Tratamiento del cáncer de hígado
Hay diferentes tipos de tratamiento para las personas con cáncer de hígado. Algunos tratamientos son estándar (se usan en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos.
Tipos de tratamiento
Vigilancia
La vigilancia se usa para las lesiones menores de 1 cm que se encuentran mediante los exámenes de detección. El seguimiento suele hacerse cada 3 meses. La vigilancia es la observación detallada del estado de salud de una persona sin darle tratamiento; a menos, que haya cambios en los resultados de las pruebas que demuestren que la afección empeora. Durante la vigilancia activa se hacen ciertos exámenes (pruebas) y procedimientos siguiendo un programa regular.
Cirugía
Es posible hacer una hepatectomía parcial (cirugía para extirpar la parte del hígado con cáncer). Se quita un trozo de tejido en forma de cuña, un lóbulo completo o una parte más grande del hígado y un poco del tejido sano que lo rodea. El tejido que queda del hígado se encarga de las funciones de este órgano y a veces vuelve a crecer.
Trasplante de hígado
En un trasplante, se extirpa todo el hígado y se reemplaza con uno sano de un donante. Este procedimiento es posible cuando la enfermedad solo está en el hígado y se obtiene un hígado donado. Si la persona debe esperar por el hígado de un donante, se usa otro tratamiento según sea necesario.
Terapia de ablación
En la terapia de ablación, se extrae o se destruye tejido. Los diferentes tipos de terapia de ablación que se usan para el cáncer de hígado son los siguientes:
- Ablación por radiofrecuencia: en este procedimiento, se introducen agujas especiales en la piel o en una incisión del abdomen para llegar al tumor. Después, se usan ondas de radio de alta energía que calientan las agujas y el tumor para destruir células cancerosas.
- Terapia con microondas: en este procedimiento, se usan microondas para exponer el tumor a temperaturas altas. De esta manera, las células cancerosas se destruyen o se vuelven más sensibles a la radioterapia y a ciertos medicamentos contra el cáncer.
- Inyección percutánea de etanol: en este procedimiento, se usa una aguja pequeña para inyectar etanol (alcohol puro) en el tumor y destruir células cancerosas. Es posible que se necesiten varios tratamientos. Por lo general, se usa anestesia local, pero si la persona tiene muchos tumores en el hígado, quizás se administre anestesia general.
- Crioablación: en este procedimiento, se usa un instrumento para congelar y destruir células cancerosas. También se llama crioterapia y criocirugía. En ocasiones, el médico hace al mismo tiempo una ecografía para guiar el instrumento. Para obtener más información, consulte Crioterapia para tratar el cáncer.
- Terapia de electroporación: en este procedimiento, se generan pulsos eléctricos mediante un electrodo que se coloca en un tumor para destruir células cancerosas. Esta terapia está en estudio en ensayos clínicos.
Terapia de embolización
La terapia de embolización se usa en personas a las que no se les puede extraer (sacar) el tumor mediante cirugía ni terapia de ablación, y cuyo tumor no se ha diseminado fuera del hígado. En este procedimiento, se usan sustancias para obstruir o disminuir el flujo de sangre de la arteria hepática al tumor. El tumor deja de crecer cuando no recibe el oxígeno y los nutrientes que necesita.
La vena porta y la arteria hepática llevan la sangre al hígado. La sangre que llega al hígado por la vena porta suele dirigirse al tejido hepático sano. La sangre que llega al hígado por la arteria hepática suele dirigirse al tumor. El tejido sano del hígado continúa recibiendo sangre de la vena porta cuando se obstruye la arteria hepática con la terapia de embolización.
Los dos tipos principales de terapia de embolización son los siguientes:
- Embolización transarterial (ETA): en este procedimiento, se hace una pequeña incisión (corte) en la parte interna del muslo y se introduce un catéter (tubo delgado y flexible) hasta la arteria hepática. Una vez que el catéter está en el lugar adecuado, se inyecta una sustancia que obstruye la arteria hepática y se detiene el flujo de sangre al tumor.
- Quimioembolización transarterial (QETA): en este procedimiento, se hace lo mismo que en la embolización transarterial, pero con la diferencia de que, además, se administra un medicamento contra el cáncer. A veces, el medicamento se adhiere a perlas pequeñas que se inyectan en la arteria hepática. Otras veces, se administra por el catéter en la arteria hepática y después se inyecta la sustancia que obstruye la arteria. La mayoría del medicamento contra el cáncer queda retenido cerca del tumor y solo una cantidad pequeña llega a otras partes del cuerpo. También se llama quimioembolización.
Terapia dirigida
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se usan medicamentos u otras sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas. Los medicamentos de terapia dirigida que se usan para el tratamiento del cáncer de hígado son los siguientes:
Para obtener más información sobre las terapias dirigidas y sus efectos secundarios, consulte Terapia dirigida para tratar el cáncer.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tratamiento en el que se usa el sistema inmunitario de la persona para combatir el cáncer. Se usan sustancias elaboradas por el cuerpo o en un laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer.
