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Disminuir la carga mundial del cáncer: charla con el doctor Satish Gopal del NCI

, por el Equipo del NCI

El doctor Satish Gopal, trabajando con otros miembros del personal, en su puesto anterior como investigador principal del Programa de Investigación Oncológica del Proyecto Malaui de la Universidad de Carolina del Norte en África subsahariana.

Fuente: Doctor Satish Gopal

En conmemoración del Día Mundial de la Investigación del Cáncer el 24 de septiembre, el doctor Satish Gopal, director del Centro para la Salud Mundial (CGH) del NCI, habló sobre su trayectoria profesional y la función del CGH en la disminución de la carga mundial del cáncer. Antes de incorporarse al NCI en febrero de 2020, el doctor Gopal era investigador médico, subvencionado por los NIH, y director del Programa de Cáncer para el Proyecto Malaui de la Universidad de Carolina del Norte, en colaboración con el Departamento de Salud de Malaui.

¿Qué lo atrajo al Instituto Nacional del Cáncer?

Considero que el NCI representa la concentración más grande de recursos y expertos del cáncer en el mundo. También es cierto, en mi opinión, que el mundo espera que el NCI desempeñe un papel de liderazgo clave en el estudio del cáncer como problema mundial de salud pública. La oportunidad de participar en esa labor importante, en particular, como director del Centro para la Salud Mundial, me atrajo al NCI.

¿Cómo influyó el tiempo que pasó en Malaui en sus ideas sobre cómo estudiar el cáncer?

Mi familia y yo tuvimos una experiencia profesional y personal muy enriquecedora en Malaui que, desde el punto de vista económico, es uno de los países más pobres del mundo. Desarrollar allí un programa de investigación oncológica exitoso, como investigador médico externo subvencionado por el NCI, mientras estaba inmerso en las dificultades que implica controlar el cáncer en el sector público en un país de bajos ingresos, fue una experiencia única. 

Desde que llegué al NCI, aprovecho la riqueza de esas experiencias a diario: atiendo a pacientes de cáncer, asesoro a investigadores jóvenes, llevo a cabo investigaciones que repercuten a nivel local y mundial, y fomento colaboraciones equitativas con investigadores e instituciones locales. La experiencia que viví me será muy valiosa al formular nuevos rumbos para el CGH con el propósito de ayudar al NCI a tener un efecto mundial contra el cáncer. No me imagino cómo podría hacer este trabajo con eficacia sin estas experiencias.

¿Qué diferencia hay entre la carga que representa el cáncer en los Estados Unidos y esta carga en otros países?

Para comenzar, entre 60 % y 70 % de los cánceres mundiales ocurren en países de ingresos bajos y medios, o sea que allí se encuentra la mayor parte de la carga mundial de la enfermedad. Este porcentaje está en aumento por el crecimiento y el envejecimiento de la población en los países de ingresos bajos y medios, al igual que la incidencia del cáncer en muchos de esos países. 

Además de la carga general, la incidencia de cánceres específicos también varía mucho según la ubicación geográfica. Algunos cánceres, como el cáncer de próstata y el cáncer de seno (mama), son comunes en todo el mundo y en distintas poblaciones. Otros cánceres, como el linfoma de Burkitt infantil, se presenta con frecuencia en ciertas partes del mundo y no en otras. A menudo, esto ocurre por distintos factores ambientales o incluso factores genéticos. 

Por último, los sistemas de salud varían mucho alrededor del mundo y la infraestructura disponible para la investigación y el control del cáncer es muy diferente según el lugar.

¿Cuál es la función del NCI en el estudio de estas diferencias?

Personalmente, considero que la comunidad de investigación del cáncer tiene la responsabilidad moral de estudiar el cáncer como un problema de salud pública mundial. En mi vida académica, como investigador médico antes de venir al NCI, se refleja claramente este punto de vista personal. 

Pero, aunque no existiera esta responsabilidad, considero que estudiar el cáncer solo en los Estados Unidos disminuye las posibilidades de los descubrimientos científicos. Las colaboraciones mundiales equitativas pueden ayudar a mejorar las iniciativas de control del cáncer, al generar también nuevos conocimientos sobre el cáncer que benefician a las personas en todas partes. Creo que el NCI debería ayudar a dirigir estas iniciativas, y esta creencia es, en parte, el motivo por el que el NCI creó este centro dedicado a la salud mundial en 2011. 

Los recursos, la experiencia y la reputación internacional del NCI ofrecen oportunidades únicas para impulsar y acelerar la investigación y el control del cáncer en el mundo, algo que sería imposible sin su participación en estos proyectos internacionales más grandes.

¿Cuáles son sus prioridades para el Programa de Salud Mundial del NCI?

En el CGH, apoyamos la misión del NCI mediante el avance de la investigación mundial del cáncer y la coordinación de la participación del NCI en el control mundial del cáncer. Esperamos disminuir el sufrimiento del cáncer en el mundo con el descubrimiento científico y la difusión de los resultados científicos a nivel mundial. Nuestro trabajo se centra, ante todo, en cuatro objetivos principales.

