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Tratamiento para niños con leucemia eficaz también para adolescentes y adultos jóvenes

, por Equipo del NCI

Jenn Ferguson (izquierda), una de las primeras pacientes tratadas en el estudio CALGB 10403, y la doctora Wendy Stock. Durante el tratamiento, Ferguson siguió sus estudios hasta obtener un título profesional, se casó y se convirtió en una orgullosa madre de dos hijos.

Fuente: Universidad de Chicago

Un esquema de tratamiento intensivo formulado específicamente para niños con leucemia linfoblástica aguda (LLA) es eficaz también para adolescentes mayores y adultos jóvenes con esta enfermedad, de acuerdo con los nuevos resultados de un estudio clínico.

En el estudio, el uso de un esquema de tratamiento infantil intensivo tuvo mejores resultados en pacientes adolescentes y adultos jóvenes con diagnóstico reciente de LLA, en comparación con los resultados en pacientes adolescentes y adultos jóvenes con LLA que fueron tratados con un esquema para adultos en estudios clínicos previos, un grupo conocido como controles históricos.

El esquema infantil aumentó más del doble la mediana de duración del tiempo que los pacientes tuvieron sin presentar síntomas debilitantes o sin que el cáncer regresara, una medida conocida como supervivencia sin complicaciones. En el estudio, denominado CALGB 10403, la mediana de supervivencia sin complicaciones fue de 78,1 meses, comparada con 30 meses en los controles históricos, informaron los investigadores en Blood el 18 de enero.

"El estudio CALGB 10403 demostró que es tanto eficaz como viable para tratar a adultos jóvenes hasta la edad de 40 años con un esquema infantil administrado por hematólogos u oncólogos médicos" no especializados en cánceres infantiles, dijo la doctora Wendy Stock, del Centro Oncológico Integral de la Universidad de Chicago, quien dirigió el estudio.

En comparación con los esquemas de tratamiento para adultos con LLA, el esquema infantil incluye una dosificación más intensiva de ciertos fármacos así como también de tratamientos más prolongados y concentrados para impedir que la enfermedad se disemine al cerebro y a la médula espinal.

Doctora Wendy Stock (izquierda) y Jenn Ferguson con su hijo Dexter en brazos (quien tiene 3 años en la actualidad).

Fuente: Jenn Ferguson

La mayoría de los niños que reciben el esquema intensivo son tratados por oncólogos expertos en pediatría en centros de cáncer infantil. Hasta el presente estudio, los investigadores no sabían si los pacientes adolescentes y adultos jóvenes podían tolerar el esquema intensivo infantil y si los hematólogos y oncólogos que tratan a pacientes adultos podían administrar el esquema intensivo en una forma tan eficaz como lo hacen los oncólogos infantiles.

Ahora tenemos las respuestas a esas preguntas, de acuerdo con la doctora Nita Seibel, directora de Terapéutica de Tumores Sólidos Infantiles en el Programa de Evaluación de Terapias del Cáncer del NCI, quien no participó en el estudio.

"El esquema infantil se convertirá en el nuevo tratamiento convencional para adultos jóvenes con diagnóstico reciente de LLA", expresó la doctora Seibel. "Además, a medida que tratamos de mejorar el tratamiento para la LLA, este esquema será el tratamiento con el que se compararán las otras terapias".

Prueba de una terapia intensiva en pacientes adolescentes y adultos jóvenes

El esquema infantil fue idéntico a uno usado en un estudio de Grupo Oncológico Infantil llamado AALL0232. El esquema incluye, entre otros fármacos, la intensificación de las dosis de metotrexato seguidas de PEG-asparaginasa.

Si bien hasta el 90 % de los niños con LLA que reciben el tratamiento intensivo se curan de la enfermedad, históricamente los resultados de adolescentes y adultos jóvenes no han sido tan positivos, con índices de supervivencia sin complicaciones de 30 a 45 %, señalaron los autores del estudio.

La doctora Stock y sus colegas formularon el estudio clínico actual luego de observar hace más de una década que algunos pacientes adolescentes y adultos jóvenes con LLA tuvieron mejores resultados con esquemas de tratamiento infantil que con esquemas para adultos.

A fin de probar esa observación en un estudio prospectivo, en tres estudios clínicos subvencionados por el NCI se analizó a 295 pacientes entre 17 y 39 años de edad con diagnóstico reciente de LLA que recibieron tratamiento con el esquema intensivo infantil. La mediana de edad de los participantes fue de 24 años.

Después de alcanzar la mediana del tiempo de seguimiento de más de 5 años, 190 pacientes (64 %) seguían con vida y 105 pacientes (36 %) habían muerto.

