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Se confirma que la vacuna contra el virus del papiloma humano previene el cáncer de cuello uterino

, por el Equipo del NCI

Imagen de una niña que recibe la inyección de una vacuna en el antebrazo.

En un nuevo estudio se confirma que el uso generalizado de la vacuna contra el VPH disminuye la incidencia del cáncer de cuello uterino, en especial cuando las mujeres que se vacunan son más jóvenes.

Fuente: iStock

Muchos funcionarios de salud mundial dicen que es un estudio sin precedentes: investigadores en Suecia confirmaron que el uso generalizado de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) disminuye en forma drástica el número de mujeres que tendrán cáncer de cuello uterino.

En un estudio grande de casi 1,7 millones de mujeres, se comprobó la eficacia de la vacuna de forma muy notable, en particular, en las niñas que se vacunaron antes de los 17 años. En este grupo de edad, se observó casi un 90 % de disminución en la incidencia del cáncer de cuello uterino durante el período de 11 años del estudio (2006 a 2017) en comparación con la incidencia en las mujeres que no recibieron la vacuna.

“Esta es una vacuna contra el cáncer, que puede salvar vidas”, declaró la doctora Jiayao Lei, del Instituto Karolinska en Estocolmo, encargada del estudio.

Por Twitter, el doctor Noel Brewer, que estudia la prevención del cáncer y las vacunas contra el VPH en la Universidad de Carolina del Norte, declaró que estos resultados tienen un “poder increíble”. Los resultados del estudio se publicaron el 30 de septiembre en la New England Journal of Medicine.

Hasta ahora, en las investigaciones y los estudios clínicos, se demostró de forma reiterada que las vacunas contra el VPH disminuyen muchísimo las infecciones por los tipos de virus que causan cáncer o lesiones precancerosas de cuello uterino. Sin embargo, dado que pasa mucho tiempo entre la infección y el cáncer, faltaba demostrar que la vacunación contra el VPH prevenía los cánceres de cuello uterino.

“Como la vacunación contra el VPH previene la infección por el VPH persistente y las lesiones precancerosas de cuello uterino, ambas precursoras del cáncer de cuello uterino, sabíamos que a la larga observaríamos que la vacunación contra el VPH previene el cáncer de cuello uterino. También sabíamos que pasaría un tiempo antes de observar esto", explicó la doctora Aimée R. Kreimer, de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del NCI, que estudia las vacunas contra el VPH y la prevención del cáncer.

“El diagnóstico del cáncer de cuello uterino a veces es devastador”, señaló la doctora y licenciada en Medicina Abbey Berenson, especialista en salud de la mujer en la División Médica de la Universidad de Texas. La doctora Berenson añadió que los resultados del estudio “envían un mensaje de increíble importancia” sobre la repercusión que tiene el uso generalizado de la vacuna contra el VPH.

La pieza que faltaba

En los estudios clínicos grandes sobre vacunas contra el VPH, en los que se inscribió a miles de participantes que se siguieron a lo largo del tiempo, se evaluó la capacidad de las vacunas de prevenir las infecciones de cuello uterino por tipos de VPH causantes del cáncer y de lesiones precancerosas en el cuello uterino.

La doctora Kreimer explicó que en los estudios clínicos no se midió si la vacuna prevenía el cáncer de cuello uterino porque el plan era tratar las lesiones precancerosas que se encontraran durante los estudios clínicos a fin de evitar la progresión al cáncer.

Estas imágenes muestran cómo las células de cuello uterino que tienen infecciones por el VPH de alto riesgo durante mucho tiempo, pueden cambiar y volverse anormales. Las células de cuello uterino anormales pueden volver a la normalidad incluso sin tratamiento, especialmente en las mujeres jóvenes. Las LSIL y HSIL son dos tipos de cambios anormales en las células escamosas de cuello uterino.

En el estudio sueco, sin embargo, se examinó a una población gigante de mujeres a lo largo del tiempo. Los investigadores suecos contaron con dos factores que favorecieron el estudio: 1) los datos individuales del registro nacional de salud pública del país y 2) la realización de una serie de programas nacionales de vacunación contra el VPH.

El estudio sueco no es el primer estudio grande de vacunas contra el VPH en la población. Por ejemplo, en Australia los investigadores demostraron que el programa de vacunación universal contra el VPH del país, que se inició en 2007, condujo a disminuciones masivas en las infecciones por tipos de VPH que la vacuna contrarrestaba, al mismo tiempo que se protegía a las personas no vacunadas contra las infecciones por el VPH, un fenómeno que se llama inmunidad colectiva.

