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Conciencia sobre la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el cáncer

, por Anna Hopkins

Se necesitan numerosos cambios para concientizar al público de que el consumo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer. Esta fue la conclusión principal en un nuevo estudio que llevó a cabo un equipo de investigación del Instituto Nacional del Cáncer (NCI). 

En el estudio se confirmó que la mayoría de los adultos en los Estados Unidos no están al tanto de la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el cáncer. Se descubrió también que, incluso entre quienes saben que hay una relación, creen que depende del tipo de bebida alcohólica. Por ejemplo, hubo más participantes conscientes del riesgo de cáncer por el consumo de licores fuertes y cerveza que por el consumo de vino, mientras que algunos creen que el vino disminuye el riesgo de cáncer.

“Todo tipo de bebida alcohólica, incluso el vino, aumenta el riesgo de cáncer”, señaló el doctor Andrew Seidenberg, que dirigió el estudio mientras era becario posdoctoral de prevención de cáncer en el NCI. “Es lamentable, pero son muy pocos los intentos de educar al público sobre la relación entre las bebidas alcohólicas y el cáncer. Se necesita investigación para identificar cuáles son los mejores mensajes y cómo comunicarlos de la mejor forma”. 

Para llevar a cabo el estudio, el doctor Seidenberg, junto con el doctor William Klein, director asociado del Programa de Investigación del Comportamiento del NCI, y sus colegas analizaron las respuestas de adultos en los Estados Unidos a una encuesta anual de conocimientos sobre la salud. Los resultados se publicaron el 1 de diciembre en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.

Los hallazgos del estudio son importantes, destacó el doctor Klein, porque ayudan a “documentar las diferencias en la concientización que, si se corrigen, servirán para apoyar actividades al nivel del sistema, como una mayor reglamentación o cambios en las normas sociales, a fin de disminuir los efectos del alcohol en la salud”.

La doctora Noelle LoConte, oncóloga de la Universidad de Wisconsin-Madison, que estudia el consumo del alcohol y el riesgo de cáncer, comenta que estos resultados confirman lo que los médicos observan desde hace mucho tiempo. 

“Una de las respuestas más comunes de la gente cuando les pregunto si beben es, ‘Bueno, solo tomo cerveza’”, dando a entender que hay una diferencia entre la cerveza y el licor en cuanto al riesgo de cáncer, explicó la doctora LoConte, que no participó en el estudio. “En este estudio, se encontró de dónde viene esta creencia de que el licor fuerte de alguna manera es peor para la persona”.

Los investigadores y los profesionales médicos pueden hacer más para ayudar a corregir estas ideas equivocadas, enfatizó la doctora LoConte. “En verdad, necesitamos asegurarnos de recalcar el mensaje de que todas las bebidas alcohólicas aumentan el riesgo de cáncer”, señaló. 

Cómo el alcohol causa cáncer

Alrededor del 4 % de los diagnósticos de cáncer en el mundo en 2020 se atribuyeron al consumo de bebidas alcohólicas, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tan solo en los Estados Unidos, se calcula que alrededor de 75 000 casos de cáncer y 19 000 muertes por cáncer cada año se relacionan con el consumo de bebidas alcohólicas.

Las bebidas alcohólicas contienen etanol, que se sabe que es un carcinógeno, y hay varias formas en las que podría causar cáncer. Por ejemplo, el etanol aumenta la cantidad de estrógeno en el cuerpo, que aumenta el riesgo de cáncer de mama (seno). La descomposición del etanol en el cuerpo también crea niveles altos de acetaldehído, una sustancia química que podría dañar el ácido desoxirribonucleico (ADN) y causar cáncer de hígado, cáncer de cabeza y cuello, y cáncer de esófago. 

Debido a que el riesgo de cáncer aumenta según la cantidad de etanol que se consume, todas las bebidas alcohólicas presentan un riesgo. Pero el público es menos consciente de este riesgo en comparación con otros carcinógenos. 

En otra encuesta reciente, por ejemplo, el 93 % del público de los Estados Unidos sabía del riesgo de cáncer relacionado con el tabaco, en comparación con solo el 39 % en el caso de las bebidas alcohólicas.

No es sorprendente, explicó el doctor Klein. Durante décadas hubo campañas de educación pública sobre los peligros del tabaco para la salud, etiquetas de advertencia en los productos de tabaco y leyes antitabáquicas. 

“El cambio en el sistema, como las reglamentaciones que exigen etiquetas de advertencia en los cigarrillos, hubiera sido casi imposible sin una mayor concientización”, comentó el doctor Klein. “Todavía no llegamos a ese punto en el caso del alcohol”.

La conciencia del riesgo depende del tipo de bebida 

Para entender mejor el conocimiento del público sobre el riesgo de cáncer por el consumo de bebidas alcohólicas y los factores que influyen en la concientización, el doctor Seidenberg y sus colegas analizaron los datos de la Encuesta de Tendencias Nacionales sobre la Salud (HINTS) del NCI de 2020. Esta encuesta nacional se envía por correo para recopilar información de los conocimientos del público sobre el cáncer y otros temas de salud relacionados.

Los participantes de la encuesta son una muestra representativa de adultos de 18 o más años de edad. A los casi 4000 participantes de la encuesta se les preguntó cuánto afecta el consumo de distintos tipos de bebidas alcohólicas (vino, cerveza y licor) el riesgo de tener cáncer. 

En los estudios anteriores se relacionaba el consumo moderado de bebidas alcohólicas con algunos beneficios para la salud del corazón. Sin embargo, en base a estudios más recientes e integrales, ahora los expertos en salud pública en general están de acuerdo en que el alcohol, incluso el vino, no tiene lo que se conoce como un efecto “cardioprotector”. A pesar de esto, el equipo de investigación también preguntó a los participantes acerca del supuesto beneficio para la salud de las bebidas alcohólicas, para saber si se relacionaba con la conciencia sobre el consumo de bebidas alcohólicas y el riesgo de cáncer. 

