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Un medicamento para el colesterol quizás proteja el corazón de las personas con linfoma durante la quimioterapia

, por Edward Winstead

Imagen del corazón y las cavidades cardíacas

El ventrículo izquierdo (abajo a la derecha) bombea sangre oxigenada por la aorta (arriba a la derecha), donde vuelve a la circulación sanguínea. Es posible que las antraciclinas dañen el corazón e impidan que el ventrículo izquierdo bombee con eficacia.

Fuente: iStock

Según los resultados de un estudio clínico, un medicamento para bajar el colesterol quizás disminuya el riesgo de insuficiencia cardíaca en las personas con linfoma que reciben antraciclinas, un tipo de medicamento quimioterapéutico. 

Las antraciclinas, como la doxorrubicina, se usan para tratar muchos tipos de cáncer. Sin embargo, es posible que estos medicamentos afecten la capacidad del corazón de bombear sangre y provoquen insuficiencia cardíaca. 

En el estudio se observó que la atorvastatina (Lipitor) disminuía el riesgo de algunos problemas relacionados con la insuficiencia cardíaca en los pacientes tratados con antraciclinas. 

La atorvastatina es el tipo de estatina más recetado, una clase de medicamentos que baja el colesterol y ayuda a prevenir las enfermedades del corazón. Los participantes se asignaron al azar para recibir atorvastatina o un placebo durante 1 año, antes de que recibieran su primera infusión de antraciclina

Después de 1 año, fue menos probable que en las personas del grupo de atorvastatina tuvieran disminuciones de un indicador de la salud del corazón llamado fracción de expulsión (o eyección) del ventrículo izquierdo. Con la fracción de expulsión se mide la capacidad del corazón de bombear sangre a otras partes del cuerpo. A medida que disminuye la fracción de expulsión, aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca. 

Los autores concluyeron que los resultados, publicados el 8 de agosto en la revista JAMA, respaldan el uso de la atorvastatina en algunos pacientes de linfoma con riesgo de problemas cardíacos a causa del tratamiento de quimioterapia con antraciclinas.

“Creemos que algunos pacientes de linfoma tratados con un tipo de medicamento contra el cáncer llamado antraciclinas se beneficiarían del tratamiento con estatinas”, afirmó el codirector del estudio, el doctor Tomas Neilan, del Hospital General de Massachusetts. 

Añadió que, el tratamiento con estatinas también fue “muy seguro”. Las tasas de efectos secundarios, como el dolor muscular (que es común con las estatinas), fueron parecidos entre los dos grupos.

En el caso de las personas que ya toman estatinas cuando reciben un diagnóstico de linfoma, los nuevos resultados respaldan que las sigan tomando durante la quimioterapia con antraciclinas, señaló el doctor Neilan. 

De todas formas, advirtió que estos resultados solo corresponden a los pacientes de linfoma porque no se hicieron estudios similares en pacientes con otros tipos de cáncer.  

Efectos secundarios cardíacos de los tratamientos del cáncer

Las antraciclinas, que incluyen la daunorrubicina, la doxorrubicina y la epirrubicina, dañan el ADN de las células cancerosas y las destruye.

“Las antraciclinas son una clase de medicamentos muy potentes contra el cáncer que se usan desde los años setenta”, comentó la codirectora del estudio, la doctora y licenciada en Medicina Marielle Scherrer-Crosbie, del Hospital de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.

Estos medicamentos son parte de los regímenes de quimioterapia estándar que se usan sobre todo para tratar algunos tipos de cáncer de mama (seno), linfoma, leucemia y sarcoma, añadió la doctora Scherrer-Crosbie.

Según los resultados de algunos estudios, al año de iniciar el tratamiento con antraciclinas, la fracción de expulsión del ventrículo izquierdo disminuyó más del 10 % en alrededor del 20 % de los pacientes de linfoma. A los 5 años, hasta el 20 % de los pacientes de alto riesgo presentaron insuficiencia cardíaca. 

En los estudios de investigación de células y con ratones, se indicó que las estatinas quizás ayuden a proteger el corazón durante la quimioterapia con antraciclinas. Además, en los estudios clínicos se comprobó que es posible que la insuficiencia cardíaca sea menos común en las personas con cáncer tratadas con antraciclinas que toman estatinas con regularidad para la enfermedad cardíaca que en quienes no toman estatinas. 