La supervivencia general estimada de 3 años hasta la fecha es 73 %, comparada con el índice de supervivencia general de 3 años de 58 % en pacientes de control histórico entre 16 y 29 años de edad. La mediana de supervivencia general para el estudio aún no se había alcanzado al momento de la publicación.

Durante el estudio, ocurrieron ocho muertes relacionadas con el tratamiento, lo cual se tradujo en un índice de mortalidad relacionada con el tratamiento de 3 % (el mismo índice que en previos estudios infantiles de LLA).

La doctora Stock manifestó que "no hubo más muertes debido al tratamiento de las que ocurren en pacientes menores con diagnóstico reciente de LLA, pero sí observamos un aumento de los efectos secundarios, como es de esperar con los esquemas de tratamiento intensivo administrados a los adultos jóvenes".

Por ejemplo, a diferencia de lo que observamos en el estudio AALL0232, en el estudio CALGB 10403 hubo una incidencia más alta de ciertas complicaciones (incluidas las que comprometen al hígado) durante la parte inicial del esquema de tratamiento, denominada terapia de inducción.

"Hubo evidencia de mayores efectos secundarios en algunos pacientes, pero los oncólogos en el estudio pudieron adaptar y administrar la terapia como debía administrarse", dijo la doctora Seibel.

Predicción de la respuesta a la terapia

Los pacientes en el estudio que eran obesos, "y en particular aquellos que eran muy obesos, presentaron peores resultados que otros pacientes", dijo la doctora Stock. Casi un tercio de los pacientes en el estudio tenían un índice de masa corporal de 30 o más, lo cual se considera un indicador de obesidad.

La doctora Stock agregó que "el impacto de la obesidad en los resultados de los pacientes fue considerable", y señaló que se debe hacer más investigación para comprender las razones de esta asociación.

"No estamos seguros de por qué los pacientes obesos tienen peores resultados que otros pacientes, y es algo que deseamos investigar en pacientes adolescentes y adultos jóvenes", dijo la doctora Seibel.

En estudios previos de pacientes con LLA, se han identificado otros factores de riesgo determinantes de resultados peores: la presencia en los tumores de un perfil de expresión génica denominado característica genética similar al cromosoma Filadelfia. (Esto es similar a un perfil en tumores que albergan una alteración genética conocida como el cromosoma Filadelfia).

"Pudimos confirmar ese hallazgo en nuestro estudio", corroboró la doctora Stock.

La base está en el esquema actual

Al igual que en estudios previos, los investigadores hallaron que, después de la quimioterapia de inducción, los pacientes que no presentaban células cancerosas detectables (lo que se conoce como enfermedad residual mínima) tuvieron excelentes índices de supervivencia. En el presente estudio, sin embargo, hubo un porcentaje menor de pacientes adolescentes y adultos jóvenes que no presentaron enfermedad residual mínima, en comparación con estudios previos en los que participaron niños con LLA.

La incidencia más alta de la característica de expresión génica similar al cromosoma Filadelfia entre el grupo de adolescentes y adultos jóvenes puede haber contribuido al menor índice de ausencia de enfermedad residual mínima en el presente estudio, señalaron los autores.

El índice menor de pacientes sin enfermedad residual mínima después de la terapia de inducción enfatiza también "la necesidad de tener en cuenta nuevas sustancias que puedan agregarse para superar la resistencia al tratamiento", escribieron los autores. Como ejemplo de este enfoque, continuaron ellos, hay un estudio clínico que prueba agregar una terapia dirigida denominada inotuzumab ozogamicina a la terapia de base del estudio 10403 en pacientes adolescentes y adultos jóvenes.

Aumento de la concientización entre los médicos

Los resultados preliminares del estudio se han presentado en congresos científicos en el pasado, por lo que muchos oncólogos pediatras están al tanto de este trabajo, si bien algunos oncólogos médicos en entornos comunitarios quizás no estén familiarizados con los hallazgos, dijo la doctora Seibel.

"Hemos estado esperando los resultados finales", continuó la doctora. "Es importante asegurarnos de que los oncólogos médicos estén informados de este estudio para que no usen protocolos basados en pacientes adultos para los pacientes de este grupo etario".

Mientras tanto, tal como lo ilustra el estudio en el que se utilizó inotuzumab ozogamicina, los investigadores están basándose en el estudio actual para lograr mejores resultados.

La doctora Stock manifestó que "se ha logrado un enorme avance en el tratamiento de la LLA". "Pero aún tenemos desafíos por delante en cuanto a mejorar aún más la supervivencia y de disminuir los efectos secundarios para adultos jóvenes con esta enfermedad".

La doctora agregó que: "la generación siguiente de nuestros estudios ya se propone lograr estas metas".

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