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Exámenes para detectar el cáncer colorrectal y los pólipos

¿Qué es el cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal es cáncer que aparece en el colon, el recto, o en ambos sitios. Es una enfermedad en la que las células anormales del colon o el recto se multiplican sin control hasta formar un tumor maligno (canceroso).

Partes del colon. Imagen de la parte anterior del abdomen en la que se observan cuatro secciones del colon: colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoide. También se muestran el intestino delgado, el ciego y el recto. El ciego, el colon, el recto y el conducto anal forman el intestino grueso. El ciego, el colon ascendente y el colon transverso forman el colon superior o proximal. El colon descendente y el colon sigmoide forman el colon inferior o distal.

La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen como un bulto anormal o una lesión en el tejido que reviste el interior del colon o el recto. Las lesiones sobresalen (pólipos) o, con menos frecuencia, son planas o un poco hundidas. Los pólipos que sobresalen a veces tienen un tallo llamado pedúnculo (pólipos pediculados) que se une a la superficie interior del colon o del recto. Otras veces, crecen en la superficie sin un pedúnculo (pólipos sésiles). 

Los pólipos colorrectales son comunes en las personas mayores de 50 años y, en la mayoría de los casos, no se vuelven cancerosos. Pero hay un tipo de pólipo llamado adenoma que es más probable que se convierta en cáncer.

El cáncer colorrectal es el tercer tipo más común de cáncer que no es de piel. En los hombres, le sigue al cáncer de próstata y al cáncer de pulmón. En las mujeres, le sigue al cáncer de mama (seno) y al cáncer de pulmón.  Después del cáncer de pulmón, es la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos. En 2024, se calcula que a 152 810 personas en los Estados Unidos se les diagnosticará cáncer colorrectal y que 53 010 personas morirán por la enfermedad (1). 

¿Quién corre riesgo de tener cáncer colorrectal?

La edad es uno de los principales factores de riesgo del cáncer colorrectal. En los Estados Unidos, el cáncer colorrectal se diagnostica con más frecuencia a adultos entre 65 y 74 años. De 2017 a 2021, por cada 100 000 personas, las tasas de incidencia de cáncer colorrectal fueron las siguientes: 8,6 en personas menores de 50 años; 69,8 en personas de 50 a 64 años; y 156,9 en personas de 65 años o más. 

Sin embargo, la incidencia del cáncer colorrectal aumentó en los grupos más jóvenes y disminuyó en los grupos de edad avanzada. Por ejemplo, de 2012 a 2021, se presentaron los siguientes cambios en el número de casos nuevos de cáncer colorrectal diagnosticados por cada 100 000 personas:

  • aumentó el 3,8 % por año en las personas de entre 15 y 39 años, de 4,1 a 5,6
  • aumentó el 1,2 % por año en las personas de entre 40 y 64 años, de 46,1 a 52,1
  • disminuyó un 2,2 % por año en las personas de entre 65 y 74 años, de 148,2 a 120,8
  • disminuyó un 2,7 % por año en las personas de 75 años o más, de 244,9 a 192,7

Se desconocen las razones del aumento de la incidencia en las personas más jóvenes, pero quizás se relacione con cambios en la prevalencia de ciertos factores de riesgo.

Además de la edad, otros factores de riesgo importantes del cáncer colorrectal son ciertas afecciones hereditarias (como el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar), antecedentes familiares de cáncer colorrectal y antecedentes personales de enfermedad intestinal inflamatoria (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn).

Se sabe que hay otros factores que se relacionan con pequeños aumentos del riesgo. Estos incluyen el consumo moderado o excesivo de alcohol, la obesidad, la inactividad física y el consumo de cigarrillos.

Además, las personas con antecedentes de enfermedad intestinal inflamatoria (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) tienen un riesgo mayor de cáncer colorrectal que las personas sin estas afecciones.  

¿A quiénes se recomiendan los exámenes de detección del cáncer colorrectal?