¿Quiénes deben tomar estatinas?

En un estudio pequeño que incluía a personas con distintos tipos de cáncer, se había demostrado que la atorvastatina era prometedora para proteger el corazón. A partir de esa investigación, la doctora Scherrer-Crosbie y sus colegas seleccionaron la atorvastatina para su estudio.

En el estudio llamado Estatinas para la Prevención de la Cardiotoxicidad por Antraciclinas (STOP-CA) se inscribieron 300 personas con linfoma. La mayoría de quienes participaron tenían linfoma no Hodgkin, la edad media era de 52 años y casi todas eran personas blancas.

En general, 13 de 150 (el 9 %) de los pacientes del grupo de atorvastatina tuvieron disminuciones de más del 10 % en la fracción de expulsión del ventrículo izquierdo, en comparación con 33 de 150 (el 22 %) de los pacientes del grupo de placebo.

Estos resultados demuestran que las estatinas previenen o alivian la gravedad de los efectos secundarios cardíacos que causa la quimioterapia con antraciclinas, indicó la doctora Patrice Desvigne-Nickens, médica y encargada de programas en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) que estudia la insuficiencia cardíaca, pero que no participó en el estudio. 

Añadió que, “sin embargo, aún no queda claro cuál es la mejor forma de usar las estatinas en los pacientes tratados con antraciclinas”. “Se necesitan más estudios para identificar a las personas con más probabilidades de beneficiarse de los tratamientos con estatinas, las dosis óptimas, y cuándo y cuánto tiempo se deben usar las estatinas”. 

El doctor Neilan indicó que, desde la publicación de los resultados, varios oncólogos le han preguntado qué pacientes se beneficiarían del tratamiento con estatinas. Señaló que, “la respuesta a esta pregunta depende del riesgo de insuficiencia cardíaca de cada persona y de la dosis de antraciclinas”.

Por ejemplo, es muy poco probable que un paciente joven sin factores de riesgo cardíaco importantes tenga insuficiencia cardíaca y, en consecuencia, es poco probable que se beneficie del tratamiento con estatinas. Por otro lado, es probable que se beneficie un paciente mayor, con sobrepeso y otros factores de riesgo cardíaco, explicó el doctor Neilan. 

Estudio de las características biológicas de la cardiotoxicidad

Es posible que la quimioterapia cause o agrave los problemas cardiovasculares, como presión arterial alta, ritmos cardíacos anormales e insuficiencia cardíaca. Cuando se presentan efectos secundarios cardíacos durante el tratamiento del cáncer, los médicos pueden decidir si interrumpen o suspenden la terapia. Los síntomas también podrían aparecer años después del tratamiento del cáncer.

La doctora Scherrer-Crosbie comentó que varios mecanismos biológicos podrían ayudar a explicar los efectos secundarios cardíacos de las antraciclinas. Por ejemplo, hay estudios en los que se examinó la función de las antraciclinas en el aumento de la producción de unas moléculas llamadas especies reactivas de oxígeno que a veces dañan las células del músculo cardíaco.

Las estatinas se suelen recetar para bajar el colesterol y evitar los ataques cardíacos a causa de obstrucciones en las arterias coronarias. Sin embargo, según los investigadores, la atorvastatina podría beneficiar a las personas con linfoma mediante otro mecanismo.

“Cuando administramos antraciclinas en modelos animales, observamos inflamación en las células del músculo cardíaco y algunas de estas células mueren”, explicó el doctor Neilan. “El tratamiento con estatinas ayuda a suavizar este efecto”. 

Añadió que, al evitar el daño a las células del músculo cardíaco, la atorvastatina podría ayudar a mantener la función de bombeo del corazón.

Según la doctora Desvigne-Nickens, los nuevos resultados deberían fomentar más investigaciones sobre cómo proteger el sistema cardiovascular durante el tratamiento del cáncer. La atorvastatina ya está en estudio como método para disminuir los efectos secundarios cardíacos en algunos pacientes con cáncer de mama que reciben tratamiento con antraciclinas. 

“Queda mucho por aprender sobre los efectos secundarios cardíacos de los tratamientos actuales”, afirmó la doctora Desvigne-Nickens. “También debemos tener en cuenta los posibles efectos secundarios cardíacos por el uso de terapias con medicamentos múltiples o de estrategias de tratamiento nuevas”.

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