Primero, apoyamos la investigación innovadora que responde a interrogantes científicos clave para controlar el cáncer en el mundo o que permite aprovechar las oportunidades únicas que ofrece la colaboración científica mundial. Segundo, apoyamos la formación mundial en la investigación del cáncer, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, que permita la colaboración científica mundial. Tercero, fomentamos la integración de los conocimientos científicos vigentes en el control mundial del cáncer. Y cuarto, representamos al NCI y promovemos su participación con colaboradores clave en el control mundial del cáncer. 

Contamos con actividades y programas en curso en cada una de estas áreas. También iniciamos un proceso de planificación estratégica más integral para orientar el trabajo del CGH, que cumple su décimo aniversario el año próximo.

¿Qué tan importantes son las alianzas y las colaboraciones en el logro de los objetivos del Centro para la Salud Mundial?

Desde su creación en 2011, las alianzas y las colaboraciones han sido fundamentales para el CGH. El control mundial del cáncer es una tarea enorme. El NCI no puede lograr esta tarea solo, ni debería hacerlo aunque pudiera, porque para un progreso real continuo se necesita la participación equitativa de numerosos y diversos interesados. 

Trabajamos con muchos colaboradores nacionales e internacionales, tanto del gobierno como del sector privado, para lograr objetivos comunes sobre el control mundial del cáncer. 

Un grupo de colaboradores notable, en particular, son los centros oncológicos designados por el NCI. En los últimos 10 años, varios de estos centros oncológicos aumentaron de manera considerable sus actividades mundiales para buscar nuevas oportunidades científicas y promover los intereses académicos de los investigadores y becarios.

¿Cuáles considera que son las mayores oportunidades para avanzar contra el cáncer a nivel mundial?

Hay oportunidades importantes en el proceso continuo de control del cáncer y en las ciencias básicas, clínicas y poblacionales. Esto incluye la investigación de los mejores métodos para fomentar el uso de intervenciones de control del cáncer que se fundamentan en datos de comprobación científica en diversos entornos mundiales.

También hay oportunidades para entender mejor los cánceres que ocurren con frecuencia muy alta en distintas partes del mundo (como el proyecto que el NCI financia sobre las neoplasias malignas relacionadas con el VIH en África subsahariana, donde estos cánceres son más comunes), así como oportunidades para entender mejor los cánceres comunes cuando se presentan en distintas poblaciones. 

Otra área en la que pienso que es posible avanzar mucho es el desarrollo de técnicas nuevas, asequibles y aplicables para la detección, el diagnóstico, el pronóstico y el seguimiento del tratamiento del cáncer. Por ejemplo, hemos financiado proyectos de ese tipo mediante un programa del NCI para obtener recursos técnicos para el cáncer a bajo costo. Esto aceleró la creación de técnicas para tratar lesiones precancerosas de cuello uterino y planificar la radioterapia avanzada en los países de ingresos bajos y medios.

Otra área en la que hay gran interés y oportunidad es la formulación de nuevos enfoques de tratamiento que incorporen medicamentos novedosos que sean eficaces y más fáciles de usar que los tratamientos estándar en los países de ingresos bajos y medios. 

¿Cuáles son algunas de las dificultades más grandes para el avance?

La dificultad más grande en muchos países de ingresos bajos y medios es la capacidad limitada del sistema de salud para la atención y la investigación sobre el cáncer. Además, hay poco apoyo a los investigadores del cáncer al inicio de su carrera profesional. Ese apoyo es necesario para que los investigadores planteen y respondan a las cuestiones más importantes del entorno en el que viven y donde ofrecen atención, a fin de crear conocimientos nuevos para uso generalizado. El NCI no puede resolver estas dificultades solo, pero sin duda puede desempeñar un papel importante en la solución de estas mediante la inversión continua y estratégica.

¿Es optimista respecto a la prevención y el tratamiento del cáncer mundial en los próximos años?

De verdad creo que hay oportunidades enormes para realizar investigaciones mundiales transformadoras sobre el cáncer en los próximos años que mejoren la vida de las personas en todo el mundo. El NCI está en una posición única para dirigir estas iniciativas, y estoy agradecido por la oportunidad de ayudar a orientarlas.

¿Cómo influye la pandemia del coronavirus en las personas con cáncer y en la investigación de la salud mundial?

En todo el mundo, la COVID-19 está interrumpiendo los servicios oncológicos y causando tasas altas de enfermedad y muerte en los pacientes de cáncer con COVID-19. También se están desviando los fondos, el personal y la atención de otros problemas urgentes de salud pública, como el cáncer. 

Estos son problemas que existen incluso en países de ingresos altos como los Estados Unidos. En muchos países de ingresos bajos y medios, los sistemas de salud ni siquiera estaban bien preparados para atender el cáncer en la población antes de la COVID-19. En estas circunstancias, es probable que la COVID-19 continúe siendo una amenaza para la investigación y el control del cáncer en los próximos años, en particular, porque la pandemia se intensifica ahora en algunos países de ingresos bajos y medios.

Me impresiona la forma extraordinaria en que el personal del NCI y el CGH se mantienen concentrados en su misión principal de investigación sobre el cáncer, incluso durante estos tiempos difíciles.

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