En general, los investigadores hallaron que la conciencia sobre el riesgo de cáncer relacionado con el consumo de bebidas alcohólicas fue baja. La concientización más alta fue sobre el licor, pero menos de un tercio de los participantes dijo que el licor aumenta el riesgo de cáncer. 

La concientización más baja fue sobre el riesgo de cáncer relacionado con el vino. Es más, alrededor del 10 % de los participantes cree que beber vino disminuye el riesgo de cáncer.

Creencias de adultos en los Estados Unidos sobre si el consumo de vino, cerveza y licor se relaciona con el cáncer.

Fuente: Instituto Nacional del Cáncer. Adaptado de Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention. https://doi.org/10.1158/1055-9965.EPI-22-0420

Los investigadores notaron que la percepción fue similar en cuanto a la relación entre el tipo de bebida alcohólica y la enfermedad cardíaca: menos adultos piensan que hay un riesgo relacionado con tomar vino, en comparación con el riesgo de tomar cerveza y licor, y más adultos piensan que el vino disminuye el riesgo de enfermedad cardíaca. 

En el estudio también se halló que las personas que pensaban que el consumo de bebidas alcohólicas aumentaba el riesgo de enfermedad cardíaca eran más conscientes del riesgo de cáncer por el alcohol que quienes no estaban seguros o creían que beber disminuía el efecto en el riesgo cardíaco.

Fue más probable que quienes habían buscado información sobre el cáncer supieran sobre los riesgos de cáncer a causa del consumo de cerveza y licor que quienes no habían buscado información. Pero con el consumo de vino, la concientización del riesgo fue parecida en quienes habían buscado información sobre el cáncer y quienes no la habían buscado. 

También hubo una diferencia de concientización según la raza: fue menos probable que los adultos negros supieran sobre la relación entre el vino y el cáncer que los adultos blancos. Para todos los tipos de bebida, la probabilidad de que supieran sobre el riesgo de cáncer por el consumo de alcohol fue más alta en las personas de 18 a 39 años que en las personas de 40 a 59 años y de 60 o más años.

Muchos enfoques para concientizar mejor

La necesidad de educar al público sobre el riesgo de cáncer por el consumo de alcohol, sin importar el tipo de bebida, es más urgente aún después del aumento en el consumo de bebidas alcohólicas durante la pandemia de la COVID-19, indicó el doctor Klein. En un estudio, por ejemplo, se halló un aumento del 29 % en el consumo de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos en abril de 2020.

“Nos preocupa que en 10 a 20 años haya un gran aumento en los cánceres relacionados con el consumo de alcohol”, comentó el doctor Klein. 

Las campañas de material impreso y video son un enfoque de concientización. Las campañas de salud pública en Inglaterra y Australia sobre el riesgo de cáncer por el consumo de bebidas alcohólicas fueron eficaces para concientizar al público.

Otro método de eficacia comprobada es añadir información sobre los riesgos de cáncer a las etiquetas de las bebidas alcohólicas, que ahora indican que el consumo de estas se relaciona con riesgos para la salud, pero no describen cuáles son esos riesgos (salvo la mención de accidentes y defectos de nacimiento por el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo).

Mejorar las etiquetas cuenta con el apoyo del público: en un estudio reciente de los doctores Seidenberg, Klein y sus colegas, el 65 % de las personas encuestadas dijeron que estarían a favor de añadir más información en los envases de bebidas alcohólicas sobre los riesgos para la salud y fue más probable que quienes estaban al tanto de los riesgos de cáncer respaldaran un mayor uso del etiquetado.

Y es claro que los profesionales médicos cumplen un papel importante en la concientización, señaló el doctor Klein.

“Es muy evidente por nuestros datos de HINTS que las personas confían en los médicos más que en cualquier otra fuente de información sobre la salud, por eso estamos intentando comunicar que [el consultorio médico] es el lugar donde más se deben destacar los mensajes”, comentó el doctor Klein. “Y si no es el propio médico, tal vez sea el personal de enfermería o los folletos en la sala de espera”.

Los investigadores mencionaron este cambio en la percepción pública y las reglamentaciones más estrictas para el tabaco, que demuestran la importancia de las campañas de salud pública y la participación de los médicos para explicar los riesgos a los pacientes. El doctor Klein señaló que, "[En] menos de medio siglo, observamos grandes cambios en lo que piensa la gente sobre el tabaco".

En un editorial que acompaña al estudio, la doctora Jennifer Hay, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, y varios colegas estuvieron de acuerdo con que mejorar la concientización “podría llevar a que las personas tomen decisiones más informadas sobre el consumo de las bebidas alcohólicas” e incluso alentar a quienes beben menos para seguir limitando el consumo y a quienes dejaron de beber para no empezar de nuevo.

Además, subrayaron que es imprescindible que el problema se aborde de múltiples maneras, “incluso concentrándose en la persona, la familia, la comunidad y las reglamentaciones, con la meta compartida de evitar los daños relacionados con el cáncer debido al consumo de bebidas alcohólicas”.

La doctora LoConte también dijo que se necesita más investigación para entender algunas de las desigualdades que se observaron en este estudio, como las diferencias en la edad.

"Cada vez hay más jóvenes que se abstienen durante 'enero seco' o beben cócteles sin alcohol en restaurantes elegantes o que exigen que estos se incluyan en los menúes”, recalcó. Añadió que sería útil estudiar por qué a las personas más jóvenes les llega el mensaje sobre los riesgos de las bebidas alcohólicas para la salud y usar la información para orientar las estrategias dirigidas a otros grupos de la población.

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