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La seguridad de las vacunas contra el virus del papiloma humano está comprobada, pero hay más padres preocupados

, por el Equipo del NCI

Una gráfica que ilustra el aumento del 13 % al 23 % en las preocupaciones de los padres por la seguridad de la vacuna.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer

Aunque hay más de 15 años de pruebas constantes sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), en un nuevo estudio se halló que más padres mencionan que les preocupa la seguridad de las vacunas en años recientes. Según los científicos del estudio, estos hallazgos destacan la necesidad urgente de que los médicos y funcionarios de salud pública conversen sobre estas preocupaciones con los padres.

La vacuna contra el VPH protege contra la infección por el virus del papiloma humano (o papilomavirus humano) que causa seis tipos diferentes de cáncer: cáncer de cuello uterino, cáncer de ano, cáncer de orofaringe (la parte de atrás de la garganta) cáncer de pene, cáncer de vagina y cáncer de vulva. 

Se recomienda que los niños se vacunen entre los 11 y 12 años. Si bien las tasas de vacunación están en aumento desde que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la primera vacuna contra el VPH en 2006, solo el 59 % de los niños entre 13 y 17 años tenían el esquema de vacunación completo en 2020.

Siempre hay algunos padres que dicen que rechazan la vacuna contra el VPH porque les preocupa la seguridad de la vacuna en los niños. Pero según este estudio, entre 2015 y 2018 el porcentaje de padres que rechazaron la vacuna contra el VPH para sus hijos porque les preocupaba la seguridad fue casi el doble. Durante este período, en el estudio se observó que las notificaciones de problemas de salud graves después de la vacunación contra el VPH fueron inusuales. 

Los resultados del estudio se publicaron el 17 de septiembre en la revista JAMA Network Open.

“Me chocó mucho ver este análisis paralelo entre las percepciones de los padres y lo que decían sobre la seguridad, y los resultados de seguridad reales, que iban en direcciones contrarias", comentó la doctora Robin Vanderpool, jefa de la División de Investigación sobre Comunicación e Informática de la Salud del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que no participó en el estudio. "Pienso que es muy revelador".

“Sospechamos que es probable que el aumento en la preocupación por la seguridad surge del uso de las redes sociales y las personas que tratan de encontrar información sobre las vacunas en Internet”, dijo la doctora Kalyani Sonawane, investigadora principal del estudio, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas en Houston.

En el estudio se examinaron datos de 2015 a 2018, señaló la doctora Vanderpool, mucho antes de la pandemia de la COVID-19 y la creciente vacilación sobre las vacunas contra la COVID-19. “Mi preocupación es que haya una sinergia o convergencia y que empeore [la vacilación sobre la vacuna contra el VPH]”, comentó.

“Las comunidades interesadas en la salud pública y el control del cáncer deberían pensar en cómo responder a esta posibilidad mediante la investigación sobre la comunicación en salud y la práctica de salud pública”, agregó la doctora Vanderpool.

Menos problemas de salud después de la vacunación

Para analizar las tendencias en los problemas de salud que se notifican después de la vacunación contra el VPH, los investigadores se basaron en los datos del Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS), un sitio web que gestionan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA. El VAERS permite que los pacientes, cuidadores, profesionales médicos y fabricantes de las vacunas notifiquen de forma voluntaria cualquier problema de salud que ocurre después de la vacunación. 

De 2015 a 2018, hubo una disminución general en los problemas de salud notificados después de la vacunación contra el VPH.

Fue muy poco común que se notificaran problemas de salud graves después de la vacunación contra el VPH: alrededor de 1,8 casos por cada 100 000 dosis de la vacuna contra el VPH (0,0018 %). Se notificaron 758 problemas de salud graves en el VAERS después de la vacunación contra el VPH en ese período. Por otra parte, la tasa de problemas de salud notificados en el VAERS después de la vacunación contra el VPH que no eran graves disminuyó de 43 a 28 por cada 100 000 dosis de la vacuna.

La doctora Sonawane aclaró que, solo porque se notificó en el VAERS, no significa que el problema de salud fue a causa de la vacuna. Añadió que algunas notificaciones surgían de información de segunda mano y no había datos para verificarlas. 

“Debemos tener cuidado al interpretar los datos del VAERS y no crear una asociación de causa y efecto", recalcó. Según los CDC y la FDA, los datos del VAERS se usan solo para encontrar patrones inusuales que se deben evaluar en otros estudios.

Otro programa sobre la seguridad de las vacunas es el Enlace de Datos de Seguridad de las Vacunas (VSD), un proyecto que financian los CDC y que también lleva a cabo estudios sobre la seguridad de las vacunas, algunos a partir de los informes del VAERS. Por ejemplo, en un estudio reciente del VSD de la vacuna contra el VPH, Gardasil 9, se controlaron las vacunaciones nuevas durante un período de 2 años y no se identificó ningún problema de seguridad nuevo.

Más padres dicen que les preocupa la seguridad

Los investigadores analizaron los resultados de una encuesta grande de los CDC dirigida a padres de adolescentes de entre 13 y 17 años. De 2015 a 2018, se encuestaron a más de 39 000 cuidadores de adolescentes que no recibieron la vacuna contra el VPH. Se les pidió que seleccionaran 1 de 31 motivos por los que rechazaron la vacuna. 