Los grupos médicos expertos, incluso la Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) (2), recomiendan mucho los exámenes de detección de cáncer colorrectal. Si bien algunos de los detalles de las recomendaciones varían, en la actualidad la mayoría de los grupos indican que las personas con riesgo promedio de cáncer colorrectal se hagan exámenes periódicos a partir de los 45 años (26).

En general, los grupos médicos expertos recomiendan continuar con los exámenes de detección hasta los 75 años. Entre los 76 y 85 años, la decisión de hacerse los exámenes de detección depende de la esperanza de vida del paciente, el estado de saludy los resultados de los exámenes anteriores. 

En el caso de las personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal debido a ciertas afecciones hereditarias (como el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar), antecedentes familiares de cáncer colorrectal, antecedentes personales de pólipos avanzados o enfermedad intestinal inflamatoria, los exámenes de detección tal vez se recomienden a una edad más temprana o con mayor frecuencia.

¿Qué métodos se usan para detectar el cáncer colorrectal en las personas?

Hay distintos exámenes de detección para ayudar a los médicos a detectar el cáncer colorrectal antes de que aparezcan los síntomas, cuando puede que sea más fácil de tratar. Con algunos de estos exámenes, incluso es posible detectar y extirpar los adenomas y los pólipos antes de que se vuelvan cancerosos. Es decir, algunos tipos de exámenes de detección del cáncer colorrectal sirven para prevenir el cáncer además de detectarlo de manera temprana.

  • Pruebas de materia fecal. Tanto los pólipos como los cánceres colorrectales pueden sangrar. Las pruebas de materia fecal sirven para detectar sangre en la materia fecal (heces), incluso cantidades mínimas de sangre que no se ven a simple vista. (La sangre oculta en la materia fecal también indica la presencia de afecciones que no son cancerosas, como las hemorroides). Para estas pruebas, el paciente recibe un kit con el que debe obtener la muestra de materia fecal que luego se envía a un laboratorio para su análisis. Si el resultado es positivo, se recomienda que la persona se haga una colonoscopia.

    La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó varios tipos de pruebas de materia fecal para detectar el cáncer colorrectal, como las siguientes:
    • Prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT). Prueba en la que se usa una sustancia química para detectar el hematina hemo, un componente de la proteína hemoglobina que se encuentra en la sangre. Pero como con esta prueba también se detecta el hemo de algunos alimentos (por ejemplo, carnes rojas), las personas deben evitar ciertos alimentos antes de hacerse la prueba. Si la gFOBT es el único tipo de examen de detección de cáncer colorrectal que se realiza, los expertos por lo general recomiendan hacerse la prueba cada 1 o 2 años (3).
    • Prueba inmunoquímica fecal (FIT o iFOBT). Prueba en la que se usan anticuerpos para detectar de manera específica la proteína hemoglobina (5, 6). No hace falta una dieta especial antes de hacerse la FIT. Si la FIT es el único tipo de examen de detección de cáncer colorrectal que se realiza, los expertos por lo general recomiendan hacerse la prueba cada 1 o 2 años (3).
    • Prueba multidirigida de ADN en materia fecal (sDNA-FIT). La prueba sDNA-FIT (Cologuard) detecta la hemoglobina, junto con ciertos biomarcadores del ADN. El ADN proviene de células del revestimiento del colon y el recto que se desprenden y se acumulan en la materia fecal, cuando esta pasa por el intestino grueso y el recto. Los expertos suelen recomendar hacerse la sDNA-FIT cada 3 años como mínimo (2).
       
