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Se confirmó en un estudio que las vacunas contra la COVID-19 son seguras para quienes reciben inmunoterapia para el cáncer

, por Edward Winstead

Un trabajador de salud prepara una jeringa para administrar la vacuna contra la COVID-19 a una mujer mayor.

Un estudio de más de 400 personas que recibieron tratamiento de cáncer ofrece tranquilidad adicional a los médicos y los pacientes sobre la seguridad de las vacunas contra la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19).

Fuente: iStock

En una nueva investigación, se indica que las personas con cáncer que se tratan con ciertos medicamentos de inmunoterapia podrán recibir las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la COVID-19 sin aumentar el riesgo de efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria. Estos hallazgos concuerdan con los resultados de estudios más pequeños anteriores.

En el nuevo estudio participaron más de 400 personas con cáncer tratadas en el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering (MSKCC). Cada persona recibió una vacuna de ARNm contra la COVID-19 antes o después del tratamiento de inmunoterapia con un medicamento llamado inhibidor de puntos de control inmunitario.

En un análisis de los registros médicos de los pacientes, los investigadores comprobaron que la vacuna de mRNA contra la COVID-19 no aumentó el tipo, la frecuencia ni la gravedad de los efectos secundarios , como la inflamación en los pulmones o el colon.

“Es seguro recibir los inhibidores de puntos de control inmunitario y las vacunas contra la COVID-19” comentó el doctor Adam Widman, que es parte del equipo de investigación. “Esperamos que nuestros hallazgos alivien las preocupaciones de los pacientes y los oncólogos sobre los efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria.”

No hubo signos de efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria en grupos específicos de pacientes en el estudio (como los pacientes de edad avanzada o con cierto tipo de cáncer), indicaron los investigadores en la edición de octubre en la Journal of the National Comprehensive Cancer Network.

“Este estudio es importante”, recalcó el doctor y licenciado en Medicina James Gulley, que codirige el Centro de Inmunoncología pero no participó en la investigación.

“Estos hallazgos se suman a lo que ya se sabe sobre la seguridad de administrar las vacunas contra la COVID-19 a las personas que toman inhibidores de puntos de control inmunitario, que son una opción de tratamiento importante para un creciente número de pacientes de cáncer”, añadió el doctor Gulley. 

Los grupos médicos recomiendan las vacunas contra la COVID-19 a las personas con cáncer

Las personas con cáncer corren mayor riesgo de tener complicaciones graves por COVID-19. Se comprobó que las vacunas contra el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2) aprobadas disminuyen el riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19 en las personas con cáncer. 

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y otros grupos médicos en general recomiendan que las personas con cáncer reciban una vacuna de ARNm contra la COVID-19.

Pero algunas personas con cáncer no se quieren vacunan mientras reciben tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunitarios porque les preocupa que la estimulación adicional del sistema inmunitario influya en los efectos secundarios.

“A algunos médicos y pacientes del Memorial Sloan Kettering les preocupaba que la vacuna contra la COVID-19 interfiriera con la inmunoterapia y provocara efectos adversos de tipo inmunitario, que a veces son graves”, señaló el doctor Widman.

“Por suerte, no hallamos pruebas que justifiquen estas preocupaciones”, añadió. 

Tranquilidad sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19

En los estudios iniciales de las vacunas de ARNm contra la COVID-19 no se incluyeron a las personas con cáncer. Por este motivo, cuando las vacunas estuvieron disponibles, no había estudios sobre el uso de estas vacunas en pacientes tratados con inhibidores de puntos de control inmunitario.

En los estudios de otras vacunas se indicó que los pacientes que recibían tratamientos de cáncer que inhiben el sistema inmunitario, como la terapia de células madre, deben esperar unos meses antes de vacunarse porque los tratamientos podrían disminuir por un tiempo la respuesta que se desea obtener mediante la vacuna.

En cuanto a los efectos secundarios, en un estudio de 2019 se halló que la vacuna contra la gripe no aumentó los efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria en los pacientes que recibían tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunitario. El estudio sobre la vacuna de la gripe estuvo a cargo de la doctora Mini Kamboj, jefa médica de Epidemiología en el MSKCC, que también dirigió el nuevo estudio sobre la COVID-19.