Los inhibidores de puntos de control inmunitario son un tipo de inmunoterapia. Los que se usan en el tratamiento del cáncer de hígado son los siguientes:
- Atezolizumab con el medicamento de terapia dirigida bevacizumab o cabozantinib.
- Durvalumab con tremelimumab.
- Nivolumab con ipilimumab.
- Pembrolizumab.
Para obtener más información sobre la inmunoterapia y sus efectos secundarios, consulte Inmunoterapia para tratar el cáncer y Efectos secundarios de la inmunoterapia.
Radioterapia
En la radioterapia externa, se usa una máquina que envía rayos X de alta energía u otros tipos de radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área con cáncer. La radiación se administra en una serie de tratamientos para que las células sanas se recuperen y la radioterapia sea más eficaz. El número de tratamientos se determina a partir de las características del cáncer, como el tamaño y la ubicación del tumor. Algunas formas de administrar la radioterapia externa ayudan a evitar que la radiación dañe el tejido sano. Los tipos de radioterapia externa son los siguientes:
- Radioterapia conformada: tipo de radioterapia en la que se usa una computadora para crear una imagen tridimensional o 3D del tumor y dirigir haces de radiación que se adapten a la forma del tumor. Esto permite que una dosis alta de radiación llegue al tumor y cause menos daño al tejido normal que lo rodea.
- Radioterapia corporal estereotáctica: tipo de radioterapia en la que se usa un equipo especial que ubica a la persona en la misma posición durante todos los tratamientos de radiación. Una vez al día durante varios días, una máquina envía directo al tumor una dosis de radiación mayor que la dosis habitual. Cuando la persona está en la misma posición durante todos los tratamientos, se daña menos el tejido sano que rodea al tumor. También se llama radioterapia estereotáctica de haz externo y radioterapia estereotáxica.
- Radioterapia con haz de protones: tipo de radioterapia externa de alta energía en la que se usan corrientes de protones (partículas minúsculas con carga positiva) para destruir células tumorales. Este tipo de tratamiento disminuye el daño que la radiación causa al tejido sano que rodea un tumor.
Para obtener más información sobre la radioterapia y sus efectos secundarios, consulte Radioterapia para tratar el cáncer y Efectos secundarios de la radioterapia.
Ensayos clínicos
Es posible que algunos pacientes tengan la opción de participar en un ensayo clínico. Hay diferentes tipos de ensayos clínicos para personas con cáncer. Por ejemplo, en un ensayo de tratamiento se prueban opciones terapéuticas nuevas o formas novedosas de usar las terapias actuales. En los ensayos de cuidados médicos de apoyo y cuidados paliativos se analiza la manera de mejorar la calidad de vida, en especial de quienes presentan efectos secundarios del cáncer y su tratamiento.
Puede usar el buscador de ensayos clínicos en inglés para encontrar los ensayos clínicos que el NCI patrocina y que aceptan pacientes en este momento. Las opciones de búsqueda le permiten encontrar ensayos según el tipo de cáncer, la edad del paciente y el lugar donde se llevan a cabo. La información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, se encuentra en el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
Para obtener más información sobre ensayos clínicos, incluso sobre cómo encontrar y participar en uno de estos, consulte Información sobre estudios clínicos para pacientes y cuidadores.
Tratamiento del cáncer de hígado localizado
El tratamiento del cáncer de hígado localizado incluye las siguientes opciones:
- Vigilancia de lesiones menores de 1 cm.
- Hepatectomía parcial (cirugía para extirpar la parte del hígado con cáncer).
- Trasplante de hígado.
- Ablación del tumor mediante uno de los siguientes métodos:
- Ablación por radiofrecuencia.
- Terapia con microondas.
- Inyección percutánea de etanol.
- Crioablación.
- Radioterapia.
Tratamiento del cáncer de hígado localmente avanzado o metastásico
El tratamiento del cáncer de hígado localmente avanzado o metastásico incluye las siguientes opciones:
- Embolización transarterial o quimioembolización transarterial para las personas con cáncer de hígado localmente avanzado.
- Bevacizumab, cabozantinib, lenvatinib, ramucirumab, regorafenib o sorafenib.
- Atezolizumab con bevacizumab o cabozantinib, durvalumab con tremelimumab, nivolumab con ipilimumab, o pembrolizumab.
- Radioterapia.
Tratamiento del cáncer de hígado recidivante
Las opciones de tratamiento del cáncer de hígado recidivante son las siguientes:
- Hepatectomía total (cirugía para extirpar todo el hígado) y trasplante de hígado.
- Hepatectomía parcial (cirugía para extirpar la parte del hígado con cáncer).
- Terapia de ablación.
- Quimioembolización transarterial (QETA) y sorafenib, como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.