  • Pruebas de visualización directa. Hay tres pruebas de visualización directa que se usan para los exámenes de detección del cáncer colorrectal. Las tres consisten en bombear aire en el colon con un tubo que se introduce por el ano hasta el recto para inflar el colon de modo que el médico pueda ver el revestimiento con más claridad. De estas tres pruebas, la colonoscopia es la prueba de visualización directa más común en los Estados Unidos.
    • Colonoscopia. En esta prueba, el médico examina el recto y todo el colon con un colonoscopio, un instrumento flexible en forma de tubo, con una luz, una lente para observar y una herramienta para extraer tejido. El colonoscopio se introduce por el ano hasta el recto. Durante la colonoscopia, es posible extirpar cualquier bulto anormal que se encuentre en el recto o el colon. La preparación para la colonoscopia requiere una limpieza profunda de todo el colon antes de la prueba. La mayoría de los pacientes reciben algún tipo de sedante durante la colonoscopia.

      Para las personas con riesgo promedio, los expertos recomiendan una colonoscopia de detección cada 10 años.
    • Colonoscopia virtual. Esta prueba, también llamada colonografía por tomografía computarizada (TC), es un método de detección en el que se usa un equipo especial de rayos X (un escáner de TC) para tomar una serie de fotografías del colon y el recto desde el exterior del cuerpo. Luego, se usa una computadora para juntar estas fotografías y crear imágenes detalladas que a veces muestran pólipos y otras anomalías. Al igual que con la colonoscopia estándar, se necesita una limpieza profunda del colon antes de esta prueba. La colonoscopia virtual es mucho menos invasiva que la colonoscopia estándar (a excepción del bombeo de aire en el colon), pero si durante una colonoscopia virtual se encuentran pólipos u otros bultos anormales, lo habitual es realizar una colonoscopia estándar para extraerlos.

      Debido a que la colonoscopia virtual también crea imágenes de áreas fuera del colon y el recto, a veces se descubren por casualidad otros problemas para los que se necesitan otros procedimientos de seguimiento. Es posible que con la colonoscopia virtual no se logre observar pólipos pequeños (7). Pero como la mayoría de los pólipos pequeños no suelen volverse cancerosos, tal vez no sea beneficioso extraerlos. Los expertos recomiendan hacerse los exámenes de detección con colonoscopia virtual cada 5 años.
    • Sigmoidoscopia. En esta prueba, el médico examina el recto y el colon sigmoide con un sigmoidoscopio, un instrumento flexible en forma de tubo, con una luz, una lente para observar y una herramienta para extraer tejido, que se introduce por el ano hasta el recto y el colon sigmoide. Durante la sigmoidoscopia, es posible extraer bultos anormales del recto y el colon sigmoide que luego se analizan (biopsia). Hay que prepararse un poco para que la parte inferior del colon no tenga materia fecal antes de la sigmoidoscopia. En general, la persona no recibe sedantes para esta prueba.

      Para las personas con riesgo promedio, los expertos suelen recomendar una sigmoidoscopia de detección cada 5 o 10 años (3). Las personas que se hacen una sigmoidoscopia también pueden hacerse una FIT cada varios años.
       
  • Análisis de sangre. La FDA aprobó una prueba, llamada Epi proColon 2.0, para detectar un biomarcador molecular (SEPT9 metilado) que las células de cáncer colorrectal liberan en el torrente sanguíneo. Se aprobó  adultos de 50 años o más con riesgo promedio de cáncer colorrectal a quienes se les ofreció hacerse exámenes de detección de cáncer colorrectal con una prueba de materia fecal o una prueba de visualización directa, pero que no se los hicieron.

    Además, se aprobó otra prueba de sangre (Shield) como examen de detección del cáncer colorrectal para adultos de 45 años o más que tienen un riesgo promedio de la enfermedad. En esta prueba se analiza el ADN del plasma para detectar ciertos cambios, incluso la presencia de variantes genéticas dañinas.

    Los análisis de sangre aún no se incorporan a las pautas clínicas para los exámenes de detección de cáncer colorrectal de primera línea.
     
