar). Sin embargo, el riesgo mayor se relacionó con otros factores de riesgo, como los antecedentes familiares de la enfermedad, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la inactividad física, el tabaquismo y, quizás, la alimentación.

Además, las personas con antecedentes de enfermedad intestinal inflamatoria (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) tienen un riesgo mayor de cáncer colorrectal que las personas sin estas afecciones.  

¿Qué métodos se usan para detectar el cáncer colorrectal en las personas?

Hay varios exámenes de detección para ayudar a los médicos a detectar el cáncer colorrectal antes de que aparezcan los síntomas, cuando suele ser más tratable. Con algunos exámenes, incluso es posible extirpar los adenomas y los pólipos antes de que se vuelvan cancerosos. Es decir, los exámenes de detección del cáncer colorrectal a veces evitan el cáncer, además de detectarlo temprano.

La Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) considera que los siguientes son métodos aceptables para la detección del cáncer colorrectal:   

  • Pruebas de materia fecal. Tanto los pólipos como los cánceres colorrectales pueden sangrar. Las pruebas de materia fecal sirven para detectar sangre en la materia fecal (heces) aunque haya muy poca sangre que no se ve a simple vista. (Otras enfermedades, como las hemorroides, también causan que haya sangre en la materia fecal). 

En la actualidad, hay tres tipos de pruebas de materia fecal aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para la detección del cáncer colorrectal: 1) prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT), 2) prueba inmunoquímica o inmunohistoquímica fecal (FIT o iFOBT), y 3) prueba multidirigida de ADN en materia fecal (FIT-ADN). Para estas pruebas, el paciente recibe un paquete (kit) para obtener la muestra de materia fecal que luego se envía al médico. Si el resultado da positivo, se recomienda que la persona se haga una colonoscopia.

  • En la gFOBT, se usa una sustancia química para detectar hemo, un componente de la hemoglobina, que es una proteína en la sangre. Pero como con esta prueba también se detecta hemo de algunos alimentos (por ejemplo, carnes rojas), las personas deben evitar ciertos alimentos antes de hacérsela.
  • En la FIT, se usan anticuerpos para detectar la proteína hemoglobina (5, 6). No hace falta una dieta especial antes de hacerse la FIT.
  • Con la FIT-ADN, se detecta la hemoglobina además de ciertos biomarcadores de ADN. El ADN proviene de células en el revestimiento del colon y el recto que se diseminan y se acumulan en la materia fecal al pasar por el intestino grueso y el recto.

En estudios aleatorizados se demostró que la gFOBT, cuando se realiza cada 1 a 2 años en personas de 50 a 80 años, ayuda a disminuir las muertes por cáncer colorrectal (7, 8). En estudios más recientes se demostró que la FIT detecta más cánceres colorrectales que la gFOBT (es decir, es más sensible) (9). Si la gFOBT o la FIT es el único tipo de examen de detección de cáncer colorrectal que se realiza, los expertos por lo general recomiendan hacerse la prueba cada 1 o 2 años (10).

En un estudio de personas con riesgo promedio de tener cáncer de colon y sin síntomas de problemas de colon (11), la FIT-ADN fue más sensible que la FIT. Pero también fue más probable que la FIT-ADN identificara algo anormal en la persona cuando en realidad no lo tenía (es decir, dio más resultados positivos falsos, que a veces lleva a colonoscopias innecesarias). Los expertos suelen recomendar hacerse la FIT-ADN cada 3 años como mínimo (6).

  • Sigmoidoscopia. En esta prueba, el médico examina el recto y el colon sigmoide con un sigmoidoscopio, un instrumento flexible en forma de tubo, con una luz y un lente para observar, y una herramienta para extraer tejido. El médico introduce el sigmoidoscopio a través del ano y el recto hasta el colon sigmoide. A medida que pasa el tubo, infla el colon con un poco de aire para ver mejor el revestimiento del colon. Durante la sigmoidoscopia, es posible extraer bultos anormales del recto y el colon sigmoide que luego se analizan mediante biopsias. Hay que prepararse un poco para que la parte inferior del colon no tenga materia fecal antes de la sigmoidoscopia. En general, la persona no recibe sedantes para esta prueba.