La doctora Berenson comentó que, si la vacuna disminuye las infecciones por tipos de VPH que causan cáncer y la aparición de lesiones precancerosas avanzadas de cuello uterino en las mujeres, es lógico llegar a la conclusión de que habría menos diagnósticos de cáncer de cuello uterino invasivo en los años posteriores.

Sin embargo, aún no ha transcurrido suficiente tiempo en los estudios para llegar a este resultado anticipado.

Vacuna contra el VPH: mientras más temprano, mejor

El estudio sueco es el más grande en comparar los diagnósticos de cáncer de cuello uterino entre las mujeres que recibieron la vacuna contra el VPH y las que no la recibieron. En Suecia, la única vacuna contra el VPH disponible durante el período del estudio protegía contra cuatro tipos de VPH: VPH-6, VPH-11, VPH-16 y VPH-18. Las infecciones por el tipo 16 y el tipo 18 causan alrededor de 70 % de los cánceres de cuello uterino, y las infecciones por el tipo 6 y el tipo 11 causan 90 % de las verrugas genitales.

Las mujeres que se siguieron en el estudio tenían entre 10 y 30 años. Alrededor de 528 000 de ellas recibieron al menos una dosis de la vacuna entre 2006 y 2017, y 1,14 millón restante no recibieron la vacuna. Más del 80 % de las mujeres se habían vacunado antes de los 17 años.

En general, 19 de las mujeres vacunadas tuvieron un diagnóstico de cáncer de cuello uterino durante el período del estudio, en comparación con 538 mujeres que no recibieron la vacuna. Después de hacer ajustes por distintos factores que influyen en el riesgo de cáncer de cuello uterino, estos números representan una disminución del riesgo de diagnóstico de cáncer de cuello uterino del 63 % en las mujeres vacunadas, en comparación con las que no se vacunaron.

Tiene sentido que casi el 90 % de disminución del cáncer de cuello uterino se observe en las mujeres que se vacunaron a una edad más temprana, recalcó la doctora Kreimer.

Es probable que muchas de las mujeres que recibieron la vacuna después de los 17 años tuviesen la infección por el VPH en el momento de la vacunación. Además, la vacuna solo sirve para prevenir infecciones, no elimina las infecciones existentes. “O sea que es más probable que las mujeres de más edad ya tuvieran infecciones antes de vacunarse. Por lo tanto, no eran prevenibles y se podían convertir en cáncer”.

Según el investigador superior del estudio, el doctor Pär Sparén, también del Instituto Karolinska, los hallazgos confirman la necesidad del uso generalizado de la vacuna contra el VPH en las mujeres de países de ingresos bajos y medios, donde el cáncer de cuello uterino suele ser una de las principales causas de muerte.

“Los hallazgos… destacan la importancia de continuar con la introducción de programas de vacunación contra el VPH y de mantener una cobertura alta [de vacunación], con preferencia a una edad temprana, para aprovechar los beneficios al máximo”, indicó el doctor Sparén.

¿Será un incentivo para la vacunación?

El estudio sueco tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, no se explican algunos factores como el grado en que las mujeres del estudio recibieron exámenes de detección para el cáncer de cuello uterino, informó el equipo del estudio. Los investigadores tampoco lograron obtener el número de las dosis de la vacuna que cada persona del grupo vacunado recibió.  

“Pero no es una gran limitación para esta clase de estudio. No esta relacionado con la dosis”, dijo la doctora Kreimer. Añadió que, para este estudio, “Lo que dijeron fue que establecieron un programa de vacunación en la población y funcionó [bien] ’”.

Aunque las tasas de vacunación contra el VPH aumentaron en los adolescentes en los Estados Unidos, no son tan altas como los funcionarios de salud pública quisieran. La doctora Berenson tiene esperanzas de que los resultados de este estudio sueco ayuden a promover la vacunación.

“[Los hallazgos] nos dan buenos datos para conversar sobre la edad de vacunación”, comentó. Y eso es lo que necesitamos, agregó, porque los padres a veces dudan en vacunar a sus hijas contra el VPH a la edad recomendada, que es entre los 11 y 12 años.

“Con frecuencia nos dicen que quieren esperar a que sean mayores, hasta los 18 años. Nos dicen ‘Que decida ella por su cuenta’,” explicó la doctora Berenson. “Este estudio ofrece [a los pediatras] buenas pruebas para decir, ‘Entendemos por qué se siente así, pero perdemos la oportunidad de tener mucha más eficacia si no se vacuna más temprano’.”

Tardó un tiempo, pero los hallazgos del estudio sueco completan la historia de la vacuna contra el VPH, señaló la doctora Kreimer. “Nos da la pieza que faltaba para comprobar la trayectoria desde la infección [por el VPH] hasta el cáncer”, comentó, “y que la vacunación contra el VPH protege contra todo esto”.

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