  • Otros métodos. Aunque a veces se usan otras pruebas para detectar el cáncer colorrectal, los grupos de expertos no suelen recomendarlas.
    • Enema de bario de doble contraste (EBDC). Esta prueba es otro método para visualizar el colon desde el exterior del cuerpo. El paciente recibe un enema con una solución de bario y luego se toman imágenes radiográficas en serie de todo el colon y el recto. El bario ayuda a destacar los bordes del colon y el recto en las imágenes. No es común que se use el enema de bario de doble contraste en la detección del cáncer colorrectal. Pero a veces se usa cuando la persona no se puede hacer una colonoscopia estándar, por ejemplo, porque corre un riesgo especial de complicaciones.
    • Prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT). Esta prueba se realiza con una sola muestra en el consultorio médico. A veces, los médicos hacen la gFOBT con la muestra de materia fecal que obtienen durante un examen digital del recto, como parte de un examen físico habitual. Sin embargo, este enfoque no es un método eficaz para detectar el cáncer colorrectal (8).

¿Cómo deciden las personas y los médicos qué exámenes de detección de cáncer colorrectal usar?  

Las distintas pruebas tienen ventajas y desventajas diferentes. Las personas deben hablar con su médico sobre la prueba más adecuada.

La decisión sobre qué examen hacerse, depende de factores como los siguientes:

  • la edad, los antecedentes médicos, los antecedentes familiares y el estado de salud general de la persona;
  • los posibles daños de la prueba (las pruebas más invasivas tienen más riesgos que las pruebas menos invasivas);
  • la preparación necesaria para la prueba;
  • la necesidad de usar sedantes para la prueba;
  • la atención de seguimiento necesaria después de la prueba;
  • la conveniencia de la prueba;
  • el costo de la prueba y la cobertura del seguro médico.

En el cuadro siguiente se resumen las características clave de los exámenes de detección de cáncer colorrectal que las personas deben considerar al elegir una prueba.

PruebaDieta y medicamentos antes de la pruebaProcedimiento invasivoPreparación (limpieza del colon)SedanteFrecuencia Otras consideraciones
Pruebas de materia fecalSí para gFOBT; no para FIT o sDNA-FIT o mt-sRNANoNoNoCada 1 o 3 años, según la pruebaSi da resultado positivo, quizás se hace una colonoscopia de seguimiento
SigmoidoscopiaSí Sí (menos que para la colonoscopia)No es comúnCada 5 a 10 años, tal vez con FIT más frecuentes

Es posible extraer el tejido anormal durante el examen

Riesgo muy leve de lesión o de perforación del revestimiento del colon

No está disponible de maner amplia en los Estados Unidos (9)

ColonoscopiaCada 10 años

Es posible extraer el tejido anormal durante el examen

Hay un riesgo leve de lesión o perforación del revestimiento del colon

Colonoscopia virtualNoSí (mínimo)NoCada 5 años

Si el resultado es positivo, se hace una colonoscopia de seguimiento

No está disponible de manera amplia y el seguro tal vez no la cubra

A veces se detecta algo anormal fuera del colon que requiere seguimiento

Exposición a una cantidad pequeña de radiación  

¿Paga el seguro médico los exámenes de detección de cáncer colorrectal?

El Mercado de Seguros Médicos y muchos otros planes de seguro médico tienen obligación de cubrir el costo del examen de detección de cáncer colorrectal porque es un servicio preventivoMedicare cubre varios exámenes de detección de cáncer colorrectal para sus beneficiarios. Pero en la actualidad, Medicare y algunas compañías de seguros no pagan el costo de la colonoscopia virtual. Para obtener información específica sobre los beneficios de Medicare relacionados con los exámenes de detección de cáncer colorrectal, consulte el sitio web de Medicare.

Una colonoscopia de seguimiento se considera un examen diagnóstico. Este tipo de colonoscopia se hace después de que se obtuvo un resultado positivo en un examen de detección (como una prueba de materia fecal con resultados anormales o una lesión observada en una colonoscopia de detección). En ese caso, el seguro tal vez no cubra el costo total de una colonoscopia de detección. Algunas compañías de seguros consideran que una colonoscopia de detección en la que se descubre un pólipo que se debe extraer es una prueba diagnóstica y lo cobran como tal. Antes de la prueba, las personas deben consultar con la compañía de seguro médico para averiguar qué cobertura tienen para el examen de detección de cáncer colorrectal y cuánto sería el gasto por cuenta propia si en la prueba se identifica algo anormal que necesita seguimiento.