En los estudios clínicos, se demostró que hacerse la sigmoidoscopia disminuye los riesgos de tener cáncer colorrectal y de morir por la enfermedad (1216). Para las personas con riesgo promedio que tienen una prueba que dio un resultado negativo, los expertos suelen recomendar una sigmoidoscopia cada 5 a 10 años (10). Las personas que se hacen una sigmoidoscopia también pueden hacerse una FIT cada varios años. 

  • Colonoscopia. En esta prueba, el médico examina el recto y el colon completo con un colonoscopio, un instrumento flexible en forma de tubo, con una luz y un lente para observar, y una herramienta para extraer tejido. Como el sigmoidoscopio (que es más corto), el colonoscopio se introduce por el ano al recto y al colon. A medida que se pasa el tubo, se infla el colon con un poco de aire para ver mejor el revestimiento del colon. Durante la colonoscopia, es posible extirpar cualquier bulto anormal que se encuentre en el recto o el colon. La preparación para la colonoscopia requiere una limpieza profunda de todo el colon antes de la prueba. La mayoría de las personas reciben algún tipo de sedante durante la colonoscopia.

Los resultados de un metanálisis de seis estudios de observación indicaron que un examen de detección con colonoscopia disminuye de forma considerable los riesgos de presentar cáncer colorrectal y de morir por la enfermedad (17). Para las personas con riesgo promedio cuyas pruebas dan resultado negativo, los expertos recomiendan una colonoscopia cada 10 años. 

  • La colonoscopia virtual, también llamada colonografía por tomografía computarizada (TC), es un método de detección en el que se usa un equipo especial de rayos X (un escáner de TC) para tomar una serie de fotografías del colon y el recto desde el exterior del cuerpo. Luego, se usa una computadora para juntar estas fotografías y crear imágenes detalladas que a veces muestran pólipos y otras anomalías. Al igual que con la colonoscopia estándar, se necesita una limpieza profunda del colon antes de esta prueba. Si durante una colonoscopia virtual se encuentran pólipos u otros bultos anormales, lo habitual es realizar una colonoscopia estándar para extraerlos. 

Debido a que la colonoscopia virtual también crea imágenes de áreas fuera del colon y el recto, a veces se descubren por casualidad otros problemas para los que se necesitan procedimientos de seguimiento. Es posible que con la colonoscopia virtual no se logre observar pólipos pequeños (18). Pero como la mayoría de los pólipos pequeños no suelen volverse cancerosos, tal vez no sea beneficioso extraerlos.
 

  • Otros métodos. Hay otros exámenes para detectar el cáncer colorrectal, pero no se suelen recomendar. 

Prueba del ADN en la sangre (biopsia líquida). La FDA aprobó el uso de un análisis de sangre para detectar alteraciones en un gen llamado SEPT9 en adultos de 50 años o más con un riesgo promedio de cáncer colorrectal, a quienes se les ofreció antes la posibilidad de hacerse exámenes de detección de este cáncer, pero que nunca se los hicieron. Aún no se comprobó que esta prueba disminuya el número de muertes por cáncer colorrectal.

Enema de bario de doble contraste. Esta prueba es otro método para visualizar el colon desde el exterior del cuerpo. El paciente recibe un enema con una solución de bario y luego se toman imágenes radiográficas en serie de todo el colon y el recto. El bario ayuda a destacar los bordes del colon y el recto en las imágenes. No es común que se use el enema de bario de doble contraste en la detección del cáncer colorrectal. Pero a veces se usa cuando la persona no se puede hacer una colonoscopia estándar, por ejemplo, porque corre un riesgo especial de complicaciones.

Prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT) realizada con una sola muestra en el consultorio médico. A veces, los médicos hacen la gFOBT con la muestra de materia fecal que obtienen durante un examen digital del recto, como parte de un examen físico habitual. No está comprobado que este enfoque sea un método eficaz para la detección del cáncer colorrectal (19).

¿A quiénes se recomiendan los exámenes de detección del cáncer colorrectal?

Los grupos médicos expertos, incluso la Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) (6), recomiendan mucho hacerse los exámenes de detección de cáncer colorrectal. Aunque algunos detalles de las recomendaciones varían según el grupo, la mayoría recomienda ahora que, en general, las personas con riesgo promedio de cáncer colorrectal se hagan exámenes periódicos a partir de los 45 o 50 años (6, 10, 2022).

En general, los grupos médicos expertos recomiendan continuar con los exámenes de detección hasta los 75 años. Entre los 76 y 85 años, la decisión de hacerse los exámenes de detección depende de la esperanza de vida del paciente, el estado de salud, otras enfermedades que tenga y los resultados de los exámenes anteriores. 

En el caso de las personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal debido a antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos avanzados comprobados, enfermedad intestinal inflamatoria o ciertas enfermedades hereditarias (como el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar, es posible que se recomienden los exámenes de detección a una edad más temprana o con más frecuencia.

¿Cómo deciden las personas y los médicos qué exámenes de detección de cáncer colorrectal usar?  

Es importante hacerse los exámenes de detección de cáncer colorrectal. Las distintas pruebas tienen ventajas y desventajas. Las personas deben conversar con el médico sobre la prueba más adecuada.

La decisión sobre qué examen hacerse, depende de factores como los siguientes:

En el cuadro siguiente se resumen las características de los exámenes de detección de cáncer colorrectal que las personas deben considerar al elegir una prueba.  

Prueba Dieta y medicamentos antes de la prueba Procedimiento invasivo Preparación (limpieza del colon) Sedante Frecuencia  Otras consideraciones
Pruebas de materia fecal gFOBT (si); FIT o FIT-ADN (no) No No No Cada 1 o 3 años, según la prueba Si da resultado positivo, quizás se hace una colonoscopia de seguimiento
Sigmoidoscopia Sí  Sí (menos que para la colonoscopia) No es común Cada 5 a 10 años, tal vez con FIT más frecuentes

Es posible extraer el tejido anormal durante el examen

Riesgo muy leve de lesión o de perforación del revestimiento del colon

Poco acceso a esta prueba en los Estados Unidos (23)

Colonoscopia Cada 10 años

Es posible extraer el tejido anormal durante el examen

Hay un leve riesgo de lesión o perforación del colon

Colonoscopia virtual No No No Cada 5 años

Si da resultado positivo, quizás se hace una colonoscopia de seguimiento

No está disponible en todas partes y el seguro tal vez no la cubra.

A veces se detecta algo anormal fuera del colon y requiere seguimiento.

Hay exposición a un poco de radiación.   

¿Paga el seguro médico los exámenes de detección de cáncer colorrectal?

El Mercado de Seguros Médicos y muchos otros planes de seguro médico tienen obligación de cubrir el costo del examen de detección de cáncer colorrectal porque es un servicio preventivo. Medicare cubre varios exámenes de detección de cáncer colorrectal para sus beneficiarios. Pero en la actualidad, Medicare y algunas compañías de seguros no pagan el costo de la colonoscopia virtual. Para obtener información específica sobre los beneficios de Medicare relacionados con los exámenes de detección de cáncer colorrectal, consulte el sitio web de Medicare.

Una colonoscopia de seguimiento se considera un examen diagnóstico. Este tipo de colonoscopia se hace después de que un examen de detección da un resultado positivo (como una prueba de materia fecal con resultados anormales o una lesión observada en una colonoscopia de detección). El seguro tal vez no cubra el costo o no cubra el mismo monto que para una colonoscopia de detección. Algunas compañías de seguros consideran que una colonoscopia de detección en la que se descubre un pólipo que se debe extraer es un examen diagnóstico y lo cobran como tal. Las personas deben consultar con la compañía de seguro médico para averiguar qué cobertura tienen para el examen de detección de cáncer colorrectal y cuánto sería el gasto por cuenta propia (gasto de bolsillo) si la prueba identifica algo anormal que necesita seguimiento.