Estos fueron los 5 motivos principales que indicaron:

  • “Preocupación sobre la seguridad” 
  • “No fue recomendada” 
  • “No sabía” 
  • “No inició la actividad sexual” 
  • “No la necesita o no es necesaria” 

En 2015, el 13 % de los padres dijeron que les preocupaba la seguridad y que ese era el motivo principal por el que rechazaron la vacuna contra el VPH. Pero en 2018, este porcentaje aumentó al 23 %. En ese mismo período, disminuyó el porcentaje de padres que mencionaron los otros 3 motivos por los que rechazaban o demoraban la vacuna contra el VPH. 

Efectos secundarios de la vacuna contra el VPH

Es posible que las vacunas contra el VPH causen dolor, hinchazón y enrojecimiento en el sitio de la inyección, al igual que dolor de cabeza, cansancio y náuseas. Los efectos secundarios más graves de la vacuna contra el VPH son mareo y desmayo. Aunque son mitos comunes, no hay ninguna prueba de que las vacunas contra el VPH causen esterilidad o enfermedades autoinmunitarias.

Cuando los investigadores estudiaron los datos por estado, observaron que el número de padres que dijeron estar preocupados por la seguridad de las vacunas aumentó en 30 estados. El aumento fue más del doble en California, Mississippi, Dakota del Sur y Hawái. 

Desinformación sobre la vacuna en las redes sociales

“¿Por qué hay más padres preocupados ahora sobre la seguridad de la vacuna [contra el VPH] que la primera vez que se introdujo en 2015, cuando ya se administraron más de 135 millones de dosis en los Estados Unidos?”, escribieron en un comentario sobre el estudio el doctor Nosayaba Osazuwa-Peters, máster en Salud Pública, de la Facultad de Medicina de la Universidad Duke, y sus colegas. 

“En los estudios se demuestra que aunque los individuos confían en los profesionales médicos para la información de salud, un número creciente de personas usan Internet para las primeras y segundas opiniones sobre el VPH, las vacunas contra el VPH y el cáncer relacionado con el VPH”, agregaron.

Por desgracia, alguna de la información sobre las vacunas contra el VPH y el cáncer en Internet y las redes sociales es incorrecta. En años recientes, aumentó la información negativa e incorrecta (que se llama también desinformación) sobre las vacunas contra el VPH en las redes sociales, destacó la doctora Sonawane. Y en la investigación se demuestra que, cuando los padres se exponen a desinformación sobre las vacunas contra el VPH en las redes sociales, es menos probable que vacunen a sus hijos

Los programas nacionales como el programa de los CDC “Vaccinate with Confidence” (Confianza en las vacunas) sirven para hacer frente a la desinformación sobre las vacunas y ofrecer recursos de comunicación eficaz, comentó la doctora Sonawane. También hay recursos como las aplicaciones en los móviles, que enseñan a los profesionales médicos estrategias para hablar con los padres sobre la vacuna contra el VPH. 

Cambiar la opinión de los padres

Aunque parece que la vacilación sobre las vacunas está en aumento, hay un subgrupo de personas que dudan sobre las vacunas pero están dispuestas a cambiar de opinión, señala la doctora Vanderpool. 

La doctora Sarah Kobrin, máster en Salud Pública y jefa de la División de Investigación sobre Sistemas e Intervenciones de Salud del NCI, que no participó en el estudio, estuvo de acuerdo. 

“No quiero que enseguida pensemos que si mencionan este motivo [de preocupación por la seguridad] significa que se vacunarán menos personas”, recalca la doctora Kobrin. “Hay que evaluar este hallazgo junto con la [tasa de] aceptación de la vacuna”. Según los datos recientes, hubo un aumento constante en las tasas de vacunación contra el VPH.

“Pienso que hay personas que dicen ‘Me preocupa la seguridad’, pero si tenemos la oportunidad de charlar con ellas y escucharlas para educarlas y conversar para que decidan con la información necesaria, podríamos responder a las preocupaciones sobre seguridad y hacer que estén más dispuestas a aceptar la vacunación”, explicó la doctora Vanderpool.

Para que cambien de opinión, es fundamental no juzgar y darles el tiempo y el lugar para conversar a fondo, aclara la doctora Kobrin. 

“No se les puede decir que están equivocadas si queremos que, de verdad, escuchen otra información. Si dudamos de sus buenas intenciones, no estarán dispuestos a escuchar”, aunque haya pocas pruebas o ninguna prueba de lo que creen, comentó.

Una mejor estrategia, continuó la doctora Kobrin, es decir “Charlemos sobre por qué creemos esto. ¿Qué pruebas hay? Examinemos las pruebas juntos. Todos queremos lo mismo”.

Además de lo que piensan y creen las personas sobre un tema, “lo que recomiendan o hacen los amigos, los familiares y otra gente en su comunidad”, también influye en su comportamiento, agregó.

El NCI financió 11 proyectos de investigación para explorar la influencia que tienen las organizaciones locales en los miembros de la comunidad con respecto a las dudas sobre las vacunas contra el VPH. Aunque todavía no se publicaron los resultados, en los estudios se indica que las organizaciones locales muy respetadas pueden influir de forma favorable en las percepciones de las personas acerca de las vacunas contra el VPH, indicó la doctora Kobrin.

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