¿Qué pasa si se identifica algo anormal en un examen de detección de cáncer colorrectal?

Si se encuentra una anomalía durante una colonoscopia estándar, se extirpa (polipectomía) o se realiza una biopsia, y se examinan las células para saber si hay cáncer. Si se encuentra una anomalía durante una sigmoidoscopia, tal vez no se realice una polipectomía o una biopsia, y quizás se recomiende una colonoscopia de seguimiento. Si se encuentra una anomalía con otra prueba de detección, se necesitará una colonoscopia para un examen directo del colon.

¿Qué pruebas nuevas se están creando para la detección del cáncer colorrectal?

Los investigadores estudian nuevos marcadores sanguíneos para detectar temprano el cáncer colorrectal. Por ejemplo, los tumores liberan en la sangre fragmentos pequeños de ARN llamados microARN empaquetados en estructuras diminutas en forma de saco llamadas exosomas. Se demostró que los microARN empaquetados como exosomas podrían ser útiles para la detección temprana del cáncer de páncreas y quizás también para el cáncer colorrectal.

También está en evaluación una técnica con inteligencia artificial (IA), que se llama detección asistido por computadora (CAD), para saber si puede mejorar la interpretación de las imágenes de colonoscopia por médicos con experiencia. En varios estudios clínicos se encontró que la adición de CAD aumentó la detección de pólipos pequeños con pocas probabilidades de convertirse en cáncer, pero no la de adenomas avanzados. Sin embargo, en estos estudios se usaron técnicas de CAD basadas en la IA primitiva. Las técnicas de IA más recientes quizás mejoren la detección por CAD de adenomas avanzados.      

Los investigadores siguen mejorando la sensibilidad de las pruebas que usan la materia fecal para detectar pólipos de tipo adenoma avanzado (que no son cancerosos pero que podrían convertirse en cáncer colorrectal). Para esto, analizan la materia fecal con el fin de comprobar si hay otros tipos de biomarcadores (que no son ADN). Por ejemplo, para la detección del cáncer colorrectal, en 2024 se aprobó una prueba multidirigida de ARN (mt-sRNA) en materia fecal (ColoSense) que detecta la hemoglobina oculta (con la prueba FIT), junto con las concentraciones de 8 marcadores de ARN relacionados con el cáncer colorrectal. (Esta prueba aún no está disponible en el mercado y los expertos aún no recomiendan un rango de detección para esta prueba).

Los investigadores también descubrieron que medir las concentraciones de 3 biomarcadores de proteínas en la materia fecal (hemoglobina, calprotectina y SERPINF2) mejoró la capacidad de la FIT para detectar lesiones avanzadas (incluso el cáncer colorrectal) y no disminuyó la especificidad.

La colonoscopia con cápsula (también se llama endoscopia con cápsula) es una técnica que se sigue explorando para mejorar la visualización del colon. Una persona se traga una cápsula que contiene una cámara inalámbrica diminuta. La cámara toma fotografías del interior del tubo digestivo y las envía a una grabadora pequeña que el paciente lleva puesta en la cintura o el hombro. El médico observa las fotos en una computadora para identificar signos de enfermedad. El paciente elimina la cápsula durante la defecación. Es necesario limpiar el colon antes de esta prueba. Este método se aprobó solo para los pacientes que programaron una colonoscopia que no se completó y para detectar pólipos en el colon de los pacientes con indicios de sangrado en la porción baja del tubo digestivo (hemorragia digestiva baja). Sin embargo, no se usa solo como examen de detección para las personas con riesgo promedio.

Bibliografía selecta

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