En dos estudios publicados en 2021, tampoco encontraron signos de que las vacunas contra la COVID-19 causaran efectos secundarios relacionados con respuestas inmunitarias. Los estudios se llevaron a cabo en Israel y en los Estados Unidos. El estudio de MSKCC fue más grande y siguió a los pacientes por más tiempo después de la vacunación que en los estudios iniciales.

El doctor Ido Wolf, de la Universidad de Tel Aviv, que dirigió el estudio israelita, destacó que los nuevos hallazgos deberían ofrecer más tranquilidad a los médicos y pacientes acerca de la seguridad de las vacunas contra la COVID-19.

“Estas vacunas pueden salvar vidas, en particular, de pacientes de cáncer que quizás sean mayores y tienen un sistema inmunitario debilitado y otros problemas de salud”, comentó el doctor Wolf.

La mayoría de los efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria fueron leves

Los 408 pacientes en el estudio de MSKCC recibieron la primera dosis de una vacuna de ARNm contra la COVID-19 dentro de los 90 días antes o después de recibir un inhibidor de puntos de control inmunitario.

La mayoría de los pacientes en el estudio recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech, y la mediana de edad fue de 71 años. Los pacientes tenían muchos tipos diferentes de cáncer.

Los inhibidores de puntos de control inmunitario que recibieron incluyeron pembrolizumab (Keytruda), nivolumab (Opdivo), ipilimumab (Yervoy) y otras combinaciones de estos medicamentos. Durante el período de seguimiento (90 días después de la vacunación), los investigadores descubrieron lo siguiente:

  • 27 pacientes (7 %) tuvieron un efecto secundario relacionado con una respuesta inmunitaria, como sarpullido, diarrea o colitis. La mayoría de los efectos secundarios fueron leves.
  • 4 pacientes (1 %) tuvieron efectos secundarios graves relacionados con una respuesta inmunitaria. En todos los casos, los efectos secundarios fueron gastrointestinales (colitis o diarrea).
  • Ninguno de los 28 pacientes que recibieron la primera dosis de la vacuna y un inhibidor de puntos de control inmunitario el mismo día tuvieron un efecto secundario relacionado con una respuesta inmunitaria.
  • 3 de 54 pacientes (6 %) con antecedentes de efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria antes de vacunarse tuvieron un efecto secundario del mismo tipo después de vacunarse.
  • 9 de los 52 pacientes (17 %) que comenzaron un tratamiento con un inhibidor de puntos de control inmunitario después de vacunarse tuvieron un efecto secundario relacionado con una respuesta inmunitaria.

Los pacientes que iniciaron un tratamiento con un nuevo inhibidor de puntos de control inmunitario durante el período de seguimiento tuvieron más probabilidades de presentar un efecto secundario relacionado con una respuesta inmunitaria que otros pacientes en el estudio. Los investigadores señalaron que una limitación del estudio fue que no hubo un grupo de comparación de personas tratadas con inmunoterapia pero no vacunadas.

Un mensaje claro: “las vacunas son seguras”

Según los investigadores, la tasa de efectos secundarios relacionados con una respuesta inmunitaria en las personas vacunadas que se trataron con inhibidores de puntos de control inmunitario en este estudio es similar a las tasas de estos efectos secundarios en las personas no vacunadas que se trataron con inhibidores de puntos de control inmunitario.

El doctor Wolf comentó que obtener pruebas confiables de la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 en las personas con cáncer es de suma importancia. “Las preocupaciones sobre la seguridad de estas vacunas se suelen basar en especulaciones teóricas y no están respaldadas por pruebas”, dijo.

Pero el mensaje del nuevo estudio, añadió, “es muy claro. Las vacunas son de hecho seguras y se deben administrar a los pacientes de cáncer que se traten con inmunoterapia”.

Los nuevos hallazgos fueron de “tremenda utilidad” en el MSKCC en los últimos meses, señaló el doctor Widman. “Los resultados tranquilizaron a los médicos, y recomendaron la vacuna a los pacientes que reciben inmunoterapia”.

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