¿Qué pasa si se identifica algo anormal en un examen de detección de cáncer colorrectal?

Si en el examen de detección se identifica algo anormal (una lesión o un tumor), se suelen hacer más pruebas. Más a menudo, como en el caso de una prueba de sangre oculta en materia fecal, estas pruebas adicionales incluyen una colonoscopia si todavía no se hizo. Si se encuentra algo anormal durante una sigmoidoscopia, es posible hacer una biopsia o una polipectomía durante la prueba, y tal vez se recomiende una colonoscopia de seguimiento. Si se encuentra algo anormal durante una colonoscopia estándar, es posible hacer una biopsia o una polipectomía durante la prueba para saber si es cáncer. Si se detecta algo anormal durante una colonoscopia virtual, se deriva al paciente a hacerse una colonoscopia estándar.

¿Qué pruebas nuevas se están creando para la detección del cáncer colorrectal?

Entre los nuevos métodos que se están explorando para la detección del cáncer colorrectal hay técnicas para mejorar la visualización del colon. Una técnica es la colonoscopia con cápsula, también llamada endoscopia con cápsula, en la que una persona traga una cápsula parecida a una píldora que tiene una cámara inalámbrica diminuta. La cámara toma fotos del interior del tubo digestivo y las envía a una grabadora pequeña que el paciente lleva puesta en la cintura o el hombro. El médico observa las fotos en una computadora para identificar signos de enfermedad. El paciente elimina la cápsula al defecar. Es necesario limpiar el colon antes de esta prueba. No se usa solo como examen de detección. Este método se aprobó solo para los pacientes que programaron una colonoscopia que no se completó y para detectar pólipos en el colon de los pacientes con indicios de sangrado en la porción baja del tubo digestivo (hemorragia digestiva baja). 

Otro método nuevo para la detección del cáncer colorrectal es buscar células que los pólipos y los tumores colorrectales liberan en la sangre (24). Pero estas células que se llaman células tumorales circulantes (CTC), no son muy comunes. Los investigadores crearon una técnica ultrasensible de detección de CTC unidas a anticuerpos para aislar células epiteliales colorrectales asociadas a los tumores y a los adenomas colorrectales en las muestras de sangre (25). En un estudio de eficacia preliminar, con esta prueba de CTC en la sangre se logró diferenciar a pacientes de cáncer o con adenomas colorrectales de las personas sanas (26).

Los investigadores también identificaron moléculas pequeñas (metabolitos) en la orina que tal vez indiquen la presencia de tumores y pólipos colorrectales (27, 28). En un estudio clínico, se identificó mejor a los pacientes con adenomas con las pruebas de metabolitos en la orina que con las pruebas de materia fecal (29).

Los investigadores también quieren mejorar la sensibilidad de las pruebas que usan la materia fecal para detectar pólipos de tipo adenoma (que no son cancerosos pero que podrían convertirse en cáncer colorrectal). Para esto, analizan la materia fecal para comprobar si hay una serie de biomarcadores. Por ejemplo, se midieron las concentraciones de tres biomarcadores de proteínas en la materia fecal: hemoglobina, calprotectina y SERPINF2. Esto ayudó a mejorar la capacidad de la FIT en un 35 % para detectar lesiones avanzadas (incluso el cáncer colorrectal) y no disminuyó la especificidad (30).

Para buscar estudios clínicos en los que se investigan métodos para detectar el cáncer colorrectal, consulte la base de datos de estudios clínicos del NCI (en inglés). O llame al Servicio de Información de Cáncer (CIS) del NCI al 1-800-422-6237 para obtener ayuda con la búsqueda en la base de datos de estudios clínicos.

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